ÄAnte esta problemática, ¿qué respuesta tiene previsto dar el municipio?ÄHasta ahora, tratamos de cumplir con las obras hídricas: limpiamos los canales y desagües pluviales, se repasaron las bocas de tormentas para que no colapsen, se desmalezaron los canales a cielo abierto, y coordinamos con la provincia dos grandes obras: la de los canales del barrio Sur que vuelcan hacia el río Salado y la de la defensa Oeste. La primera está en ejecución; y la segunda empezará a construirse en poco tiempo.Por medio del programa de Obras Menores, nos otorgaron el presupuesto de 2007 que estaba atrasado porque no se había presentado la documentación correspondiente. Nos adjudicaron cerca de 470.000 pesos para el entubamiento de un canal troncal Äel de calle RafaelaÄ que hace muchos años había sido solicitado. Por otro lado, tenemos distintos proyectos en carpeta Äpor ejemplo, la valorización del canal troncal de calle Primero de MayoÄ; sin embargo, sólo el proyecto técnico ronda los 250.000 pesos y el municipio cuenta con escasos fondos para hacer frente a estos costos. Una vez que el proyecto esté hecho hay que salir a ver quién Äla provincia o la NaciónÄ los puede financiar. Ä¿Cuál es la postura que se mantiene ante esta problemática social? ÄLa misma que tuve cuando fui concejal. En ese momento, participé de las reuniones con los Vecinos Unidos por el Agua (VUA) y junto con el Partido Demócrata Progresista (PDP) trabajamos en tres ordenanzas, de las cuales, dos Äla de las obras y la del equipamiento de máquinasÄ fueron promulgadas; y la tercera, la del resarcimiento Äestipulaba destinar un 5 % de Rentas Generales de ese añoÄ fue vetada. Desde el municipio, seguimos apoyando esta ordenanza que en su momento fue vetada y consultaremos a la ciudadanía si está de acuerdo en armar un fondo para hacer frente a este resarcimiento. Todo esto escapa a cualquier finanza de un gobierno y, sobre todo, si es municipal. Por lo tanto, seguimos acompañando este proyecto y no descartamos lograr un consenso entre todos los actores políticos y sociales. Sabemos que es un tema muy serio y caro a los sentimientos y a los intereses económicos de los vecinos que fueron afectados. Desde el municipio, estamos muy preocupados y ya lo he planteado en el ámbito provincial.

Ä¿Qué objetivos propuestos en su campaña todavía no ha podido concretar?

ÄUna sinergia entre lo público y lo privado, fundamentalmente, en ejes económicos productivos. Recién nos estamos encaminando hacia la creación de un área industrial, una playa de transferencia y al pedido de una circunvalación para el desvío del tránsito. No contábamos con personal técnico dentro del municipio para avanzar en estos temas.

Ä¿Cómo se está reacomodando la situación económica de esta Municipalidad?

ÄTanto la situación financiera en la que recibimos este municipio como el incremento de la inflación y la falta de actualización de la tasa municipal nos afecta. Hoy estamos luchando por mejorar nuestra coparticipación en el ámbito provincial porque los gastos corrientes son excesivos y la estructura de personal Äen la actualidad, hay 490 empleadosÄ es muy grande. Además, tenemos una demanda de insumos de alto costo y un parque automotor en decadencia que nos obliga a tercerizar algunos servicios Äpor ejemplo, contratar camiones o maquinarias pesadas y palas mecánicas para realizar las obrasÄ. Por lo tanto, mejorar el equipamiento, optimizar los recursos humanos y lograr austeridad en las cuentas del municipio son puntos básicos que se deberían lograr para encauzar nuestras finanzas. Por supuesto, que todo esto debe estar acompañado por el incremento de la tasa y de la coparticipación.

ÄTras 24 años de gobierno radical en la ciudad de Esperanza, ¿de qué manera se fue aceptando la llegada de una conducción justicialista?

ÄLograr esta adaptación no fue fácil; pero, tampoco imposible. Nosotros tratamos de actualizar los contratos y de pasar a planta permanente a la gente que durante mucho tiempo ha estado contratada. También estamos brindando capacitación laboral para poder exigirles lo que uno espera de ellos. La mayoría de la gente respondió positivamente a nuestras propuestas y, de a poco, se fue alineando con nuestro trabajo porque no se trata de seguir una ideología u otra sino de dar las condiciones laborales indispensables para luego poder exigir.