Al sumergir una rana en un recipiente con agua y poniéndola a calentar paulatinamente la termina durmiendo sin que se de cuenta .Por el contrario, si la misma rana es colocada cuando el agua está hirviendo la misma salta al instante.

El campo (al atacársele su patrimonio no la renta como dicen-) saltó de ese recipiente por su consenso gremial, por su mesa de enlace, por los autoconvocados, por los discursos agresivos, por De Angeli, etc. y surgió una concientización nacional que se fue derramando sobre toda la sociedad, políticos incluidos. Gracias a este movimiento social, volvió a quedar demostrado que el todo fue mucho más que la suma de las partes por separado. A partir de ahora, las cosas nunca volverán a ser iguales.

Este 72% aproximado de apoyo de la ciudadanía se obtiene aún con un 20 % de la población en estado de supervivencia que es manipulada a través del asistencialismo generando mas dependencia, y un 35% de empleados del estado a los que aún no le han solucionado problema del estímulo laboral con premios por objetivos. (léase: da lo mismo preocuparse o no por el desempeño) es la consecuencia de la irresponsabilidad con que se llevó el conflicto que aún hoy busca una victoria pírrica y conduciéndonos a un futuro incierto.

Un buen líder y/o estadista del siglo XXI debe estimular, buscar sinergismos, convencer (no con una clase magistral), obtener lo mejor de cada parte, no se victimiza ni se esconde, sino que se hace cargo de los problemas, los resuelve, predica con el ejemplo, no usa la agresión como mecanismo, no segmenta, no retuerce la verdad, une y construye, no se hace el ofendido, ante el conflicto escucha, comprende y articula soluciones, no utiliza voceros sino que habla él mismo y mira de frente y a los ojos, no subyace a los poderes democráticos, elige bien con quien se rodea, no debería usar el dinero para comprar lealtades temporales, se integra al mundo, mira al futuro, respeta la independencia de los poderes, no gobierna por decreto, no ofende su propia credibilidad y debe cuidarse de transferir insatisfacción y rencor a los que los rodean cuando se tiene dinero y poder. Es notable ver cómo la gente de trabajo en la Argentina (aún con sus matices) le damos más importancia a otros aspectos de vida como la ética, la moral, la autorrealización, el bien común, y convoco a recuperar la calma, a no decaer, ni desmotivarse, respetar y educar, mantener la alegría, ¿Saben porque?.

Por los valores, porque la lección de integridad, de convencimiento, de juventud comprometida, el don de gente, la incorruptibilidad, la familia acompañando con convicción, la conmovedora acción de personalidades pacíficas, demuestra cualitativa y cuantitativamente las diferencias, para convertir este momento en lo mejor para todos los que entendimos que había que saltar, porque tenemos otros motivos para disfrutar de la vida y porque tenemos claro lo que le transmitiremos y contaremos a nuestros nietos.