Entrevista con Orfilio Marcón
“La clave es trabajar sobre
el consenso de la sociedad”
El intendente de Avellaneda dialogó con El Litoral sobre la marcha de su gobierno durante el último año. También se refirió a la relación con la provincia y la Nación; y a los factores que nutren el presente de la ciudad que gobierna.
Gustavo Capeletti
El titular municipal de Avellaneda, Orfilio Marcón, se explayó sobre la realidad que vive el distrito que gobierna por quinto período consecutivo, luego de un año signado por la crisis del campo, la sequía, y ahora, por la incertidumbre de la economía mundial que afecta a la Argentina; a Santa Fe, especialmente; y a esta región norte, particularmente. En gran medida, porque su economía depende de las producciones agropecuarias, y por ende, de los precios de algunos commodities que hoy se exhiben devaluados.
—¿De qué manera se cierra en Avellaneda este ciclo 2008?
—Éste ha sido un año muy particular por varios aspectos. Por un lado, como administración municipal estamos trabajando con mucha moderación y. al momento de tomar las decisiones y resolver invertir dinero, sea para el fin que fuera, siempre se analiza antes para no tener una asfixia económica en algún momento del año; a la vez se avanza con prudencia y con un trabajo constante de los distintos trabajos, principalmente, de aquellas obras que la gente solventa a través del pago de contribución por mejoras.
En este 2008, se plantearon distintas realidades bastantes particulares. La sequía fue algo que ha golpeado muy duro y esto en cierta forma tuvo una incidencia negativa en cuanto al funcionamiento municipal; pero, a pesar de ello pudimos acomodarnos y continuar avanzando.
—¿Qué balance hace del avance de las obras proyectadas para este año?
—El avance de la obra pública podemos catalogarlo como normal, hemos ido avanzando con pavimento urbano, cloacas, red de gas, alumbrado público y tenemos en carpeta, un poco en espera, una escuela para el barrio Cooperación que es una asignatura pendiente que nos ha quedado: poder encaminar esta escuela que para nosotros es elemental porque hay aproximadamente 500 familias viviendo allí, a las que por el momento no le podemos acercar una respuesta concreta en este tema.
Luego de que la existencia de líneas de alta tensión cercanas al predio nos hiciera reformular el proyecto inicial del Centro Multieducativo -destinado para el barrio mencionado-, el objetivo ahora es lograr un jardín de infantes, una escuela primaria y una secundaria. Es en lo que estamos trabajando y no vamos a cesar en nuestras gestiones hasta lograr una respuesta del gobierno provincial.
La última escuela que se construyó en Avellaneda fue en 1992 cuando la ciudad tenía 13.500 habitantes, hoy, según las proyecciones del Ipec, para el cálculo de coparticipación esta ciudad está teniendo 27.000 habitantes; y en estos años, no hemos logrado una repuesta favorable que permita que estas familias eduquen a sus chicos en las zonas aledañas donde viven para no tener que llevarlos a otros lugares.
—¿Cuál es el secreto que conduce a Avellaneda ser una ciudad de avanzada?
—Una de las diferencias es que siempre intentó, y yo creo que lo ha logrado, trabajar sobre los consensos entre los distintos segmentos -industriales, comerciantes, trabajadores, jóvenes, etc.- de la sociedad . Hacemos grandes esfuerzos para que las decisiones que se tomen cuenten con el apoyo de los distintos sectores que componen la comunidad que integramos, creo que eso es uno de los elementos que juega a favor.
El otro factor es el funcionamiento de entidades cooperativas con empresas privadas, donde los objetivos no son idénticos pero no se da una competencia tan dura como podemos encontrar en otros lugares. Aquí, convive el sistema cooperativo con el privado, inclusive en algunos aspectos trabajan juntos, y eso nos permite avanzar con un poco más de optimización de los recursos que cada segmento productivo tiene.
Otro punto a destacar es que en la prestación de servicios también se siente el virtuosismo del sistema cooperativo que da un matiz particular. Avellaneda es, en esencia, una comunidad que trata de forjar su presente, que planifica su futuro de la mejor forma y donde entre todos intentamos contribuir para que sea un lugar donde se pueda tener una convivencia sana y tranquila basada en el trabajo y en el esfuerzo de todos sus habitantes
—¿Cómo ha resultado su relación con un gobierno provincial del mismo signo?
—Nos ha ido bien, por supuesto, que no siempre se coincide en un ciento por ciento, pero la vez que necesitamos averiguar algo tenemos siempre el teléfono dispuesto del otro lado, la orientación y el asesoramiento que necesitamos, y a su vez la provincia tiene una idea de cómo funciona la ciudad por lo tanto estamos conformes con este año que hemos transitado.
Después de largo tiempo, tenemos un gobierno de un mismo signo y esto nos permite un ida y vuelta más estrecho. Tenemos muchas expectativas para los tres años que vienen porque sabemos que no todos los problemas se pueden solucionar en el momento, pero percibimos la predisposición de las autoridades provinciales para ir encaminando las soluciones.
En cuanto a la Nación, respetamos a la presidenta y a su equipo, y creemos que hay algunas realidades que están empezando a cambiar. El problema de fondo, que es la falta de diálogo entre el campo -del cual Avellaneda tiene una gran dependencia -, y el gobierno, esperamos que se revierta y que empiece a haber una relación más fluida entre estos sectores y también entre los municipios y comunas de esta región con el gobierno central.