El invicto cordobés Roberto Sosa (51,950 kilos) venció al brasileño Reginaldo Martins (51,900) por nocaut técnico en el primer round y retuvo su título Fedelatin AMB supermosca. El choque entre Sosa y Martins fue el principal de la velada, que se desarrolló en el club Atlético Canalense, de la ciudad cordobesa de Canals.
El campeón realizó así la primera defensa exitosa del cinturón que obtuvo al superar a Ariel Alassia por nocaut técnico en el tercer round, el 3 de noviembre de 2007, en la Ciudad de Buenos Aires. Sosa es, a los 23 años, una de las promesas del boxeo argentino, ocupa el primer lugar en el ranking nacional y el décimo en el de la AMB. La campaña del cordobés hasta ahora es perfecta, ya que se impuso en la totalidad de sus 14 combates, consiguiendo triunfos expeditivos en ocho ocasiones.
Volviendo a lo ocurrido, el púgil local aprobó su primer examen internacional con una calificación destacada, ya que superó al ex retador mundialista en tan sólo dos minutos y 56 segundos.
Las claves para lograr su decimocuarto triunfo las encontró en la potencia de su pegada y en su capacidad ofensiva, características que le permitieron causarle al paulista las tres caídas que automáticamente derivaron en la finalización del pleito.
Sosa salió decidido a adueñarse del centro del ring desde el campanazo inicial y enseguida consiguió poner a su rival contra las cuerdas, en donde no tuvo inconvenientes para castigarlo en las zonas blandas.
Un gancho zurdo que golpeó profundamente el hígado de Martins, y que lo obligó a adoptar la posición fetal sobre el tapiz, fue el primer aviso de lo que estaba por venir. El árbitro Ramón Martínez lo habilitó a continuar luego de la cuenta correspondiente, pero el brasileño no consiguió evitar el asedio de su perseguidor y una combinación fulminante de ataques bajos y altos lo devolvió a la lona.
El oriundo de San Pablo se levantó una vez más e intentó ya sin mucha convicción cambiar su suerte, hasta que un derechazo recto de Sosa encontró su barbilla y le provocó el séptimo revés precipitado de su carrera.
En otro momento de su campaña, Martins se enfrentó al mismísimo Omar Narváez por la corona OMB de los moscas. Sin embargo, esta vez demostró no tener la capacidad de absorción necesaria para medirse con un pugilista joven en pleno ascenso. A los 37 años, su récord comprende 17 peleas ganadas (seis antes del límite) y ocho perdidas.