Política: POLI-08 Melconian, crítico con los Kirchner

El elevado gasto público, la inflación indisimulable y el conflicto con el campo, fueron los ejes de la exposición del economista Carlos Melconian, quien anoche disertó en el Centro Comercial de esta ciudad.

El hombre que Carlos Menem había elegido para el Ministerio de Economía si ganaba las elecciones presidenciales de 2003, cuestionó al kirchnerismo por haber elevado el gasto público en cifras históricas. Según dijo, fue un incremento, incluso, por encima de los niveles registrados en el menemismo cuando el "récord noventista" había sido 14 puntos del Producto Bruto Interno. En el período que inició Néstor Kirchner esa marca supera los 19 puntos.

"Es la dilapidación de recursos más grande de los últimos tiempos y me hago cargo de lo que digo porque tengo los números", señaló.

Melconian desagregó esa diferencia de casi seis puntos entre el nivel de gasto de los noventa y el actual, y precisó que según datos de al Secretaría de Hacienda de la Nación, "dos puntos fueron absorbidos por jubilados y personal, tres puntos por subsidios para contener los precios, y un punto para obra pública, cayendo en las provincias y subiendo en la administración central. Es el mayor gasto público de la historia argentina", insistió.

La inflación

Melconian señaló a la inflación como un problema indisimulable y que sólo el gobierno nacional se resiste a reconocer. Como efecto de ello, dijo que el país está sometido a varias trampas: "una trampa salarial, una trampa jubilatoria, una trampa cambiaria, una trampa tarifaria y una trampa financiera". Sobre esta base, consideró que determinadas acciones del gobierno, como "el proyecto de ley para la movilidad jubilatoria al Congreso o la tablita de Machinea" para redeterminar el pago de impuesto a las Ganancias, son "sólo una aspirina para la lesión de (Martín) Palermo", en alusión al jugador de Boca.

De todas maneras y pese al diagnóstico desalentador, el economista advirtió que "nada de lo que está sucediendo en el país es insalvable o irremediable". Sin embargo, advirtió que no ve "ninguna vocación" en el actual gobierno para salir de esta situación. "Al contrario -señaló-; veo que sigue el chamullo. Porque la tablita de Machinea y el mínimo no imponible son respuestas a la inflación, no aumentos salariales. Es como cuando se reformó el piso de bienes personales; hubo que subirlo porque cualquiera pagaba impuesto a la riqueza. La inflación se comía todo", reiteró. De esta forma, intentó desmitificar el discurso de la presidenta, cuando señala que "por primera vez, los sindicatos se sentaron con el gobierno a negociar el impuesto a las ganancias, como si los trabajadores ganaran más...".

El campo

El economista fue particularmente duro con la gestión de Cristina Fernández de Kirchner, a la hora de evaluar sus políticas para el campo, teniendo en cuenta los niveles de recaudación que genera, sobre todo, el cultivo de la soja.

"La soja -opinó- se podía usar como el cobre en Chile para sentar las bases de un gran país para los próximos años, o para obra pública, o para infraestructura, o para competitividad, o para durar. Y es para esto último para lo que se la está usando".

Melconian recordó que así como se multiplicó por dos la cosecha de soja en los últimos diez años, también se multiplicaron los beneficios que esta actividad economía genera.

"Si Cristina y Néstor veían esto, no podía cometer el error más grande de su historia que es haberse metido con el campo -sostuvo-. Eso ha sido un punto de inflexión. Si Kirchner naciera de nuevo, no podría volver a hacer lo mismo. Hay un antes y un después".

También hizo referencia a lo que generó el conflicto con el campo, y dijo que hizo ingresar al país en un círculo vicioso.

"La gente se asusta entonces compra dólares; el Banco Central no compra, vende; cuando vende, no emite y chupa pesos; entonces sube la tasa, cae el consumo y la recaudación. Es un círculo vicioso", graficó.

Melconian advirtió que tras la derrota del gobierno en el Congreso por las retenciones, el país está en una "cuasi normalización" porque los productores siguen teniendo muchos obstáculos. "Y el gobierno viene a joder al campo de nuevo", advirtió.