Educación: EDUC-01
La matrícula en la UNL sigue siendo baja
Hay muy pocos ingenieros hídricos para satisfacer la creciente demanda
En el último lustro, el promedio de ingresantes fue de 28. La mitad abandona la carrera, sobre todo en primer año, ante las dificultades que trae aparejada una formación deficiente en matemática, física y química. Becas para incrementar el alumnado y trabajo asegurado para los egresados.

A pesar de ser la única del país, la carrera de Ingeniería en Recursos Hídricos de la UNL registró un promedio de 28 ingresantes por año en el último lustro; una cifra que no alcanza para satisfacer la demanda creciente de organismos públicos y privados.

El decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (Fich), Mario Schreider, cree que el bajo nivel de ingresantes responde al desconocimiento de la carrera y del amplio campo de inserción laboral que ofrece, pero también a un modelo propio de los '90.

"La carrera se creó a comienzos de los '70 y hasta la década del '80 tuvo una matrícula muy importante en la medida que la Argentina atravesaba una época de desarrollo y planificación estratégica, fundamentalmente, en lo que tiene que ver con la proyección de sus vías navegables y con el desarrollo hidroeléctico y de los recursos hídricos. Pero en los '90 hubo una pérdida importante de matrícula, acompañada un poco por las ideas que gobernaban en esa época y que mostraban como más atractivas carreras dedicadas a la profesión liberal", destacó Schreider, a lo que sumó entre los detonantes la caída de la productividad y el auge de lo importado.

"Luego de la crisis de 2001, cuando el país se reconvierte y vuelve a iniciar una etapa de desarrollo Äsostenido en los últimos seis añosÄ surge como primera demanda la necesidad de una infraestructura que pueda acompañar las obras y los emprendimientos productivos. Esa infraestructura tiene que ver con producción energética, con las vías de comunicación y con obras básicas para el saneamiento y provisión de agua potable", remarcó Schreider.

Demanda insatisfecha

En los últimos años, la carrera registró un incremento en el número de ingresantes de casi el 50 % , pero en términos nominales los ingenieros en recursos hídricos que forma la universidad siguen siendo pocos. Un dato sirve como muestra: el año pasado se recibieron 4 jóvenes y en 2006, ninguno.

"En un esquema de planificación, la carrera de recursos hídricos puede duplicar o triplicar su matrícula asegurando que el 100 % de sus graduados tenga trabajo y eso tiene que acompañarse con un proyecto de país sostenido", afirmó Schreider, quien dijo que el incremento debe mantenerse en niveles de racionalidad porque no habría mercado para absorber una matrícula como la que tiene hoy informática.

Incentivar la formación de estudiantes de ingeniería en recursos hídricos es clave no sólo para satisfacer la demanda sino porque se trata de una profesión ligada a las necesidades concretas de desarrollo sustentable del país.

"El ingeniero en recursos hídricos es fundamental en lo que la Argentina tiene como una deuda importante: la reactivación de todo su potencial hidroenergético. El país está aprovechando por debajo del 10 % de sus recursos hídricos para producción de energía, y para poder llevar adelante esa recuperación se necesitan proyectos y personas capacitadas tanto desde el punto de vista hidrológico como hidráulico", ejemplificó Schreider, quien puso el acento también en los compromisos internacionales que el país tiene y que incluyen la ampliación de la red de servicio de agua potable.

El ingeniero hídrico está preparado para planificar, proyectar, construir y monitorear obras asociadas con el aprovechamiento y control del recurso hídrico, efectuar investigaciones para aplicar a problemas regionales y nacionales, evaluar la incidencia de las intervenciones estructurales y no estructurales sobre el ambiente y asesorar en la implementación de políticas y normas destinadas al uso y aprovechamiento del recurso.

Becas

La facultad recibe constantemente pedidos de organismos públicos y privados de distintas provincias que requieren jóvenes graduados y, frente a la escasa oferta, algunos estudiantes son tentados con contratos laborales antes de graduarse.

Para favorecer la retención de los estudiantes, la Fich ofrece a través del Programa de Mejoramiento de la Enseñanza en Ingeniería becas para estudiantes que hayan completado el segundo año de la carrera, tengan un promedio superior a 7, 25 años como máximo y dos asignaturas aprobadas del año académico anterior. Además de estas consideraciones pesa el lugar de residencia de los alumnos y su situación económica.

Además de promover el egreso de los alumnos, la facultad está abocada a la difusión de la carrera en distintas ciudades del país y en establecer vínculos con terceros para que financien becas para ingresantes como política para alentar el incremento de la matrícula. Diez son las empresas y organismos públicos que están cooperando en esta instancia con montos que varían de acuerdo al financiador y al lugar de procedencia de los alumnos.

El objetivo es brindar una ayuda económica para que los jóvenes puedan dedicarse plenamente al estudio en los dos primeros años de la carrera, con opción a uno más. "A partir del tercero, nuestros estudiantes tiene otro tipo de ayuda económica dentro del sistema universitario: participan como becarios en los proyectos de consultoría que desarrolla la UNL o tienen cientibecas. En el primer ciclo, queremos que se dediquen únicamente a los estudios porque es cuando mayores dificultades tienen", sostuvo Schreider, tras aclarar los jóvenes de Río Negro reciben la beca durante toda la carrera.

A estos instrumentos de captación y retención se suman las asesorías pedagógicas que brindan a los ingresantes acompañamiento académico a través de las tutorías y contención para evitar que el desarraigo sea un factor determinante que origine el abandono de la carrera y becas de ayuda económica según la situación familiar del alumno.

Herencia y desarraigo

El abandono temprano de la carrera reduce aún más el número de futuros ingenieros. "Como prácticamente todas las ingenierías, Hídricas tiene un problema serio de desgranamiento en el primer año", sostuvo Schreider.

Cerca del 50 % abandona la carrera, sobre todo en primer año, por las dificultades que se le plantean en algunas materias y también por la imposibilidad de superar el desarraigo.

Al ser consultado por las razones que originan el desgranamiento, el decano de la Fich consigna varios factores. Por un lado, aparecen "problemas muy serios en la formación básica de nuestros estudiantes en Matemática, Física y Química, salvo algunas excepciones de escuelas técnicas donde los preparan muy bien". Al toparse con esas dificultades, el estudiante "ve una barrera infranqueable" y decide abandonar.

Otro problema que tienen los jóvenes Ärelacionado tal vez con su grado de maduraciónÄ es la dificultad para abstraer los conceptos. "En general, vienen con reglas muy mecanicistas sobre cómo resolver problemas, cuando lo que hay que utilizar es el ingenio", dijo Schreider, tras aclarar que el desgranamiento después de primer año es muy bajo.

Otras carreras

En la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas también se pueden cursar las carreras de Ingeniería Ambiental, Ingeniería en Agrimensura, licenciado en Cartografía y Ingeniería en Informática. Para obtener más información, los interesados deben ingresar en www.fich.unl.edu.ar, escribir a [email protected] y [email protected] o comunicarse al 4575233.

De Río Negro a Santa Fe

Santiago Lema y Fabián Cabeza comenzaron este año a estudiar ingeniería en Recursos Hídricos en Santa Fe. Uno es oriundo de Viedma y el otro es de General Conesa. Ambos están becados por el Departamento del Agua de Río Negro, que ya les aseguró trabajo -convenio mediante- si culminan la carrera con éxito.

Sin la ayuda de seiscientos pesos mensuales y cuatro pasajes por año para regresar a sus pagos, los jóvenes hubiesen tenido que elegir otra carrera. "Nos dejaron en claro que la beca era por la falta de profesionales", comentó Lema. El joven de 19 años está convencido de que la formación le servirá para realizar proyectos en su ciudad natal. "Uno tiene el incentivo de terminar para volver y ayudar a su comunidad", afirma.

Ambos conocieron la carrera a través de las charlas que brindó la Fich en el sur del país y les interesó el campo de inserción laboral que tienen en su región. "Allá hay mucho trabajo en las chacras, en los campos, pero en el área de ingeniería no se encuentran muchos profesionales", comentó Cabeza.