Fundación Mateo Esquivo de Ayuda al Niño Oncológico

Nuevo espacio para la solidaridad

El próximo lunes 22 se presentará en sociedad esta institución, cuyo objetivo central es apoyar en todos los aspectos a los niños en tratamiento oncológico y a sus familias. También bregan por mejorar la atención en el hospital de niños Orlando Alassia.

Ignacio Andrés Amarillo

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El pasado 21 de octubre obtuvo su personería jurídica la Fundación Mateo Esquivo de Ayuda al Niño Oncológico, en formación desde junio de este año. La presentación en sociedad se hará el próximo lunes 22 a las 20 en el Santa Fe Lawn Tennis (avenida Alte. Brown 5450 ), con la presencia confirmada del ministro de Salud de la provincia, Miguel Ángel Capiello.

Mateo Esquivo falleció en febrero último a los dos años, durante el tratamiento por un raro tipo de cáncer. Como un modo de paliar el dolor y capitalizar su experiencia, sus padres (Diego Esquivo y Alejandra Ruiz) decidieron crear esta fundación, con el objetivo de ayudar a los niños y a las familias. “Que trabaje a la par del servicio público de salud, pero que trabaje cubriendo necesidades que uno las ha vivido: las necesidades psicosociales del niño y su familia, que a veces (por la cuestión de tiempos y cantidades) el servicio público se ve un poco colapsado y no se logran cubrir”, cuenta Esquivo, en diálogo con El Litoral.

Y agrega: “Estamos trabajando codo a codo con una fundación de Buenos Aires que es la Natalí Flexer: tiene similares características que las nuestras, pero hace 18 años que están. Apoyan a organizaciones del interior del país; trabajan con el Garrahan, y una de sus ideas es la descentralización de la atención, por lo menos en sus aspectos más comunes, y que esté para los casos más difíciles, como un centro especializado”.

Esto tiene que ver con una situación preocupante: “La tasa de migración, la gente que se va de la provincia a otros centros de salud es del 25 %, según el Registro Oncopedriátrico Argentino (Chaco tiene un 30 %, Corrientes un 16%; Córdoba tiene un 6 %, casi inexistente); de ese 75 %, el 70 % van a Rosario. No habla muy bien de cómo estamos haciendo las cosas”.

Pero hay posibilidades de mejora: “El hospital de niños Orlando Alassia tiene hematooncólogo pedriatra, tiene hematólogos, infectólogos, tomógrafos, una terapia intensiva de primer nivel. Lo que está faltando (hay un proyecto presentado por gente del hospital) es el servicio de hematooncología. Tenemos gratas esperanzas de que se pueda lograr: no es una inversión millonaria, pero no se puede hacer al azar”, afirma Esquivo.

Al respecto, el vocal Diego Jorge apunta: “No es sólo la necesidad económica, sino la de profesionales; la capacitación de médicos, enfermería, mucamas: es todo un sector que tiene que conocer la enfermedad y las complicaciones que pueden aparecer. Ese es uno de los objetivos de la fundación”.

En cuanto a lo edilicio, Jorge destaca que “necesitás una zona de aislamiento, un hospital de día para hacer los tratamientos, la quimioterapia. Lo ideal es que esté separado del resto del hospital, para prevenir situaciones infecciosas”.

Trabajo con las familias

Sobre las actividades concretas que están comenzando, relató el presidente de la fundación: “Estamos trabajando con una psicóloga, Natalia Giabai, desde el punto de vista psicosocial. Queremos que se acerquen padres de chiquitos que estén o hayan estado en tratamiento, que les haya ido bien o mal. Queremos juntar a toda esta gente, que necesite un grupo de autoayuda; para los chiquitos tenemos pensado hacer la obra del juego, que es una especie de terapia que puede colaborar a tratar todo el contexto de la enfermedad.

Ya hemos hablado con una asistente social, la persona que va a estar en contacto permanente con las familias afectadas. A través de la Fundación Flexer tenemos un sinnúmero de libros de ayuda para conocimiento de la enfermedad que está padeciendo su hijo: en cuanto a higiene, alimentación, como manejar el tema de los pinchazos”.

Una residencia propia

Uno de los objetivos de la fundación es generar un espacio para que las familias que no son de la ciudad puedan alojarse durante el tratamiento de los chicos. “Una residencia que tenga una sala de juegos para los chicos, que puedan convivir (siempre y cuando se pueda por las situaciones que estén pasando), que los padres estén juntos, unidos, que se apoyen mutuamente: esto muchas veces la gente lo vive en soledad. Tenés gente que viene del interior y no saben adónde ir, no conocen los medios; no conocen la enfermedad, y por ahí el objetivo es estar con esa gente, apoyarla, explicarle la importancia de cumplir con el tratamiento”.

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En proyecto: Diego Jorge (vocal) y Diego Esquivo (presidente) manifestaron la importancia de que el hospital de niños cuente con un servicio de hemato-oncología.

Foto: Flavio Raina

Integrantes

Presidente: Diego Esquivo; vicepresidenta: Alejandra Ruiz; secretario: Carlos Mazzoni; tesorera: Mariela Schenker; vocales: Diego Larrosa, Diego Jorge, Patricia Galotto, Gabriel Walker y Gustavo Esquivo. Asesores externos: Estudio MSD (contabilidad), Ricardo Rojas Molina (imagen institucional), Sergio Mazzini (médico asesor, oncohematólogo pediatra del Hospital de Niños), Natalia Giabai (psicóloga).