Región: REG-02
Agricultura sustentable
Una forma de certificar que las cosas se hacen bien
En el Congreso de Aapresid se presentó la Agricultura Certificada, una herramienta de gestión profesional para garantizar que se produce respetando al medio ambiente.

El dilema es conocido. La demanda de alimentos crece vertiginosamente, "en 50 años la población se va a duplicar", adelantó Santiago Lorenzatti (comisión directiva Aapresid) y entonces se plantean dos opciones. Expandir el área agrícola o ser más eficientes en las tierras actuales.

Pero el dilema tiene una tercera pata. "En general, globalmente, nuestra forma de producir no es sustentable ambientalmente, hasta ahora hemos degradado los suelos y en los próximos años la presión sobre los recursos naturales va a ser mayor", reconoció Lorenzatti.

La única salida es lograr conciliar la intensificación de la producción con la protección de los recursos naturales. Este es el objetivo del sistema de gestión ambiental y productiva que Aapresid llama Agricultura Certificada. Lo presentaron esta semana en el XVI congreso anual de la entidad.

La idea es lograr certificar que las cosas se están haciendo las cosas bien. Es decir que un productor agrícola obtiene sus granos a partir del uso sustentable del suelo y mediante las mejores prácticas agrícolas disponibles.

Esto es cada vez más importante porque el mundo no sólo demanda más alimentos, "también exige que sean desarrollados respetando el medio ambiente", reconoció Agustín Bianchini, líder de prospectiva tecnológica de Aapresid, en el panel que se realizó este último miércoles. El autor intelectual de este sistema de gestión ambiental y productiva es Santiago Lorenzatti.

En su disertación explicó que la Agricultura Certificada representa una herramienta de gestión profesional y también una forma de capturar el valor agregado que supone la siembra directa (Aapresid habla de "agricultura conservacionista") como sistema más sustentable. En otras palabras, "lograr que el mundo valore nuestra forma de producir", insisten los técnicos de la entidad (los productores argentinos tienen 30 años de experiencia en siembra directa).

Uno de los primeros pasos de la Agricultura Certificada es definir un protocolo, un Manual de Buenas Prácticas Agrícolas, que se elaboró con el consenso de profesionales que trabajan en el INTA y en varias universidades. Además, contempla los estándares y criterios que establecen trabajos científicos de la FAO y de asociaciones como la RTRS (Ronda de Soja Responsable) y la "Rainforest Allience", entre muchas otras .

Para un productor básicamente supone comprometerse a suprimir la labranza tradicional, gestionar correctamente los rastrojos, contener en superficie residuos orgánicos, realizar una rotación sustentable de cultivos, reponer y balancear los nutrientes ("para no hacer minería") y sistematizarlo profesionalmente para que estas prácticas puedan ser auditadas.

¿Quién lo certifica? En una primera instancia, Aapresid firmó un convenio de exclusividad con la empresa SGS Argentina para los próximos cuatro años, por la asistencia técnica que ofreció la compañía en algunos aspectos del sistema (más adelante se sumaran otras firmas que también podrán certificar).

Gustavo Montero, especialista en administración agropecuaria de SGS, afirmó que en las auditorias se controla que se cumpla con el protocolo de Buenas Prácticas Agrícolas.

Los productores también deben acostumbrarse a encargar análisis de suelo para que se pueda medir con objetividad las mejoras productivas que incorporan estos ambientes, a partir de este sistema de gestión sustentable.

"Se analizan indicadores físicos y químicos. Por ejemplo, textura, porosidad total, infiltración, gestión del fósforo y el azufre, niveles de salinidad y sodicidad, entre otras cuestiones", resumió Bianchini.

Andrés Sylvestre Begnis, coordinador general de Aapresid, enumeró las ventajas de este sistema. "Mejora la información sobre la empresa, la gestión agronómica, aumenta el valor de los campos (que ahora cuentan con una historia agronómica auditada) y es una herramienta importante para que los productores tengan acceso preferencial a los mercados más exigentes", detalló.

En el caso de las personas que alquilan sus tierras, la Agricultura Certificada les aporta un manual de prácticas agrícolas que deben exigir a los arrendatarios para que su capital se conserve y sea todavía más productivo.

¿Cuánto cuesta?

La cuestión de los costos de la Agricultura Certificada fue una de las primeras preguntas que hicieron los asistentes. Andrés Sylvestre Begnis tenía preparada una estimación para un establecimiento de entre 500 y 1.000 hectáreas. "En total entre 8.000 y 10.000 pesos", aseguró. Para ejemplificar, Sylvestre Begnis detalló algunos costos. La ficha de inscripción que cobra Aapresid cuesta entre uno y dos dólares por hectárea. Luego, hay que sumar los análisis de suelos (250 pesos en cada caso) y los costos de los auditores (2.500 pesos por día). Como es lógico, el certificado se extiende por un período de tiempo determinado (la ficha de inscripción debe renovarse cada 3 años).

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