La postura del PE se opone a lo acordado por los gobiernos

El Parlamento Europeo rechaza extensión de la jornada laboral

El Parlamento Europeo rechaza extensión de la jornada laboral

Alrededor de 8.000 sindicalistas de toda Europa protestaron por las calles de Estrasburgo, Francia, ante la sede del Parlamento Europeo para pedir a los eurodiputados que rechazaran la ampliación de la jornada laboral hasta el máximo de 65 horas pactada por los Veintisiete.

Foto: AGENCIA EFE

También aprobaron medidas para luchar contra el cambio climático.

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EFE-AFP-Télam

El Parlamento Europeo (PE) se opuso hoy por mayoría absoluta a la ampliación de la jornada laboral hasta un máximo de 65 horas semanales y frenó la aprobación de la directiva de tiempo de trabajo pactada por los gobiernos de la UE.

Finalmente, las enmiendas introducidas en contra de las 65 horas por el ponente del texto, el español Alejandro Cercas (PSOE), obtuvieron una mayoría holgada, que forzará a los Estados miembro a abrir una negociación con los eurodiputados para sacar adelante la reforma.

“Esto no es un contratiempo para los Estados, es una opción para rectificar una decisión equivocada”, aseguró Cercas inmediatamente después de la votación.

La postura aprobada por el PE se opone totalmente a los principales puntos pactados por los gobiernos y, en lugar de generalizar la excepción que disfrutan algunos Estados miembro al tope de 48 horas semanales en la jornada laboral, propone su eliminación total en un plazo de tres años.

La cláusula, conocida como opt-out, fue obtenida por el Reino Unido en la negociación de la directiva en vigor y permite hoy en día que, en caso de acuerdo entre el empresario y el trabajador, éste pueda superar el máximo de horas que fija la legislación.

De temporal a definitiva

La intención de los Estados miembro era convertir esa excepción temporal en definitiva, lo que haría que los trabajadores de aquellos países que la aplicasen pudiesen alargar sus jornadas hasta un máximo de 60 ó 65 horas semanales, según los casos.

Además, más de 500 de los 785 eurodiputados se opusieron también a las disposiciones que afectaban a los profesionales del sector sanitario, y que pretendían que los períodos inactivos de las guardias médicas -los momentos en los que no se está atendiendo pacientes- dejasen de ser considerados como tiempo de trabajo.

Este punto fue una de las razones que llevaron a los gobiernos a reformar la legislación, pues varias sentencias de la Justicia europea han dictaminado que todas las guardias deben contarse como tiempo trabajado, lo que coloca a muchos países en situación irregular y, según ellos, pone en peligro los sistemas de sanidad.

El “no” del Parlamento a la directiva abrirá a partir de enero un período de “conciliación” entre la cámara y los Estados miembro que podría prolongarse hasta ocho semanas con el objetivo de alcanzar un acuerdo.

“Vamos a hacer una oferta al Consejo (órgano que representa a los países) que va a ser razonable, una oferta negociada con los sindicatos y los médicos, y el Consejo verá”, dijo hoy Cercas.

De no lograrse el acuerdo, la reforma del tiempo de trabajo podría decaer y seguiría en vigor la actual directiva “provisional“ aprobada en 1993 por los gobiernos y que la Eurocámara quiere reformar.

Cambio climático

Por otra parte, el pleno del Parlamento Europeo selló hoy la aprobación de las medidas de la UE para luchar contra el cambio climático al respaldar el acuerdo que cerró la cumbre comunitaria de la semana pasada.

A pesar de que muchos eurodiputados mostraron su descontento por el papel de la Eurocámara en el proceso decisorio y por el grado de ambición medioambiental del plan, el Pleno dio su aprobación al texto como el mejor compromiso que podía acordarse.

Sin embargo, la eurodiputada Avril Doyle (PPE), ponente del informe sobre comercio de derechos de emisiones, uno de los capítulos del plan climático, recalcó en su intervención que los acuerdos en primera lectura, que aceleran el procedimiento en el PE como ha sido en este caso, “deben reservarse a casos excepcionales”.

El presidente del PE, Hans-Gert Pöttering, por su parte, subrayó el afán de colaboración que ha demostrado la Eurocámara con el Consejo de la UE.

Las medidas van dirigidas a lograr el conocido triple objetivo 20-20-20 para 2020: 20 % de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2), 20 % de aumento de la eficacia energética y que un 20 % de la energía de la UE proceda de fuentes renovables.

Las organizaciones ecologistas y algunos eurodiputados confiaban en que el Pleno bloquease hoy el avance de las medidas ya que, en su opinión, favorecían más a la industria que a los intereses medioambientales.