En GNC Santa Fe Oyrsa, boqueteros dieron un cuantioso golpe. En La Boutique del Auto hubo otro hecho ejecutado con idéntica metodología. En Lossada Motos un sujeto rompió la vidriera y se llevaba una Mondial Dax. Fue apresado.
Danilo Chiapello
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Una madrugada a todo vapor tuvieron los cacos locales que asestaron tres certeros golpes en comercios de nuestro medio.
Es de hacer notar que dos de los ilícitos fueron cometidos en la misma cuadra de bulevar al 3400, esto es, en el plena zona céntrica, a escasos metros de la rotonda que se ubica frente a la cancha del club Unión.
Golpe quirúrgico
La nefasta secuencia arrancó esta mañana en la empresa GNC Santa Fe Oyrsa, ubicada en 1ra. Junta al 3700, en el siempre convulsionado barrio Roma.
Tal como viene ocurriendo en los últimos atracos, aquí los delincuentes cortaron las chapas del techo de un galpón para comenzar a ganarse al interior del comercio. Dado este paso los rufianes cortaron el fluido eléctrico como para garantizarse que nada inesperado "pueda saltar".
Siguiendo un perfecto plan los cacos se hicieron de varios monitores para computación de cristal líquido, dos notebooks; además de cajas con herramientas y otras tantas con las obleas de verificación.
Pero lo peor es que se llevaron un moderno scanner de inyección, detector de fallas, cuyo costo fue valuado en aproximadamente 10 mil euros.
Es de hacer notar que los sujetos tenían muy en claro su objetivo, por cuanto trascendió que en su recorrida por el lugar ignoraron detenerse en una caja fuerte.
Se supo además que los ladrones "trabajaron" con guantes para no dejar rastros de su tarea. "Fue un golpe de una precisión quirúrgica" opinó esta mañana uno de los investigadores consultados.
Maldita cuadra
En tanto la cuadra de bulevar al 3400 fue escenario de dos increíbles episodios delictivos.
El primero de los hechos ocurrió cerca de las 4 y tuvo lugar en el local de Lossada Motos. La madrugada transcurría de modo normal hasta que un joven, de unos 22 años, se acercó de repente y se ubicó en la vereda del local.
Decidido a todo, de una patada rompió una de las vidrieras del comercio.
Hasta allí todo parecía indicar un simple hecho de daño. Pero no. Acto seguido el individuo ingresó al negocio, tomó una Mondial Dax y la sacó a la calle.
Como si nada hubiese ocurrido se la llevaba caminando por el bulevar. Quiso la suerte que a los pocos minutos una patrulla del Comando pase por el lugar y advirtió la anormal situación.
Una pocas palabras bastaron para que los agentes se dieran cuenta de lo sucedido, por lo que de inmediato el frustrado motociclista quedó detenido en la seccional 4ta. Vale acotar que en su intento por apoderarse del rodado el rufián sufrió heridas cortantes en sus brazos.
Más de boqueteros
Por último se tuvo noticias sobre otro comercio robado en bulevar al 3400. Se trató de La Boutique del Auto, negocio dedicado a la comercialización de accesorios y repuestos para el automotor.
Con idéntica metodología a lo ocurrido en GNC Santa Fe Oyrsa, los malvivientes cortaron las chapas de un techo y se descolgaron hacia el interior del local.
En este caso la acción se concentró en la caja desde donde se alzaron con unos 500 pesos, además de algunas herramientas.
Voceros calificados indicaron que los cacos también se llevaron una costosa tijera para cortar metales.