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Perfiles
Ricardo Alfonso: coreógrafo y bailarín
"La danza es un arte de amor y entrega." El actual director del Ballet Contemporáneo, y maestro y socio fundador de Taiarte (Taller Integral de Arte), donde transmite su experiencia como bailarín clásico y contemporáneo a santafesinos de todas las edades. El 19 del mes próximo presentará a su Ballet junto al Ramiro Gallo Quinteto, en una puesta conjunta que será en el Centro Cultural Provincial. textos de Florencia Arri.

Por casualidad.

"Mi incursión en la danza se produjo casi por casualidad. A los 18 años cursaba la carrera de Arquitectura y quería ser actor de la Escuela de la Comedia Nacional de Montevideo, pero me di cuenta que los horarios de clase coincidían los de mi carrera. Así me fijé en un llamado a audiciones masculinas para aspirantes al SODRE (Ballet Nacional de Uruguay), y decidí probar. Nunca antes había hecho danzas, más allá de ver espectáculos de una buena amiga, pero el arte de la danza siempre me llamó la atención... y así fue. Comencé para hacer algo paralelo a mis estudios universitarios, sin experiencia, y al poco tiempo descubrí un mundo de emociones, de sensaciones maravilloso".

Coreógrafo.

"Al ingresar al ballet, supe que no tenía el perfil adecuado para la danza por mi físico, de modo que convertirme en maestro y coreógrafo fue mi primer idea. Al final, bailé más de lo que pensaba, creo que mis maestros vieron en mí más condiciones que creía. Así, estuve diez años en la compañía como bailarín y, en la última etapa, fui coreógrafo del ballet. Mi primer coreografía fue por pedido de María Inés Camou, quien me encomendó hacer una copia de una danza de Maurice Béjart, pero en vez de eso me arriesgué con una obra mía. Debía presentarse en Brasil, y recién cuando estábamos en camino le confesé a María Inés que no era lo que me habían pedido sino una obra mía... fue muy gracioso. A ella le encantó, le pareció bárbara. Hoy tengo un gran cariño por aquella primera coreografía".

Reconocimiento.

"Cuando uno es compañero a menudo no mira al lado sino para afuera, para el exterior. Nunca se mira lo que se tiene cerca, y Uruguay no es la excepción. Me costó mucho ser de donde era, y en esa época fue difícil ser compañero de los bailarines para los que hacía coreografías. En Santa Fe sucede lo mismo porque el santafesino no cree en otros santafesinos; siempre se mira a Buenos Aires y de ahí a otros país y pocas veces se valora lo que se tiene cerca. Aquí, hay muchísimos valores que no son apreciados por sus congéneres. Hay artistas que son de acá y tienen muchísimo talento, y es muy triste cuando se van a Buenos Aires para buscar éxito. Creo que la que dice que "nadie es profeta en su tierra' no es profecía sino un desafío, una enseñanza. Hay que luchar, golpear todas la puertas".

En Santa Fe

"Me radiqué en esta ciudad en 1996, cuando me alejé del SODRE y decidí probar suerte. De allí conocía a Fernando (Conessa), quien tenía una relación importante con la gente de la danza. Vine para enseñar, y con Fernando, con María José Luteiro, Dollys Mexico y Juan Pablo Ramírez fundamos Taiarte, que nació como un espacio para ensayar con el Ballet de Cámara de Santa Fe y los grupos que surgieron posteriormente. También como un espacio donde dar clases, porque tanto Fernando como yo somos de los pocos maestros en esta ciudad que antes fuimos bailarines profesionales, porque la mayoría fueron siempre profesores de academia, o han sido bailarines amateur. El problema de la enseñanza artística es transmitir el aprendizaje que he tenido a través de otros profesores, en oportunidades únicas que se dan cuando uno está en un ballet como bailarín profesional. La danza no es un aula de clase. Hay una etapa a superar que es justamente la artística, que si uno no la vive como bailarín muy difícilmente puede transmitirla. Como decía Héctor Zaraspe, "no se puede contagiar una enfermedad que no tengo'. Reafirmo esa premisa: quien no bailó no puede enseñar a bailar, sí puede enseñar pasos, pero bailar no".

Entrega

"La danza es un artes de amor y entrega. El bailarín debe entregarse al profesor, al maestro y a la danza, confiar en quien está al frente para sacar de adentro el sentimiento que se manifestará a través del cuerpo. Quienes tienen técnica y condiciones pueden desarrollar una carrera. La danza clásica, en especial, es más exigida, porque la técnica es fundamental y la disciplina tiene que ser rígida. Hay que poner muchas ganas y superar las limitaciones físicas... Ése fue mi caso; había bailarines mejores, con más aptitudes físicas y mejor elongación, pero bailé muchísimo más que ellos porque puse mi alma... ése es el único secreto".

Personal

Nacido en Montevideo, Uruguay; Alfonso estudió en la Escuela Nacional de Danzas de la capital uruguaya. Fue bailarín del SODRE (Ballet Nacional de Uruguay) donde también desarrolló su carrera como coreógrafo. En forma simultánea trabajó como coreógrafo y bailarín con la Sociedad Uruguaya Pro Ópera y Ballet Hoy, con el que partició de obras como "María de Buenos Aires", "Jesucristo Superstar" y "Evita".

Por varios años fue maestro y coreógrafo del Ballet del Sur de Bahía Blanca, donde estrenó varias obras creadas especialmente para esa compañía. También fue convocado por la primera dama de Uruguay para la realización de "La Fille Mal Gardée" para la Escuela Nacional de Danzas, con la participación estelar de Maria Riccetto, Solista del American Ballet Theater.

En nuestra ciudad realizó montajes para el Ballet de Cámara y, en Brasil, trabajó como maestro en las ciudades de Alegrete y Porto Alegre.

Sus obras se han representado en Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Venezuela.

Junto a Edgardo Blumberg, realizó en el Instituto Superior de Música de la UNL "Seminarios sobre Historia de la danza" y "Música para Danza".

Es socio fundador de Taiarte (Taller Integral de Arte) y actualmente es director del Ballet Contemporáneo de Santa Fe.