Batalla económica con trágico final

Oscuros manejos de dinero detrás del crimen de Valeria

Importantes sumas de dinero en dólares, división de bienes y demandas por cifras varias veces millonarias, se esconden tras el brutal asesinato de Valeria Caggiano.

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Plazos fijos por cuantiosos montos en dólares fueron realizados en el Citigroup, sucursal Miami. La documental del caso ahora es analizada por los investigadores.

Foto: Archivo/El Litoral

Danilo Chiapello

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Plazos fijos en dólares; transacciones en bancos del exterior, y demandas judiciales por cifras millonarias, son algunos de los delicados aspectos que comenzaron a asomarse tras el sangriento crimen de Valeria María Caggiano (38).

Si bien en principio el caso estuvo perfilado como de índole pasional, al día de hoy los investigadores encaran el asunto como un crimen pasional, aunque con una muy fuerte motivación económica.

El aspecto pasional quedó meramente reducido a una cuestión técnica, dado que tanto la víctima como la única persona sobre la que hasta ahora pesan sospechas, tiempo atrás fueron esposos.

Momento crucial

Mayo de 2001 puede señalarse como el inicio del drama. Por aquel tiempo, la ciudad se sacudió con una noticia: por primera vez la Justicia Federal ordenó penas de prisión efectiva para cinco empresarios del sector cerealero condenados por evasión.

Se los encontró culpables de crear empresas fantasma para eludir sus obligaciones.

A partir de la acción de la Dirección General Impositiva (DGI) se determinó que la evasión llegaba a unos 4 millones de pesos admitidos en prueba, aunque se cree que la cifra debió ser por lo menos diez veces superior, según fuentes judiciales. (ver la clave)

Uno de los empresarios condenados fue Mario Daniel Bardina, hoy único detenido, y por entonces esposo de Valeria María Caggiano.

La resolución judicial envió a prisión a Bardina, quien debió pasar una considerable temporada “a la sombra” en dependencias de la Prefectura Naval Argentina.

Sobre llovido...

Pero las malas noticias no terminaron allí para el empresario, ya que en medio de su estadía en prisión recibió la notificación de un pedido de divorcio por parte de su esposa. Además, el traspié judicial le significó quedar inhibido comercialmente. Todas estas cuestiones fueron minando la capacidad de maniobra económica de Bardina. Fue en esta circunstancia que de su patrimonio se esfumó una cifra cercana a los 280 mil dólares.

Al cabo de tres años preso, el otrora empresario recuperó su libertad. Y claro que lo primero que hizo fue intentar recuperar el dinero. Tarea que no le sería nada sencilla, pese a que Bardina es conocido en distintos ámbitos como un verdadero “máster” en cuestiones de negocios. “Tiene una habilidad pocas veces vista”, aseguró hoy uno de nuestros entrevistados.

La pista económica

* Febrero de 2005 es otro momento clave en esta historia. Se descubre la documental que acredita dos plazos fijos realizados en el Citigroup, de Miami. El primero es por 50 mil dólares y el segundo por 99 mil, de la misma moneda.

Otras transferencias de dinero se detectaron en un banco de Montevideo, Uruguay.

* Agosto de 2006. El siguiente capítulo se desarrolló en el juzgado Civil y Comercial Nº 11. El padre de Bardina, en representación de su hijo, inicia los trámites preparatorios para iniciar una demanda contra Valeria Caggiano y su madre, Marta Villalba.

Lo que se buscaba era el reconocimiento de la documental de los plazos fijos. Para ejercer mayor presión traban embargo. Pero, cuando nadie lo esperaba, los demandantes dejaron pasar 15 días, y de este modo el trámite iniciado caducó.

Y la más reciente batalla judicial data de agosto de 2008, cuando Bardina en persona entabla una demanda principal reclamando 150 mil dólares.

La contraofensiva no se hizo esperar. Y fue entonces cuando se supo que la ex mujer del empresario le había iniciado dos juicios. En correccional, una demanda por alimentos, y en Civil, inició acciones reclamando división de bienes por una suma varias veces millonaria.

Para esta altura, los investigadores de la URI abocados al caso, parecen expertos contadores más que rudos policías.

No obstante, en las últimas horas, dos sombras se ciernen entre los despachos de los pesquisas: el crimen por el encargo y la contratación de sicarios.

 

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ADEMÁS

Demorado e incomunicado

El ex marido de Valeria Caggiano pasó de estar arrestado a quedar demorado e incomunicado por orden del juez de turno, Rubén Eduardo Saurín, quien posiblemente lo indague el lunes de la semana próxima, informaron fuentes cercanas al caso.

El hombre de 46, quien supo estar preso algunos años por delitos económicos contra el Estado, quedó arrestado el miércoles a la noche, cuando la policía llegó hasta una casa de Roque Sáenz Peña y J.J. Paso del barrio Chalet.

En el allanamiento se incautaron dos armas de fuego -un revólver calibre 38 y una pistola Ballester Molina del 45-. Al parecer una de las armas carecía de numeración y por ende no tenía la documentación apropiada. Por ese delito, es que el magistrado lo indagaría el lunes, puesto que todavía no hay elementos materiales ni testigos presenciales que vinculen al ex marido con la autoría del crimen.

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LA CLAVE

Un error inadmisible

En aquel juicio de 2001, la DGI, si bien determinó los montos evadidos, lo que derivó en sus condenas, omitió intervenir como actor civil. En consecuencia, no quedó establecido en el juicio que los evasores deban reintegrar al fisco las sumas evadidas, ni se adoptaron medidas para asegurar bienes de los imputados.