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El ex presidente cubano se quejó de que la Unión Europea exija respeto por los derechos humanos en la isla, cuando los líderes del viejo continente acaban de sancionar una "brutal" ley de inmigración
Fidel Castro calificó de ""enorme hipocresía" la decisión de la Unión Europea (UE) de levantar las sanciones a Cuba, un espaldarazo del bloque al presidente Raúl Castro en su política de cambios en la isla.
En la primera reacción oficial y pública a la decisión de la UE, Castro, quien dejó la presidencia en febrero por estar enfermo desde hace dos años, expresó en un artículo su ""desprecio" por la medida adoptada el jueves por los 27 tras un intenso debate y con revisión el próximo año.
""A mi edad y en mi estado de salud, uno no sabe qué tiempo va a vivir, pero desde ahora deseo consignar mi desprecio por la enorme hipocresía que encierra tal decisión", dijo el líder cubano en una ""reflexión" publicada en el sitio de internet oficialista Cubadebate.
En ese sentido, Castro destacó que la decisión se produce a pocos días de que el Parlamento europeo aprobara la ""brutal" ley de inmigración, mientras que el levantamiento de sanciones ha estado condicionado a avances en derechos humanos y apertura política.
""A Cuba, en nombre de los derechos humanos, le exigen la impunidad de los que pretenden entregar, atados de pies y manos, la patria y el pueblo al imperialismo", dijo al referirse a los opositores.
La decisión de la UE cayó como balde de agua fría para la oposición en Cuba y el exilio, al opinar que La Habana ""se salió con la suya" sin mayores avances en derechos humanos, ni liberar al total de los 75 disidentes, cuyo arresto en 2003 motivó las sanciones europeas, dejadas en suspenso en 2005 por gestión de Madrid.
Las esposas y madres de los 75, agrupadas en las Damas de Blanco -Premio Sajarov 2005 del Europarlamento-, recordaron que aún quedan en prisión 55 disidentes, y creen que la decisión de la UE quitará presión al gobierno para hacer reformas.
Para el economista opositor Oscar Espinosa, uno de los 75 y liberado en 2004 por razones de salud, la decisión de la UE podría ""alentar a los sectores más duros dentro del gobierno y ser interpretado como que una actitud intolerante rinde beneficios".
Promesas incumplidas
Su esposa Miriam Leiva, de las Damas de Blanco, estimó que ""la UE manda un mensaje de una confianza extraordinaria en unas promesas que hace dos años esperamos que se cumplan".
Raúl, quien ante la enfermedad de su hermano tomó hace dos años el mando, primero de forma interina y desde febrero investido presidente, eliminó prohibiciones que irritaban a los cubanos, conmutó 30 penas de muerte, liberó a cuatro de los 75 y firmó dos pactos de derechos humanos.
""Para nosotros sólo habrá un cambio cuando estén los presos políticos en las calles", comentó la activista Berta Soler, cuyo esposo Angel Moya cumple 20 años en prisión.
La UE valoró los cambios que lleva a cabo Raúl Castro como ""positivos" y propuso un diálogo político, pero Washington los califica de ""cosméticos".
""Estados Unidos y la Unión Europea comparten objetivos comunes en Cuba. (...) ¿Hay una diferencia táctica aquí (con Washington)? Sí, la hay. Pero estratégicamente compartimos los mismos objetivos", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.
Al minimizar el alcance de la decisión, añadió que una normalización de relaciones por parte de la UE estará sujeta a condiciones como la liberación de los presos políticos, libertad de expresión y la posibilidad para funcionarios europeos de reunirse con opositores.
""Más allá de lo que digan unos y otros, España tiene una responsabilidad en torno a la relación con Cuba y al futuro del pueblo cubano que queremos sea una responsabilidad" de toda la UE, afirmó este viernes el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Los opositores se lanzaron contra España por haber liderado la corriente que propugnaba el fin de las sanciones, en una UE dividida en torno a Cuba, con la República Checa al frente de los que exigían apertura y liberación de presos.
Las Damas de Blanco
A principios de 2003, las esposas de 75 disidentes encarcelados por el gobierno castrista se organizaron y formaron una organización denominada "Las Damas de Blanco".
El 1º de abril de aquel año, dieron a conocer el siguiente mensaje de presentación ante el mundo: "Nosotras, las esposas, madres, hijos e hijas de aquellos hombres y mujeres que se encuentran injustamente encarcelados. luego de la reciente ola masiva de arrestos en contra de la disidencia pacífica de Cuba, pedimos su solidaridad y apoyo para una campaña internacional exigiendo la liberación inmediata de nuestros familiares, quienes han sido arrestados por ejercer la libertad de expresión y pensamiento, y por querer lograr para nuestra querida nación la reconciliación y el respeto a los derechos humanos".
En el sitio www.damasdeblanco.com, expresan que "las Damas de Blanco son mujeres que le reclaman a la última dictadura de América la libertad de sus esposos, padres, hijos, hermanos o sobrinos. Heroicas mujeres cubanas que con amor, dignidad y coraje están ganándole la calle a la cobardía, la vileza y el odio, al igual que lo hicieron antes otras mujeres bajo otras dictaduras. Porque, como escribió José Martí: "Las campañas de los pueblos sólo son débiles cuando en ellas no se alista el corazón de mujer; pero, cuando la mujer se estremece y ayuda, cuando la mujer tímida y quieta en su natural anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño, la obra es invencible'. E invencibles son las Damas de Blanco.
"Si vas a Cuba, viajero, te rogamos que las apoyes".
Washington
Estados Unidos hizo un intento por minimizar el alcance del levantamiento de sanciones de la Unión Europea a Cuba, menos de un día después de haber expresado su oposición a esa medida, y afirmó que una normalización de relaciones por parte de los países europeos estará sujeta a condiciones. "Estados Unidos y la Unión Europea comparten objetivos comunes en Cuba. (...) ¿Hay una diferencia táctica aquí (con Estados Unidos)? Sí, la hay. Pero, estratégicamente, compartimos los mismos objetivos", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.
El vocero evitó emplear la palabra "decepción" para calificar la reacción de Estados Unidos a la decisión de la Unión Europea el jueves.