Opinión: OPIN-06
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"El placer del texto"

El texto como tejido de un entrelazado perpetuo, similar a esa textura que hace y deshace la araña. Ésta es una de las imágenes desplegadas por Roland Barthes en su "El placer del texto", que Siglo XXI vuelve a proponer, junto a la transcripción de la lección inaugural que Barthes dictó en la cátedra de Semiología Literaria del CollŽge de France, en 1977.

El tiempo transcurrido desde su gestación y la gran influencia, no siempre encomiable, que produjo este texto lo colocan no pocas veces en un lugar polémico, por ejemplo, cuando sostiene que un relato clásico (se cita a Zola, Balzac o Tolstoi) "lleva en sí una especie de tmesis debilitada: no lo leemos enteramente con la misma intensidad de lectura", suponiendo que un relato post clásico podría dar un sostenido placer, ilusión y meta que nunca fueron alcanzados.

Sin embargo, es posible hallar nociones realmente interesantes y vigentes. Así: "¿Que gozamos del texto? Una razón táctica nos lleva a formular esta pregunta: es necesario afirmar el placer del texto contra las indiferencias de la ciencia y el puritanismo del análisis ideológico, pero también contra la reducción de la literatura a simple entretenimiento.

"Si leo con placer esta frase, esta historia o esta palabra, es porque han sido escritas en el placer (este placer no está en contradicción con las quejas del escritor). Pero, ¿y lo contrario? ¿Escribir en el placer me asegura a mí, escritor, la existencia del placer de mi lector? De ninguna manera. Es preciso que yo busque a ese lector (que lo "rastree') sin saber dónde está. Se crea entonces un espacio de goce. No es la "persona' del otro lo que necesito, es el espacio: la posibilidad de una dialéctica del deseo.

"Apenas se ha dicho algo sobre el placer del texto, en cualquier parte aparecen dos gendarmes preparados para caernos encima: el gendarme político y el gendarme psicoanalítico: futilidad y/o culpabilidad, el placer es ocioso o vano, es una idea de clase o una ilusión".