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Tres desconocidos aprovecharon la niebla, y a primera hora asaltaron ayer el Centro Cultural de Monte Vera. Hay tres detenidos, pero el dinero Äcuyo monto no fue reveladoÄ no apareció todavía.
Minutos antes del comienzo de la actividad administrativa. Gladys B. se disponía a abrir las puertas del Centro Cultural de Monte Vera a los beneficiarios de la Ley 5.110, cuando tres hombres armados la tomaron por sorpresa y, bajo amenazas de muerte, la obligaron a entregar el dinero destinado al pago de las pensiones graciables.
Los autores del golpe consumado ayer, en el viejo y solitario edificio de la estación ferroviaria, rodeado de un espeso manto de niebla, fueron observados por una persona cuando, después de abandonar a la encargada atada de pies y manos, escapaban del predio en veloz carrera.
La acción entrevista por el testigo desde la esquina que forman las calles General López y Santa Fe se desarrollaba alrededor de las 7.30 y a escasos metros de las instalaciones de la Comisaría de Distrito 20a., de modo que la policía tendría noticias de lo ocurrido apenas tres o cuatro minutos más tarde.
El oportuno aviso decidió la intervención policial y un poco después agentes de la Comisaría de Monte Vera, con apoyo de las patrullas del Comando Radioeléctrico y personal de Unidades Especiales de la URI, entrevistaban a la víctima y comenzaban a investigar en el terreno, porque algo les decía que, dado el escaso tiempo transcurrido, los responsables del atraco no habían logrado abandonar la planta urbana.
Una hora después, tres hombres jóvenes serían detenidos en distintos puntos del pueblo ubicado a la vera de la Ruta Provincial Nº 2, 15 kilómetros al norte de nuestra ciudad. De éstos uno tendría antecedentes por haberse involucrado en un episodio similar a comienzos de este año, pero los restantes no contarían con antecedentes delictivos.
Los tres detenidos en el marco de la investigación policial son vecinos de Monte Vera, tienen su domicilio legal en ese distrito y fueron llevados por distintas comisiones por hallarse bajo sospecha. Sin embargo, los agentes de la URI no encontraron pruebas concretas contra ellos, desde que el dinero Äcuyo monto real no fue reveladoÄ no apareció todavía y tampoco se sabe qué fue de las armas empuñadas por los asaltantes.
Una persona que trabaja junto a Gladys B. recordó que a lo largo de 17 años pagó en Monte Vera a los beneficiarios de la Ley 5.110 Äen instalaciones facilitadas por distintas institucionesÄ, pero nunca vivió una experiencia traumática como ésta.
José Luis Pagés