Un clima tenso se vivió esta mañana en un sector de Los Hornos, cuando varias personas llegaron a la plaza Fournier para trocar y vender diferentes objetos y se encontraron con que la plaza fue vallada en el marco de su remodelación. La feria funcionará ahora sobre calle San Lorenzo, a pocos metros de la plaza, pero los vendedores no están conformes.
Hace dos años un grupo de personas empezó a ocupar la plaza Fournier con la intención de intercambiar productos de acuerdo a las necesidades particulares y hacer de tal mecanismo una forma de subsistencia. Con el tiempo, el número de puestos fue en aumento, la variedad de productos se diversificó y al mecanismo de intercambio se le sumó la posibilidad de pagar con dinero.
La plaza está ubicada en el barrio Los Hornos, entre las calles Castelli, San Lorenzo, Gobernador Freyre y Hernandarias. Pero esta mañana su aspecto no era el de hasta hace unos días ni mucho menos el de los martes, viernes y domingos cuando los puesteros de diferentes puntos de la ciudad, e incluso de localidades vecinas, iban a "trocar y vender" diferentes objetos.
Desde la Municipalidad se informó esta mañana que la plaza Fournier "comenzó a ser recuperada" y que como consecuencia de ello "la feria que se instalaba allí se reubica sobre calle San Lorenzo, entre Estanislao Zeballos y Castelli, con vistas a regularizar su funcionamiento".
"Con el objetivo de llevar adelante acciones tendientes al reacondicionamiento y puesta en valor de la plaza Fournier, la Municipalidad acordó con la comisión organizadora ad-honorem de los vendedores que ocupan ese lugar su reubicación en un nuevo espacio", sostiene la información brindada por el municipio, aclarando seguidamente que "los vendedores dispondrán de puestos de 2 metros por 2 metros en forma consecutiva, y el lugar estará habilitado para funcionar los días miércoles de 13 a 18 horas y sábados y feriados de 10 a 18".
Por otro lado, desde la Municipalidad se sugirió la colocación de los puestos por rubro debido a que pretenden garantizar un mejor control y organización interna de la feria mediante la confección de un registro de vendedores. Además, con el objetivo de velar por la higiene, limpieza y orden del lugar, cada puestero deberá recoger todo tipo de basura que genere y depositarla en los cestos y contenedores que se dispondrán. La instalación de dos baños químicos y de un tablero eléctrico para las conexiones de los puestos completan la medida adoptada por el municipio a fines de lograr la recuperación de la plaza Fournier como espacio público, la cual fue vallada para asegurar las condiciones adecuadas de seguridad para el inicio de las obras, y atender uno de los reclamos más reiterados de los vecinos de la zona.
Puesteros en contra
"Hace como dos años que estamos acá. Pero parece que los vecinos se empezaron a quejar de la música, de las condiciones en las que quedaba la plaza y entonces ahora nos sacan", dijo una mujer entre el tumulto de personas que se acercó a dialogar con El Litoral para manifestarse en contra de la medida adoptada por la Municipalidad. "Nosotros veníamos los martes, viernes y domingos, de 8 a 18. Pero ahora, por un decreto del intendente, nos dicen que podemos venir sólo los miércoles, de 13 a 18, y los sábados, de 10 a 18", acotó otro hombre, justificando su postura en que "en los días que nos proponen, nosotros vamos al trueque del parque Garay".
No sólo el cambio de días es lo que le preocupa a los puesteros. Es que también les inquieta saber cómo hará el municipio para ubicar a alrededor de 400 puestos en los cien metros de calle San Lorenzo que se destinaron como lugar de trabajo.
"En plena campaña electoral, es decir cuando necesitaba los votos, bien que Barletta vino a buscarnos. En aquel momento, nos dijo que no nos iba a sacar y que nos iban a instalar baños químicos. Pero no cumplió y ahora nos saca de la plaza", manifestó una señora. Y agregó: "Los que venimos acá somos desocupados que encontramos en el trueque nuestra forma de vida, ¿qué quiere el intendente que hagamos?".
Otro aspecto denunciado por los puesteros fue que los días del trueque una mujer que decía trabajar para la Municipalidad les cobraba $0.50 en concepto de la limpieza posterior de la plaza y que seguramente fue ella quien acordó ad-honorem la reubicación.
Presencia municipal
Horacio Centurión, miembro de la Secretaría de Acción Social, y Diego Poretti, subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, fueron quienes esta mañana se hicieron presentes en la plaza en representación de la Municipalidad para informarles la medida adoptada.
"El vallado de la plaza obedece a varias cuestiones. Entre ellas, a la recuperación de la plaza como espacio público. Este traslado es provisorio, ya que la idea es relocalizar a toda esta gente en un lugar donde puedan trabajar tranquilos", indicó Horacio Centurión a El Litoral. Y adelantó: "Obras Públicas está trabajando en el diseño de la nueva plaza Fournier, que va a contar con un playón deportivo y un circuito aeróbico".
Consultado respecto de la inquietud planteada por los vendedores sobre la ubicación de 400 puestos en sólo cien metros de calle San Lorenzo, dijo que "tal cantidad se hacía presente los domingos pero no los otros días, con lo cual, al haberse establecido los miércoles y sábados para la realización de la feria, no habría ningún problema".
Por último, resta decir que los vecinos de calle San Lorenzo entre Castelli y Zeballos, donde se trasladó la feria ambulante, no están muy conformes con la medida adoptada puesto que, por ejemplo, no pueden ingresar los vehículos a las cocheras particulares. "Los vecinos de la cuadra tomaron la medida con varios inconvenientes. Sí tenemos el apoyo de la distribuidora y del colegio Don Bosco, que están de acuerdo en la recuperación del espacio público", puntualizó Horacio Centurión ante la consulta de este medio.