Política: POLI-05
Duro impacto para el gobierno
Reunión con los leales en Olivos
La presidenta eludió calificar de derrota la sufrida en el Senado, reafirmó su política "redistribucionista" y volvió a acusar a Cobos de "defección".

Horacio Serafini/De la redacción de El Litoral

Pese al rechazo legislativo a la ratificación del proyecto sobre las retenciones móviles a las exportaciones, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner desconoció que haya sido una derrota y reafirmó que el gobierno nacional continuará con medidas orientadas a una "mejor redistribución de la riqueza".

La jefa de Estado también se manifestó "desilusionada" por el voto definitorio del vicepresidente Julio César Cobos, a quien por segunda ocasión en menos de 24 horas volvió a acusar de "defección", aunque sin mencionarlo por su nombre.

El primer balance puertas adentro del gobierno de la derrota política tuvo lugar la tarde de ayer durante una reunión de casi dos horas en la quinta de Olivos que convocó a los alrededor de 140 legisladores, entre diputados y senadores oficialistas y aliados, que votaron favorablemente la ratificación de la ahora derogada resolución 125.

Sin la presencia de Néstor Kirchner (viajó a Río Gallegos para asistir al funeral de un antiguo amigo de la pareja), la presidenta Äde buen semblante según los participantes consultadosÄ compartió la cabecera de la amplia mesa de reuniones con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; y los secretarios presidenciales de Legal y Técnica, Carlos Zanini y General, Oscar Parrilli. También se sentaron en ese lugar el presidente provisional del Senado, José Pampuro, y titular de Diputados, Eduardo Fellner, y los respectivos jefes de bloques del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto y Agustín Rossi.

Era la primera vez que la presidenta ÄconfesóÄ pisaba el amplio auditorio de Olivos el que prometió reabrir para futuras reuniones con los legisladores; si se produce, será una novedad en la relación con sus diputados y senadores respecto de la práctica de su marido-antecesor.

Fernández de Kirchner prefirió no ahondar en las razones del revés sufrido el jueves en el Senado, aunque se remitió en ese sentido a los considerandos políticos de fuerte defensa de las retenciones del decreto derogatorio que firmó ayer (ver aparte) y que leyó Zanini, apenas ingresaron los legisladores, a quienes ella recibió personalmente uno por uno en la puerta del auditorio.

Aplausos

Si bien los rumores acerca de su hipotética decisión de renunciar al cargo Äque circularon con insistencia el juevesÄ no tomaron parte del encuentro, quedaron de hecho descartados cuando ella reafirmó su decisión de "continuar con la política redistribucionista". Sucedió sobre el final, a lo que Fellner respondió con el compromiso de los legisladores de "acompañar hasta el 2011 el proceso iniciado en 2003". De pie, saludaron con un aplauso los restantes legisladores. En el mismo sentido, cabe entender la declaración de Rossi al término de la reunión. "Nos reafirmó su compromiso para seguir trabajando en ideas centrales por la construcción de una sociedad más justa, más solidaria, más inclusiva, y por la distribución del ingreso", dijo el santafesino.

Antes que admitir una derrota en el Congreso ("de ninguna manera se trató de eso", dijo), prefirió sobresaltar la numérica "mayoría parlamentaria que por primera vez puso en debate la redistribución de la riqueza a partir de tocar la renta extraordinaria", afirmó, palabras más, palabras menos.

Respecto del voto de Cobos, buscó desdramatizarlo. "Dijo que defeccionó su compañero de fórmula", según el diputado José María Díaz Bancalari. Aunque también se expresó "desilusionada" por considerar que, como representante del Ejecutivo en el Senado, el vicepresidente debió haberse pronunciado a favor del proyecto.

Cuestionó también la "conducta ética" de senadores que, a su juicio, por tener intereses personales deberían haberse abstenido. "Como es el caso de uno de los mayores exportadores aceiteros", agregó, en obvia referencia al senador cordobés Roberto Urquía. Al respecto, la presidenta escuchó de las diputadas cordobesas Patricia Vaca Narvaja y Cecilia Merchán la posibilidad de presentar una denuncia penal contra Urquía por las modificaciones introducidas a la Ley Martínez Raymonda a fines del año pasado que habría permitido la exportación de soja con retenciones al valor anterior de noviembre y que habrían sido liquidadas a los productores a los valores posteriores.

Los otros cordobeses participantes fueron la senadora Haidé Giri y la diputada Nora Bedano. El único ausente fue Alberto Cantero: el diputado debió viajar a su ciudad Río Cuarto a raíz de que habría sido objeto de una nueva amenaza.

"Se cumplió la palabra"

Mario Pérez García, corredor de cereales e integrante del directorio de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, al ser consultado sobre la decisión de dar marcha atrás con las retenciones móviles, dijo que la primera reacción fue "de prudencia porque la presidenta de la Nación había dado una instrucción al Ministerio de Economía sobre la suspensión de la resolución Nº 125 y debíamos conocer las nuevas. Un dato importante es que se cumplió el compromiso del Ejecutivo de respetar la decisión del Congreso; se ha cumplido la palabra y esto es importante", consignó el dirigente bursátil.

"Ahora se abre un horizonte que no se agota con las retenciones. Se debe volver a conversar sobre ellas pero también este conflicto llevó a entender que se necesita una política agropecuaria integral donde estén temas como carnes, leche y otras producciones".

Al ser consultado respecto del comportamiento de los mercados disponible como a futuro de cereales, dijo que "es pronto para opinar. Se deberá leer la letra chica de las resoluciones emanadas del decreto Nº 1176 y la reacción de los compradores. Ayer no se animaron a dar precios", acotó. "Pero soy optimista de que los mercados se van a acomodar y como son muy dinámicos, no demorarán mucho".

Sin rencor

El senador radical y presidente partidario, Gerardo Morales sostuvo que "está muy bien, es lo que corresponde atento a la decisión del Senado de la Nación" acerca de la derogación de la resolución 125. "Esperamos que la señora presidenta le hable a los argentinos y argentinas como jefa del Estado y no desde el resentimiento", señaló el titular de la UCR.

El senador jujeño agregó que "el rechazo del Senado a la resolución 125 debería generar una respuesta del gobierno en pos de encontrar una solución de fondo al conflicto con el campo. Sin embargo, sólo escuchamos palabras de rencor en boca de la primera mandataria", a quien le pidió que convoque " al diálogo a los partidos políticos con representación parlamentaria y a las entidades agropecuarias para alcanzar una solución de fondo al conflicto que tiene paralizado al país desde el 11 de marzo pasado".

Perdiendo amigos

El prestigioso semanario The Economist volvió a cargar sus tintas contra el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, luego de que el Senado, con el voto de Julio Cobos, rechazó el proyecto oficial de retenciones móviles, en un día histórico. Bajo el título "Perdiendo amigos rápido", la revista sostiene que Cristina sufre un "doloroso golpe a su credibilidad".

"Asumir que su vicepresidente, Julio Cobos, demostraría más lealtad a ella que la que tuvo con los radicales parece haber sido un acto de orgullo casi suicida", afirma la publicación, que califica a Néstor Kirchner como "el combativo esposo" de la presidenta, cuya imagen positiva "se desplomó".

Esta no es la primera vez que The Economist carga contra el gobierno de los Kirchner. El 1º de mayo, le dedicó una página criticando a Cristina por haber tenido una respuesta "reveladoramente autoritaria e impropia de un político" ante los reclamos del campo. Y ya en marzo, había deslizado una comparación entre la economía brasileña y argentina, que generó la ira del presidente del Banco Central, Martín Redrado. A estos señalamientos también se sumaron los de diarios como The New York Times y Financial Times.

Esta vez, el semanario habló del trágico desenlace (para el gobierno) del conflicto con el campo, durante el cual criticó con dureza la postura intransigente de los Kirchner en reiterados números. En su edición impresa del jueves, asegura que Cristina claramente subestimó las presiones de las provincias del interior a los diputados de su partido y añade que "la impactante derrota de la señora Fernández termina con el aura de invencibilidad que heredó de su marido, que ganó una serie de batallas políticas durante su gestión".

El semanario económico traza una serie de posibles salida a la crisis política que vive Cristina y su gobierno. Para recuperar popularidad, "podría reducir ella misma las retenciones, antes de que la Corte lo haga", además de "arreglar el índice de inflación oficial, que su marido manipuló" y "reemplazar algunos de los flexibles ministros que heredó del Sr. Kirchner", enumera el artículo.

La nota termina de manera profética: "La Sra. Fernández tiene tres años y medio de gestión por delante, y es demasiado temprano para escribir su obituario político. Pero si falla en aprender de sus errores, ella podría terminar como uno de los fracasos más grandes en la historia reciente de la democracia".