Sucesos: SUCE-02
La versión del sacerdote
Grassi habla de complot y vincula a la empresa Hard Communication
Según el religioso, sus problemas comenzaron luego de las denuncias que se realizaran contra Hard Communication por presuntas irregularidades en el manejo de fondos que debían destinarse a la Fundación Felices los Niños. La empresa fue absuelta por la Justicia.

DyN/Télam

El cura Julio Grassi comenzó a declarar ante al tribunal que lo juzga por presunto abuso deshonesto y corrupción de menores y le habría dicho que quienes habrían estado detrás de las denuncias en su contra habrían sido directivos de la empresa Hard Communication y del programa de Susana Giménez, como una suerte de "venganza" por el escándalo de los llamados a beneficio de un concurso televisivo.

Según participantes del juicio, Grassi hizo esta exposición frente al Tribunal Oral 1 de Morón luego de fracasar en su intento para que dos de los tres jóvenes que lo acusaron no estuvieran presentes en la sala de audiencias para escucharlo.

El tribunal entendió que no podía impedírseles la presencia en una indagatoria y ordenó a Grassi hablar frente a ellos, en el marco de una declaración que continuaba hoy a la espera de que el sacerdote conteste preguntas.

Grassi no quiso confirmar ante los periodistas la versión que había dado la querella sobre su declaración ante el tribunal Äsegún la cual habría apuntado al programa de SusanaÄ, en pos de respetar la orden que se impartió para "no mediatizar" las pruebas del juicio.

Sin embargo, cuando le preguntaron si había acusado a la famosa actriz y conductora y al fallecido Rodolfo Galimberti Äel jefe montonero devenido empresarioÄ, Grassi atinó a responder: "No nombré a Susana Giménez para nada". No negó, sin embargo, haber nombrado a Galimberti o a algún otro empresario, mientras que trascendió que sus dichos estarían vinculados con lo que sostiene el cura en su página web: que "el año 2002 fue el del juicio a Hard Communication (por el concurso de Susana Giménez) y un mes después de ese juicio fue el programa de Telenoche Investiga", en donde se ventilaron las denuncias en su contra por abuso.

"Por una cuestión de lealtad con el tribunal no podemos decir nada sobre las pruebas. No voy a hablar de nada por pedido de los jueces porque no voy a incumplir lo que pidió el tribunal", dijo Grassi una y otra vez a los periodistas que lo esperaban afuera de los tribunales de Morón.

El complot

Es que, segundos antes, el abogado Juan Pablo Gallego, representante querellante de Casasidn, había dicho que en su primera parte de indagatoria, Grassi se dedicó a hablar de "un complot" en su contra y de "las amenazas de una conductora televisiva".

"No hubo preguntas porque quiere seguir declarando, pero le vamos a pedir al tribunal que le pida que se ajuste a los hechos del proceso. No se habló de nada que tenga que ver con los abusos", dijo.

Al parecer, Grassi se presentó ante el tribunal para contar su historia y el esfuerzo con el que creó la Fundación Felices Los Niños, para dar cobijo a los niños carecientes, desamparados o abandonados.

Fue así como empezó a peregrinar mediáticamente para difundir su obra y en ese marco se desató en 1998 un escándalo en torno al "Su llamado", un concurso telefónico que se promocionaba en el programa de la popular animadora.

Es que una abogada recurrió a la Justicia porque le habían facturado llamados al 0939-1-2222 de un concurso que ella nunca había realizado y, si bien después se detectó que una empleada habría hecho esas llamadas, lo cierto es que la denuncia generó una investigación que puso en tela de juicio el sistema que buscaba, a través de un juego, ayudar a la Fundación.

Según la denuncia, la liquidación de los montos para la fundación habrían sido muy inferiores a lo que correspondía de acuerdo al acuerdo celebrado entre las partes y se estableció que Grassi habría cobrado, en cuotas, sólo 400 mil pesos de los 18 millones de pesos que la empresa habría recaudado.

Cuando eso se destapó, Susana Giménez entrevistó al sacerdote en su programa para saber sobre sus denuncias y cuánto era lo que él exigía del arreglo, y pronunció aquella famosa frase: "Pero, padre, ¿qué quiere, un Sheraton?".

Grassi no fue querellante en el proceso judicial; desistió de ese rol luego de que la conductora televisiva hiciera una importante donación para terminar las obras que se hacían en la institución para chicos carecientes.

Quienes sí fueron investigados judicialmente y procesados fueron los responsables de Hard Communication que habían firmado el acuerdo con la Fundación: Jorge "Corcho" Rodríguez Äentonces novio de Susana GiménezÄ, el ex dirigente montonero Galimberti y uno de sus ex secuestrados, el empresario Jorge Born, y también Federico Quirno y Roberto Engels.

Sin embargo, impulsado por la Fiscalía, el Tribunal Oral Criminal 19 absolvió a todos los imputados por entender que Hard Communication nunca perjudicó a la fundación de Grassi.

No quiere veedores.

Julio César Grassi afirmó que la presencia de veedores de la Secretaría de Derechos Humanos, finalmente autorizada, resulta una "presión" en su contra en el juicio.

Afirmó que "la Justicia no necesita veedores, es una presión, no una actitud de ver" lo que ocurre en el juicio, por lo que lo definió como "un tema extrajudicial".