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Un consorcio integrado por las cámaras madereras, municipios, cooperativas energéticas y la provincia, explorará la factibilidad de un proyecto que permita producir energías alternativas a partir de la quema de restos de madera, aserrín o cáscara de arroz.
De la redacción de El Litoral
De los residuos de la madera a la combustión. De la combustión a los gases. De los gases a la generación de energías alternativas. Con esa meta, las cámaras madereras de la provincia, el Ministerio de la Producción, cooperativas energéticas, Luz y Fuerza y el municipio de Cañada de Gómez firmaron un convenio para trabajar en la elaboración de un proyecto que demuestre su factibilidad y permita obtener el financiamiento necesario para poder concretarlo.
"En el marco de la cadena de valor de la forestoindustria, el objetivo es ver cómo se puede generar energía a partir de distintos recursos de biomasa. Hemos coincidido en que del mismo modo que lo que sucede en muchos países del mundo, la generación de energía puede ser obtenida a partir de recursos renovables. Estamos hablando de un nuevo biocombustible, porque si bien en el imaginario social los biocombustibles están asociados a biodiésel y etanol, los recursos de biomasa forestal u otros recursos orgánicos también pueden transformarse en un elemento importante para la generación", explicó el secretario del Sistema Hídrico, Forestal y Minero, Ricardo Biani.
El funcionario aclaró que tampoco se trata de recrear el concepto de la leña como fuente de energía. "Se trata de aplicar el mayor paquete tecnológico disponible para transformar esa energía acumulada del sol en energía eléctrica. Creemos que es un aporte que tendería a resolver algunas de las dificultades de producción energética, y por otro lado, permitiría la creación de nuevos puestos de trabajo", comentó. El funcionario puso énfasis en el "altísimo componente social" que, a su criterio, tiene el proyecto en cuestión..
Residuos
La cooperativa eléctrica que firmó el acuerdo es de Cañada de Gómez. Según contó su titular, Omar Zorzenón, la función habitual de la entidad es atender 150 mil hectáreas en plena "pampa gringa", a través de 1.600 kilómetros de líneas.
Esa ciudad posee una importante industria maderera que, en parte, motorizó la idea de aprovechar esos residuos para generar energía.
"De 200 industrias que posee Cañada, 120 son del mueble, con lo cual el volumen de desperdicio de madera es muy grande, y la cantidad de residuo de este tipo que tenemos en los basurales, también es muy grande. Son residuos inflamables, por lo que una cosa peligrosa pasaría a ser de utilidad y contribuiría a una ciudad más limpia", comentó Néstor Cidotti, de la Cámara del Mueble.
Cidotti destacó, además, la versatilidad del proyecto.
"No estamos diciendo que esto va a funcionar con un solo tipo de combustible. Al margen de Cañada de Gómez, analizaremos en cada región el combustible local a utilizar, para poder insertar este modelo productivo regional según los residuos de cada lugar", mencionó.
Los promotores de la iniciativa también apuestan a poder utilizar el desarrollo local tanto para las maquinarias como para las centrales.
El empresario aclaró que prácticamente todas las cámaras del mueble de la provincia han manifestado su adhesión al proyecto que impulsan. Biotti, por su parte, acotó que recibirán asistencia técnica de la Secretaría de Agricultura de la Nación, a quien ya enviaron copia del proyecto..
El proceso
Según explicaron en conferencia de prensa los firmantes del convenio, el proceso de generación de energía puede ser diverso. Pero comentaron que una de las alternativas es a través de la quema de los residuos en hornos con temperaturas controladas, que permiten la emanación de vapores y gases de combustión. Este sistema ya funciona en Uruguay, donde se utiliza el aserrín y la cáscara de arroz.
"Lo que uno maneja son gases de alta temperatura y a su vez, las cenizas que se generan, que no son volátiles, se pueden usar como aditivo de la industria del vidrio", comentaron. Todos insistieron en que la pretensión es lograr un desarrollo tecnológico local, que pueda ser exportable.
"Santa Fe tiene empresas que fabrican calderas, y como el proyecto también requiere un software especial, ya estamos trabajando con la cadena de valor de Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación para poder diseñarlo", acotó Biani.
Zorzenón fundamentó la iniciativa en la necesidad de terminar con el esquema actual que hace que desde el presupuesto nacional se subsidie en gran medida la tarifa energética de las provincias.
"Es un monto de recursos que lo estamos pagando todos indirectamente, y eso es lo que nos lleva a sentarnos a la misma mesa y buscar alternativas", admitió. A su criterio, la inversión necesaria no será tan elevada. "Creemos que vamos a conseguir la plata", concluyó.
Alternativa
La utilización de biomasa como fuente de energía implica un sistema energético disperso, renovable, con los centros de producción de la biomasa, cercanos a las instalaciones de producción energética. Ello permite una integración completa del ciclo energético en el medio rural junto con la actividad agrícola tradicional. La decisión de buscar energías alternativas responde a las dificultades derivadas del aumento del precio de los combustibles fósiles, a la escasa o nula inversión en los sistemas de generación y transporte de energía, y al cumplimiento de exigencias respecto de la sustentabilidad que debe garantizar el sistema de generación.
Objetivos
El consorcio constituido a partir de la firma del acuerdo citado tiene como objetivos realizar los estudios de viabilidad técnica y económica para la generación de energía eléctrica a partir de biomasa en tres regiones de la provincia de Santa Fe. Además, desarrollar, incrementar y concretar la identificación de fuentes de financiación para la formulación del proyecto; y facilitar el diseño y la fabricación de la tecnología y el equipamiento de transformación de la misma en energía. Asimismo, se propone formular un plan de negocios y diseñar una estrategia de comercialización común.