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Al menos 81 mujeres murieron este año en el país por la violencia doméstica
"La violencia familiar se da en todas las capas sociales"
"El aislamiento y el discurso del maltratador producen una crisis de identidad", asegura Laura Manci. Foto: Amancio Alem.. 

Lo asegura la psicóloga Laura Manci, del Centro de Asistencia a la Víctima de la provincia. Por lo menos 81 mujeres han muerto por violencia doméstica en los primeros siete meses del año en la Argentina. Esta problemática incluye el maltrato físico, psicológico, el abuso sexual y la violencia económica.

Agustina Mai - [email protected]

"No hacés nada", "Estás todo el día en casa", "La plata es mía porque yo la gano", "Sos una puta", "Tus amigas son todas unas locas", "Sos igual que tu madre", "Sin mí no podés hacer nada". "Este tipo de discursos descalificadores, repetidos durante años, producen un efecto en la autovaloración de las mujeres, que terminan sintiéndose como el maltratador dice que son", asegura Laura Manci, coordinadora del área de psicología del Centro de Asistencia a la Víctima, de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe.

La violencia psicológica es una de las facetas de la violencia doméstica, un problema grave que en algunos casos puede terminar en un homicidio. Al menos 81 mujeres han muerto a manos de su pareja, ex pareja o miembro de su familia, del 1º de enero al 31 de julio de 2008, según un relevamiento realizado por Amnistía Internacional. Este estudio se hizo en base a los casos de violencia publicados en algunos diarios de nuestro país. Sin embargo, este dato es sólo la punta del iceberg, ya que no todos los casos son denunciados, y son mucho menos aún los que salen en los periódicos.

La Ley Provincial Nº 11.529 de Violencia Familiar incluye a "todas aquellas personas que sufriesen lesiones o malos tratos físicos o psíquicos por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar, entendiéndose por tal al surgido del matrimonio o uniones de hecho, sean convivientes o no, comprendiendo ascendientes, descendientes y colaterales". Generalmente, esta violencia tiene como víctimas a las personas más vulnerables: niños, mujeres y ancianos.

Contra la mujer

"En nuestra cultura, la socialización coloca a la mujer en una situación de desigualdad frente al hombre, que constituye el terreno fértil sobre el cual pueden aparecer situaciones de violencia.

La violencia contra la mujer tiene que ver con algunas cuestiones de la socialización de género, la familia, la maternidad y la responsabilidad de las mujeres en nuestra cultura", explica Manci.

En este sentido, atribuirle al hombre el poder, la autoridad, la fuerza, la posibilidad de tomar decisiones y el manejo del dinero van en desmedro del reconocimiento de los derechos femeninos. "Los roles tradicionales atribuidos, dentro y fuera de la familia, facilitan que esta diferencia se convierta en una desigualdad: ante la justicia, la educación, la toma de decisiones, etc.", señala.

Un problema social

La violencia contra la mujer es un problema construido socialmente, es decir que ahora hay situaciones que hace décadas no eran consideradas violentas. "El sometimiento y la desigualdad de la mujer llevan siglos, pero recién a fines del XIX se empezaron a escuchar las primeras voces de las mujeres reclamando por sus derechos políticos y laborales", relata Manci.

La lucha de estas mujeres generaron el movimiento feminista: "Ha habido avances en la lucha de la mujer y en la visibilización de la violencia doméstica: se ha logrado legislación específica, sitios donde se atiende a las víctimas y una actitud diferente frente a esta problemática que hace que las denuncias sean muchísimo más frecuentes", señala.

Violencia psicológica

La violencia en el seno de la familia hacia la mujer no incluye sólo la violencia física, sino también el maltrato emocional, el abuso sexual y la violencia económica. En este sentido, Manci reconoce que "son muy frecuentes los casos de maltrato psicológico" y detalla "las restricciones a la libertad de la mujer para determinar su propia vida en relación con el trabajo, el estudio y las personas con las que quieren vincularse; la descalificación y humillación frente a los hijos; la prohibición de que trabaje fuera del hogar; y la desvalorización del trabajo doméstico".

En este sentido, resume "cualquier coerción que impida tomar decisiones sobre sí mismas, incluso sobre su cuerpo, como la decisión de tener relaciones sexuales, tener hijos u optar por algún método anticonceptivo". Por otra parte, la violencia económica implica la exclusión de la mujer en la toma de decisiones en relación con el manejo del dinero.

La intervención

La psicóloga asegura que gracias a la difusión de esta problemática y los cambios en los modelos de femineidad, muchas mujeres se dan cuenta bastante precozmente de lo que están padeciendo. Pero también están las víctimas que no son conscientes de la situación o se sienten incapaces de enfrentarla. En estos casos es frecuente que sea algún familiar el que acuda al centro a pedir ayuda.

"No es recomendable confrontar con la víctima, menos aún si está enamorada, porque hay cierta ceguera y alienación. Esto exige un acompañamiento y no cuestionar a la persona maltratada. "¿Cómo lo permitís?' o "¿por qué lo hacés?' son frases que aumentan el sentimiento de impotencia y disvalor. Es necesario estar cerca y mostrarle que hay otras posibilidades de relación", explica Manci.

Además, asegura que no se le exige a la persona que deje a su pareja o que la denuncie, sino que se le indica como un hecho positivo el haber pedido ayuda y lo que se pretende es que esa primera decisión, que es la más difícil, la pueda sostener y ampliar para volver a ser quien era. "Cuando se sufre la violencia, en algunas ocasiones se termina produciendo un proceso de despersonalización: el aislamiento y el discurso colonizador del maltratador terminan con una crisis de identidad, que lleva su tiempo revertir", sostiene la especialista.

Factores

"Afortunadamente la sociedad está más sensible y cuando la gente pide ayuda encuentra una receptividad distinta, hay menos cuestionamientos y menos re-victimización. Indudablemente todavía queda muchísimo por hacer", reconoce la psicóloga.

Consultada acerca de la asociación entre violencia y pobreza, asegura: "El factor económico no es el más importante. En países desarrollados se invierte muchísimo dinero en la lucha contra la violencia doméstica, por ejemplo España, y aún teniendo una serie de dispositivos protectores las víctimas fatales en ese país son muy altas. Es un problema que se da en todas las capas sociales, en mujeres que no han recibido ninguna instrucción y en profesionales, en países desarrollados y subdesarrollados".

Entre otros factores que coadyuvan, Manci menciona el alcoholismo y la drogadicción, aunque concluye: "El maltrato hacia la mujer no se combate sólo con legislación, represión o dispositivos de seguridad, porque uno de los factores más importantes tiene que ver con la consideración cultural hacia la mujer y eso sólo se puede modificar con cambios de conducta, imbrincados en procesos de educación".

Experiencia piloto

La Corte Suprema de Justicia de la Nación inauguró este mes la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), con el objeto de garantizar el acceso rápido a la Justicia, a víctimas de maltrato físico o psicológico.

La OVD constituye una experiencia piloto que se desarrollará en la Ciudad de Buenos Aires. Funciona en Lavalle 1250, las 24 hs de los 365 días del año, y está integrada por siete equipos interdisciplinarios, conformados por médicos, psicólogos, asistentes sociales, psiquiatras y abogados.

El organismo se ocupará no sólo de asistir médica, psicológica y jurídicamente a las víctimas de violencia familiar, sino que además los profesionales que allí se desempeñan actuarán como "grupo de peritaje" en los procesos judiciales que requieran la realización de exámenes médicos, psicológicos y/o sociales.

Asimismo se espera que la OVD pueda elaborar estadísticas confiables en torno de esta problemática.

Algunos números

En la provincia de Santa Fe no hay un registro unificado de casos de violencia doméstica, por lo que sólo se pudieron conseguir algunos datos parciales.

En el Tribunal Colegiado de Familia Nº 2, secretaría Nº 2 se realizaron 758 denuncias por violencia familiar desde principios del 2007 a la fecha. Si se tiene en cuenta que en total son 4 secretarías, la cifra total ascendería a las 3.000 denuncias en el último año y medio.

En tanto, en el Centro de Asistencia a la Víctima de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, durante el año 2007 se atendieron 2.700 casos, de los cuales, un 75 % aproximadamente corresponde a violencia familiar, es decir cerca de 2000 casos.

Asesoramiento

El Centro de Asistencia a la Víctima, de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, atiende en San Martín 1615 (Santa Fe), de lunes a viernes de 8 a 17, o bien, comunicándose al Tel. (0342) 4572993.

En cifras

  • %s81 mujeres

    asesinadas por su pareja, ex pareja o un miembro de su entorno familiar desde el 1º de enero al 31 de julio de 2008.

  • 11 mujeres por semana sufren algún tipo de violencia (doméstica, en el ámbito laboral, en la calle). Son aproximadamente 47 casos por mes.

  • Cada 3 días 2 mujeres sufren violencia física (agresiones o muerte) que, en algunos casos, implica la muerte. Esto significa 20 mujeres al mes.

  • 1 caso de violencia sexual (agresiones o muerte) por día.

  • Cada 5 días 4 mujeres sufren violencia doméstica (agresiones o muerte).

  • 1 mujer muere a manos de su pareja, ex pareja o un miembro de su entorno familiar cada 2 días y medio. Es decir, 12 asesinatos al mes.Datos relevados por Amnistía Internacional en algunos medios de comunicación impresos y online del país, entre el 1º de enero y el 31 de julio de 2008.

  • Miedo a denunciar

    Es sabido que son pocos los casos de violencia familiar que son denunciados. ¿Por qué? Laura Manci explica que se trata de "una problemática que ha estado oculta durante mucho tiempo y que las víctimas la han vivido como una cuestión vergonzante, de la cual ellas son responsables. Por lo tanto no tienen que hacerla pública y tienen que buscar ellas la solución".

    Asimismo, el ocultamiento se explica porque en muchos casos "las mujeres aman a la persona que las maltrata": "No hay que catalogarlas de masoquistas por eso, sino que hay que tener en cuenta que el maltrato no es permanente. La misma persona que es capaz de insultar, también puede decir frases como "Sin vos no puedo vivir', "Sos lo más importante de mi vida', "No puedo soportar que quieras a otras personas', "Los celos son una demostración de afecto', "Yo soy el único que te quiere de verdad'", argumenta la psicóloga.

    Si bien estas situaciones aparecen con la convivencia o el casamiento, muchas de ellas se inician en el noviazgo. En este sentido, la especialista explica que "en un estado de enamoramiento es difícil determinar el límite entre el celo propio de las relaciones de pareja a la posesividad del celo patológico" y asegura que "esa confusión es muy frecuente en la adolescencia".

    Por otra parte, la falta de denuncias tiene que ver con el miedo que genera el maltratador sobre la víctima: "Muchas señoras que vienen plantean que su pareja las amenaza con hacerlas matar por $ 500. Es una amenaza que provoca terror porque además hay datos de la realidad que nos indica que eso puede suceder", sostiene Manci.

    En tanto, el psicoanalista colombiano Mario Elkin Ramírez, especialista en violencia, considera que "muchas veces no se realiza la denuncia porque si se encarcela al maltratador, se pierde el sustento económico para la familia".