Región: REG-01
La ruta del mate: Misiones, Caa Matí
Descubriendo la yerba orgánica
Caá Matí (yerba mate en Guaraní). Foto: Néstor Carvallo

El establecimiento Felicitas, ubicado dentro de la estancia Roa Pipó en la provincia guaraní, elabora cerca de 300 mil toneladas de yerba orgánica, manteniendo un proceso artesanal generación tras generación. Además de vender la producción en la zona y en Buenos Aires, exporta a Alemania unos 80 mil kilos al año y sigue ganando mercados.

José Zenclussen[email protected]

La estancia Roa Pipó está ubicada en la localidad de Santo Pipó (Santo de pies y manos), sobre la Ruta Nacional N´ 12, a xxxxx kilómetros de la ciudad de Posadas. Dentro de las 100 hectáreas que comprende la estancia, se ubica el Establecimiento yerbatero Felicitas, a cargo de Roger Netter (bisnieto de Alberto Roth, fundador del establecimiento), el cual produce entre 250 a 300 mil toneladas de yerba orgánica por año.

Algunos de los yerbatales de la Estancia tienen cerca de 70 años y se encuentran ya muy debilitados. La producción de yerba orgánica, elaborada en el establecimiento se vende mayormente en locales de la zona y dietéticas de la provincia de Buenos Aires. Además de ventas en el mercado interno, Felicitas exporta cerca de 80 mil kilos a Alemania, en tres o cuatro etapas de 20 mil kilos cada una. En este caso, se trata de una yerba verde (con poco estacionamiento) y sin palo.

Para certificar que no se utilicen productos químicos en los yerbales, el establecimiento recibe dos veces por año a la certificadora OIA (Organización Internacional Agrícola), con sede en Capital Federal y con validez en Estados Unidos y Europa. Durante las inspecciones se realizan estudios de la tierra y los productores lindantes con el establecimiento deben firmar un escrito en el cual se comprometen a no utilizar pesticidas a 30 metros de los yerbales de Roa Pipó.

Los pasos, de la planta al paquete

Después de la cosecha, el primer proceso se realiza en el secadero. En esta primera etapa se descarga la hoja verde de los camiones en el playón de ingreso. En esta instancia, los orquilleros se encargan de tirar la hoja en forma gradual a uno tubos (para no saturarlos) que desembocan en la zapecadora, y pocos segundos después, la hoja comienza a perder humedad o deshidratarse.

El funcionamiento de la zapecadora consiste en que la hoja pase durante breves segundos a través de las llamas, en donde un intenso calor rápido hace que la superficie de la hoja, se "abra o reviente", y que se quemen los aceites que están en la superficie.

El paso por las llamas es importante, porque si se dejaran los aceites que contiene la hoja, el mate sería mucho más amargo. De este proceso depende que la yerba no sea tan fuerte y prepara la yerba para el paso siguiente.

El Barbacuá

El segundo proceso por el que pasa la hoja -una vez deshidratada- es el Barbacuá. La yerba es llevada por cintas transportadoras hasta una especie de canasto de mimbre "puesto al revés". Luego se coloca en un catre, en donde se reparten las hojas en una superficie pareja a 80 centímetros de la corriente de calor.

Durante este proceso las hojas de yerba permanecen en el Barbacuá entre 6 y 8 horas, y en el transcurso de ese lapso, cada 10 minutos se la remueve para que se seque en forma pareja. El encargado de esta tarea es el "Gurú", quien es responsable de graduar la intensidad del fuego y de la ventilación. Una vez terminado el proceso de secado en el Barbacuá, las hojas son llevadas a través de cintas elevadoras, y pasan al tercer proceso: la canchadora (molienda gruesa). Cabe destacar que en los establecimientos más modernos el secado se hace a través de cintas transportadoras.

La molienda

Una vez secada en el Barbacuá, la yerba se lleva al molino, donde se realiza la canchada o molienda gruesa.

Durante este proceso se pasa la yerba por tamices para separarla del palo y el polvo. Luego se deposita en distintos cajones de madera con capacidad de 3.000 kilos cada uno, y se dosifica la mezcla de acuerdo al pedido del cliente, instancia en la cual el buen ojo del especialista es fundamental. De esta manera, el establecimiento Felicitas produce yerba suave, fuerte y extra fuerte, toda orgánica.

Etapa final

Luego, el material sube a los silos y luego pasa a la empaquetadora (en todo ese proceso la yerba se sigue moliendo). Por último la mezcla recae en la envasadora y de allí al paquete, que a su vez es compactado.

La envasadora produce un paquete de yerba por minuto, mientras que en procesos más industrializados se elaboran 60 paquetes por minuto, con varias máquinas y con un sólo operario.

La empaquetadora, traída desde Buenos Aires en 1935, cuenta con un motor y un cigüeñal que hace de martillo y envía la yerba a través de los dosificadores de 1/2 y 1 kilo.

De esta manera, el establecimiento Felicitas sigue aferrado a la tradición yerbatera de las primeras épocas, manteniendo un producto natural como elemento diferenciador, el que le permite llegar a nuevos mercados internacionales, los que priorizan la calidad del producto final: la buena y auténtica yerba misionera.

Además, los propietarios proyectan mantener la fundación Alberto Roth, sustentando la actividad en la diversificación productiva, emprendiendo alternativas tales como un vivero de flora y fauna autóctonos, dulces artesanales, y otros. Porque en Misiones, la yerba mate (Caá Matí), es más que un estilo de vida.

La yerba mate o árbol de monte es una planta perenne,es decir que no pierde las hojas en invierno y llega a crecer cerca de 15 metros de altura. En las plantaciones de yerbales solamente se lo deja crecer hasta 1,60 m. de altura para poder cosecharlo más fácil. La zafra de la yerba mate comienza en el mes de abril y culmina el 30 de septiembre, de acuerdo a lo establecido por el INYM (Instituto Nacional de la Yerba Mate). Las hojas de yerba, una vez secadas necesitan un estacionamiento mínimo de 9 meses, en "tangilones" ó silos de madera donde se produce la fermentación que le da el gusto característico al mate.

Plagas y control natural

En cuanto a las plagas que atacan a la yerba mate se encuentra el "kirito", esta larva se introduce en el pie del tronco del árbol de yerba mate, lo perfora y termina debilitándolo y provocándole la muerte. También dentro de los insectos que afectan las plantaciones de yerba mate podemos encontrar un "sílido". Esta plaga ataca al ápice donde la planta brota, en el tallo de la hoja nueva.

El insecto pica a la hoja, deposita sus huevos y como consecuencia de esto la planta se defiende, enrolla la hoja (proceso conocido como "rulo de la yerba") y allí se desarrollan los huevos puestos por el insecto y la hoja termina muriendo.

En consecuencia, para poder controlar los yerbales de los ataques de las plagas, hay un método químico (fungicidas y herbicidas) y otro natural. Gracias a investigaciones desarrolladas por el INTA y otros organismos, se pudo conocer que el "sílido" sólo ataca a la planta de yerba mate si la cosecha fue tardía -por ejemplo, en el mes de octubre-, la brotación viene con poca fuerza, debilitada y en ese momento ataca el insecto. En cambio si la zafra se realiza en el momento adecuado, el ataque de la plaga no ocurre y si llegar a atacar con pequeñas técnicas se soluciona.