Para la medición kirchnerista los precios de la canasta básica de alimentos bajaron y eso hizo retroceder la pobreza. Las mediciones privadas registran una realidad que incluye 3 millones más de pobres que para el país oficial no existen.
De la redacción de El Litoral/DyN
La inflación de julio fue de 0,4 %, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El organismo reportó un indicador sustancialmente por debajo de los cálculos realizados por estudios privados que ubicaban a la inflación del mes pasado entre el 1,2 y el 1,5 %.
Para el Indec los alimentos y bebidas durante el mes pasado bajaron 0,8 %. De esta forma en siete meses la variación de precios al consumidor acumuló una suba de 5 %, con una fuerte incidencia del rubro "esparcimiento", que observó un alza de 3 %.
Según la información oficial, el segundo rubro con mayor aumento fue "equipamiento y mantenimiento del hogar", con un alza de 1,5 %. En tanto, en "atención médica y gastos para la salud" hubo un aumento de precios de 1,1 %.
La indumentaria subió 0,9 % y el costo de la vivienda y sus servicios básicos subió 0,8 %, apuntalado por un incremento de 0,4 % en el valor de los alquileres. En transporte y comunicaciones se detectó un alza de 0,6 % y en educación de 0,3 %.
El dato más significativo fue la caída de 0,8 % que se produjo en alimentos, siempre según los cálculos realizados por el Indec, que midió sólo aceites y arroces a "precio oficial".
En tanto, se relevaron alzas en panificados (1,5 %), frutas (3 %), verduras (0,4 %), lácteos y huevos (0,6 %), azúcar, miel y dulces (2,2 %), bebidas no alcohólicas (1 %) y bebidas alcohólicas (2,2 %).
En otro orden, los precios mayoristas en julio subieron 0,7 %, acumulando desde enero un alza de 7,3 %. En tanto, el costo de la construcción aumentó 3 %, sumando en siete meses una suba de 11,4 %.
Pobreza "extraoficial"
La proporción de la población por debajo del umbral alcanzó en el primer semestre del año 30,2 %, según un informe la consultora Ecolatina. El estudio señala que tal marca supera la estimación del primer semestre de 2007 del 27,9 % y el registro de la segunda mitad del año pasado del 28,8 %.
"Como hemos señalado en informes anteriores el año pasado se quebró la tendencia en el proceso de reducción de la pobreza y la indigencia", señala el estudio. El informe agrega que "este hecho no fue aislado, ya que por tercer semestre consecutivo -desde el primero de 2007- se registra un aumento de la incidencia de estos flagelos en la población".
La consultora señala que la brecha entre sus estimaciones y los datos oficiales "es cada vez mayor y ya alcanza casi 9 puntos porcentuales".
Según relevamientos propios de precios Ecolatina indica que en el primer semestre la Canasta Básica Alimenticia (CBA) se elevó 20,7 por ciento, a 235 pesos, 40 pesos más que en diciembre pasado, aunque para la medición del Indec esa marca es 88 pesos más baja. El informe indica que "más de dos tercios de la suba en la CBA se explica por el incremento en los precios de la carne, la papa y el pan".
"De los 20,7 puntos que se incrementó la línea de la indigencia en los primeros 6 meses del año, 7,1 corresponden al aumento de la carne; 4,1 al incremento de la papa, y el pan contribuyó con 3,2 puntos", señala el informe.
En cambio, según estimaciones propias la Canasta Básica Total creció 18,6 por ciento entre junio en diciembre del año pasado pues los gastos en alimentos aumentaron su participación dentro de las erogaciones totales.
Mucha diferencia.
En los cálculos de Ecolatina hay 2,1 millones de pobres más que lo informado por el Indec para la población cubierta por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), y la diferencia alcanza 3 millones si se analiza sólo la población urbana. "Según nuestras estimaciones -dice la consultora- en la primera mitad del año, la indigencia trepó al 10,1 %, ubicándose por encima de del mismo período del año pasado (9,3) y de la segunda mitad del 2007 (9,7)".
Calificadoras bajan notas
El director de Calificación de Standard & Poor's (S&P) para América Latina, Sebastián Briozzo, explicó la decisión de bajar de B+ a B la calificación de la deuda argentina de largo plazo en moneda extranjera, se adoptó porque "se redujeron los márgenes de maniobra" para enfrentar un panorama económico cada vez "más complicado".
"La calificación es una opinión respecto de la calidad crediticia de los países y en esta oportunidad se tuvo en cuenta el escenario que afrontará el país, especialmente en 2009. Lo que marcamos es que los desafíos que tendrá que afrontar en el futuro la Argentina son más importantes que los que tuvo hasta ahora", dijo Briozzo, para agregar que "los márgenes de maniobra se van acotando, aunque todavía existe margen" para mejorar la situación.
Explicó que "en un contexto de cierto deterioro en lo político y con las cuentas fiscales que ya muestran una alerta, la situación es más compleja, y esto hace bajar la calificación", subrayó.
El especialista aclaró que "la calificación es una mirada de mediano plazo" y que "no es tan coyuntural".
Al ser consultado sobre si el dato de ayer de la inflación tuvo algo que ver, el analista aclaró: "Siempre que se cambia la calificación hay especulaciones sobre su los hechos de los últimos días tuvieron algo que ver, las cuestiones que tienen que ver con el Indec y la falta de institucionalidad se tienen en cuenta pero no afecta el dato de inflación de ayer".
Bonos.
>Luego de la suba del 4 por ciento que registraron ayer los bonos argentinos, el gobierno tiene previsto continuar hoy con su estrategia de recompra de títulos locales. Aunque oficialmente no se informó el monto, el gobierno habría invertido 150 millones de dólares en Boden 2012, bonos PRE 08 y otros títulos a largo plazo.