La visita de los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Argentina, Cristina Kirchner, fue suspendida por los incidentes causados por organizaciones opositoras a Evo Morales en Tarija, que atacaron un hotel y a los periodistas que se encontraban en el lugar.
Télam-AFP-EFE
Enfrentamientos entre policías y mineros que bloqueaban la ruta Oruro-La Paz dejaron ayer dos muertos y 33 heridos en el país, mientras opositores asaltaban el aeropuerto y el hotel de Tarija donde se iban a reunir los presidentes de Bolivia, la Argentina y Venezuela, que suspendieron el encuentro.
El enfrentamiento entre policías y mineros que bloqueaban la ruta en la localidad de Caihuasi dejaron dos mineros muertos: Hernán Montero Claros, por herida de bala según la autopsia practicada en el hospital Obrero de Oruro, y Miguel Vicente Alegre, por causas que hasta ayer a la tarde aún no se habían determinado, informó la radio Erbol en su sitio de Internet.
Los trabajadores de la mina Huanuni protestan contra el proyecto de jubilaciones del gobierno y defienden el de la Central Obrera Boliviana (COB), que anula la renta universal dispuesta por el presidente Evo Morales y la sustituye por la pensión mínima vital. Ambas iniciativas están en discusión en el Congreso.
El ministro de Gobierno, Alfredo Rada, aseguró que la policía que intentaba el desbloqueo de la ruta "no portaba armas de fuego", según reportó la agencia noticiosa boliviana ABI.
"Creemos que la irresponsabilidad de algunos dirigentes está conduciendo a estos hechos lamentables", dijo y precisó que los dirigentes de Huanuni dinamitaron parcialmente el puente de la ruta troncal del país.
Por su parte, Morales señaló antenoche, antes de estos incidentes, su convencimiento de que los bloqueos de rutas, la toma de instalaciones y las huelgas de hambre buscan frenar la realización del referendo revocatorio de su mandato y de los de ocho prefectos (gobernadores), previsto para el domingo próximo.
"Creo en la conciencia del pueblo boliviano y mi pedido a algunos sectores de la Central Obrera Boliviana es que no sean instrumentos de la derecha, no sean instrumentos de los vendepatrias y no sean instrumentos de los neoliberales porque no van a confundir", afirmó.
Violencia opositora
Por otra parte, unos 100 manifestantes del opositor movimiento cívico de Tarija intentó ayer tomar el aeropuerto local para impedir la llegada de los presidentes de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; de Venezuela, Hugo Chávez, y el propio Morales y fueron rechazados con gases por la policía.
El grupo estaba encabezado por el presidente del Comité Cívico, Reynaldo Bayard, y Patricia Galarza, que horas antes presidieron la toma de las instalaciones de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) y el ataque a un hotel donde se hospedaban periodistas, a quienes agredieron y quitaron sus equipos de trabajo.
"Evo Morales no es bienvenido a Tarija; es un mentiroso de primera porque viene a hacer proselitismo político con apoyo de Fernández y Chávez, para que no se le revoque su mandato el domingo", declaró Bayard, citado por la agencia italiana de noticias Ansa.
El dirigente cívico aseguró que continuarán con las medidas de fuerza y que "el referendo revocatorio de mandato popular debería suspenderse debido a la actual coyuntura social y política que vive el país".
Asimismo, un grupo de la ultraderechista Unión Juvenil Cruceñista (UJC) ingresó a la sede departamental del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) en Santa Cruz y saqueó el local.
"Rompieron vidrios, se llevaron sillas, material electoral, computadoras, además de agredir a los que se encontraban en el lugar; el policía de seguridad fue golpeado y está herido", declaró uno de los dirigentes del MAS a la agencia ABI.
El grupo de choque del Comité Cívico pro Santa Cruz actuó mientras se realizaba en esta ciudad el acto de cierre de campaña del MAS en la ex terminal de ómnibus, en el que habló el presidente Morales.
En tanto, un estudio del Centro de Profundización de la Democracia (Ceprode) de Bolivia, ligado a la fundación socialcristiana, Konrad Adenauer, y difundido ayer, señala que de aplicarse los porcentajes dispuestos por la ley de convocatoria del revocatorio, el presidente Morales y su vice Alvaro García Linera serían ratificados en sus cargos.
Lo mismo ocurriría con los prefectos de Santa Cruz, Rubén Costas, y de Beni, Ernesto Suárez, pero, en cambio, serían revocados los mandatos de los opositores de La Paz, José Luis Paredes, y de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, según reportó la agencia noticiosa boliviana Bolpress.
También asegura que si bien la suerte de los prefectos opositores de Tarija, Mario Cossío, y de Pando, Lepoldo Fernández, no está echada porque aún hay muchos indecisos, reconoció que "sufren un duro embate".
Los analistas del Ceprode destacan que el presidente de Bolivia puede mantener sus altas tasas de popularidad por un efecto que definen como "teflón": "Las crisis le resbalan cual aceite en una sartén de teflón".
"Expresión democrática"
El representante diplomático de Bolivia en la Argentina, Sixto Valdez Cueto, dijo que el referendo del próximo domingo es "una expresión democrática de Evo Morales" al someterse a la voluntad popular habiendo triunfado en las elecciones con el 53,7% de los votos.
"El referendo es una expresión democrática de Evo (Morales) al dejar que sea el pueblo el que decida si el proceso político debe continuar o paralizarse", dijo Valdez Cueto.
El diplomático repasó algunos de los logros del gobierno de Morales como el crecimiento de las exportaciones, el crecimiento del superávit fiscal y el aumento de los recursos que se destinan a cada una de las prefecturas (gobernaciones).
"Desde que Evo asumió en 2006, se destinó más dinero para las prefecturas y municipios como por ejemplo Santa Cruz, que antes recibía 362 millones de pesos bolivianos y hoy recibe 1.053 millones de bolivianos", informó.
Valdez Cueto destacó además que "a fin de año, Bolivia será declarado país libre de analfabetismo".
GB