Información General: INFO-02
Desafíos ante el Bicentenario
Duro documento del Episcopado

Desde la localidad bonaerense de Pilar, el Episcopado dio a conocer hoy el documento "Hacia un Bicentenario con justicia y equidad". En sus doce carillas, los obispos hicieron hincapié en la importancia del diálogo y de los acuerdos entre instituciones, y criticaron el estilo confrontativo del gobierno.

"Nunca llegaremos a la capacidad de dialogar sin una sincera reconciliación", advirtió la Iglesia. Para lograr este objetivo, el clero exhortó a "evitar las concepciones que nos dividen en puros e impuros y no alentar nuevas exasperaciones y polarizaciones".

En una crítica indirecta, al estilo político del gobierno de Cristina de Kirchner, el documento del Episcopado pone el acento en la necesidad de pensar en un proyecto de país basado en el diálogo y los acuerdos entre distintas instituciones. Y pide implementar políticas para el campo, promover el federalismo y la inclusión social. El texto elaborado por los obispos llamó a poner el diálogo por encima "del afán de dominio" y los "intereses partidarios". Y pidió que la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de todos los argentinos, se conviertan en la "prioridad" nacional.

"Con vistas al Bicentenario 2010-2016, creemos que existe la capacidad para proyectar, como prioridad nacional, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de todos. Anhelamos poder celebrar un Bicentenario con justicia e inclusión social. Estar a la altura de este desafío histórico, depende de cada uno de argentinos", indicaron en el documento.

Los prelados advirtieron acerca de la situación social que padece el país. "En el actual cambio de época, emerge una nueva cuestión social. Aunque siempre tuvimos dificultades, hoy han surgido formas inéditas de pobreza y exclusión. Se trata de esclavitudes modernas que desafían de un modo nuevo a la creatividad, la participación y la organización del compromiso cristiano y ciudadano.

Como señala el Documento de Aparecida, hoy los excluidos no son solamente explotados, sino que han llegado a ser sobrantes y desechables", apuntaron. "La persona humana nunca puede ser instrumento de proyectos de carácter económico, social o político -prosiguieron-. Por ello, ante todo queremos reafirmar que nuestro criterio de priorización será siempre la persona humana, que ha recibido de Dios mismo una incomparable e inalienable dignidad. La Iglesia quiere ser servidora de la dignidad infinita de cada persona y de todos los seres humanos".