Opinión: OPIN-05
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"Vigencia de Ortega y Gasset"

Si no olvidado, rezagado al menos, o apartado por la intelligentzia de los últimos años, José Ortega y Gasset tiene aún mucho para decirnos, como se dedica a demostrar Augusto M. Morello en "Vigencia de Ortega y Gasset", que acaba de editar Librería Editorial Histórica Emilio J. Perrot.

Tras una aproximación al autor, Morello ofrece una síntesis del pensamiento orteguiano, sus ideas sobre política, democracia y sociedad, una lección desde la mirilla del Derecho Procesal, para entrar luego en el contexto histórico español que vivió Ortega y Gasset, sobre todo el autor frente al fracaso de la Segunda República Española, sus decepciones, su postura respecto de la Guerra Civil (1936-1939) y su "silencio" posterior.

Especial atención presta el autor de este ensayo a las opiniones que nuestro país despertó en el pensador español. Muchas de esas declaraciones no son precisamente aduladoras. Nos veía como ciudadanos a la defensiva, y nos juzgaba narcisistas y ególatras, "de una tendencia a resbalar de todo oficio o destino concreto, por insuficiencia del sentido de sus vocaciones; de malgastar reales méritos de inteligencia, originalidades imaginarias además de vitalidad, de gestos de arrogancia (o "parada') para caer en el "guarango' cuando no en el salvaje o bárbaro que desnuda sus vacíos culturales y el sentirse, pese a ello, el mejor e incorregible sin aceptar consejo ni admitir errores"

Los argentinos, decía Ortega, constituíamos "el pueblo que más radicalmente ha pasado de querer ser demasiado, al demasiado no querer ser". Y Morello asegura que "Ortega Äen el presenteÄ continúa siendo una de las voces mayores que los argentinos necesitamos escuchar. Pese a las críticas y los reproches de elitismo y ser excesivamente "literario', seguimos requiriendo de sus ideas, su estilo, la razón vital; y en las situaciones espirituales más espinosas y en los recurrentes vacíos intelectuales el filósofo de la claridad continuará siendo el Ortega de cabecera".