Región: REG-14
Ganados y carnes
No lucen su mejor estado
La oferta de hacienda no es la mejor. Hay novillos pesados pasados de grasa, otros que deberían haber sido comercializados hace semanas y vacas con debilidad. La industria frigorífica, tanto exportadora como de consumo doméstico, está prácticamente paralizada por la falta de animales para faena.

Ignacio Iriarte

La faena, como consecuencia de la protesta agropecuaria y las medidas de los camioneros, se ha reducido mucho y en los últimos días ya tiende a cero. Se faena dos o tres días a la semana y cantidades inferiores a lo normal.

Se pueden concretar pocas operaciones, que quedan supeditadas a que el transportista pueda pasar uno, dos o tres piquetes airoso. Muchos ganaderos no venden por acompañar la protesta, y otros, los menos, por miedo a quedar escrachados al sacar las guías. Los precios, circunstancialmente, se ubican entre cinco y 10 por ciento por arriba de hace una semana atrás; la poca hacienda que se entrega suele venir de campos o feedlots cercanos al Gran Buenos Aires o a las plantas de faena regionales.

Entre lo que se consigue hay novillos pesados pasados de grasa, o novillos que debieron ser comercializados hace varias semanas y hoy acusan caída en el peso, el estado y en el rendimiento en gancho. Los feedlots están llenos, pero su oferta también está afectada en muchos casos por los piquetes. Estos últimos días, la faena tiende a pararse totalmente y el desabastecimiento, de continuar el corte de rutas, puede ser igual o peor que en marzo.

Preocupante

Es preocupante el hecho de que después de tres meses de profundas alteraciones en la comercialización, la oferta de ganado acumulada en los campos es cada vez mayor, tanto en el caso de novillos y vacas de refugo, como en el caso de la invernada. Hay una considerable cantidad de novillos pesados esperando que la exportación retome su ritmo habitual de matanzas y hay también una gran cantidad de vacas conserva y manufactura cuya venta se ha venido demorando a causa de la suspensión de cientos de remates ferias, el canal habitual de comercialización de esta categoría.

Semana a semana mueren cientos de vacas en el campo por debilidad, o en los camiones de transporte, o claudican en los corrales de los frigoríficos. Estos ya no compran lotes que vengan de más de cierta distancia, porque llegan muchas de ellas caídas o muertas. A causa de la gravísima seca, de la dramática escasez de pasto y de la época del año en que estamos, la categoría más problemática es la vaca conserva o manufactura, que encuentra una exportación acotada en su demanda a causa de las innumerables limitaciones que se disponen desde el Gobierno y, últimamente, por el parate de las plantas.

Industria complicada

Hoy podría estimarse que el carry-over (remanente) de ganado listo para faena (gordo y conserva) debe ubicarse entre 500 mil y 800 mil cabezas, que comenzarán a salir en la medida que se regularice el mercado y se levanten las medidas de protesta.

Esta sobreoferta permitirá a la demanda trabajar con tranquilidad y forzar bajas en los valores, al menos por unas semanas. De agosto en adelante, se prevé una marcada escasez de vacas gordas, novillos livianos y especialmente de novillos pesados.

Es preocupante el hecho de que la sumatoria de requisitos impuestos últimamente a la exportación determinan que en la práctica, en vez de embarcarse las 550 mil toneladas que oportunamente se pronosticaron, exportaremos entre 300 y 350 mil toneladas.

Encaje

La medida que establece un "encaje" obligatorio del 75 por ciento de la producción de cada planta, para poder exportar el 25 por ciento restante, está determinando de hecho un brutal ajuste en la veintena de empresas especializadas en la exportación. Ahora ven que si, de acá en más, deberán destinar al consumo interno el 75 por ciento de lo faenado, sus ventas al exterior caerán entre un 30 y un 40 por ciento con respecto al sistema de "cupos" que regía hasta marzo.