EN EL CENTRO CULTURAL PROVINCIAL

Última de “El acompañamiento”

La puesta de la obra de Carlos Gorostiza podrá verse por última vez este sábado, en la piel de Carlos Valinotti y Elbio José Pieroni.

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Ser en la vida aquello que siempre soñamos ser y mantener vivas las utopías es el mensaje de la obra.

Foto: Archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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“La superación del tipo que siempre vivió con la ilusión de ser cantor y, a pesar de la vida que tuvo que llevar, aún en su adultez mantiene vivo ese sueño”. Esta es, según Carlos Valinotti, la historia que narra “El acompañamiento”, la emblemática obra de Carlos Gorostiza que cosechó aplausos en una sala santafesina y esta sábado a las 21.30 hará su última puesta en la Sala Foyer del Centro Cultural Provincial -Junín 2457-.

Junto a Elbio José Pieroni hilará la historia de “Tuco”, un hombre que para sobrevivir a la realidad que comprende pero no quiere aceptar, se sumerge en una especie de locura y se encierra en su habitación a cantar y practicar.

Cargada de una potencia emotiva inaudita en comparación a su brevedad, la obra es definida por Carlos Valinotti, su protagonista y director, como “un canto a la amistad. Es la superación del tipo que siempre vivió con la ilusión de ser cantor, y a pesar de la vida que tuvo que llevar, aún en su adultez mantiene vivo ese sueño”.

Un clásico argentino

La obra de Gorostiza fue escrita en 1981 para ser representada en un encuentro teatral celebrado en Buenos Aires durante la dictadura militar. El acontecimiento adquirió con el paso del tiempo un carácter histórico de fuerza indiscutible. Se llamó Teatro Abierto, donde figuras destacadas del quehacer teatral aunaron esfuerzos para tratar en distintas obras un tema por entonces ausente, la libertad. La puesta fue dirigida por Alfredo Zemma e interpretada por Carlos Carella y el recientemente fallecido Ulises Dumont.

Hoy en la piel de Valinotti y Pieroni, Carlos explicó que en escena, “El acompañamiento” plantea “la locura, la visión de Tuco” y la realidad de Sebastián, “el amigo que se conformó con el quiosco al que dedicó toda su vida”. Para Carlos, esta puesta que cuenta con Juanjo Vitale como ayudante de dirección, plantea el juego de “ver cuál de los dos es el fracasado”, y desdibuja la risa con un final antológico que hizo de esta pieza un clásico del teatro argentino.