Por amor al fútbol

Un técnico de pasión futbolera

El tiempo se estaba agotando y Bertona no paraba de contar parte de su vida.

—¿Por qué nunca te recibiste de técnico?

—Por vago, porque tuve compañeros que siempre me decían que tenía que hacerlo. Hoy todos ellos son técnicos. El “Negro” Sauco, Oscar Aguirre, o “Grillo” Monteverde. Antes era más fácil, porque ahora se incorporan cosas nuevas como la psicología, que es importantísima en el fútbol. Pero tengo mucho vestuario y eso lo aprovecho al máximo. Además de haber aprendido de muchos técnicos que yo tuve. Eladio Rosso, por ejemplo, que sin ser técnico, te marcaba las cosas como eran. Otro fue Agustín Broin, en Atenas, o en Nobleza, Carlos López o Gustavo Brand. Y si algo le tengo que agradecer al “Flaco” Tobaldo es que traté de agarrar todo lo bueno de él.

—¿Por qué tan firme la decisión de retirarte, si antes la habías tomado y volviste a la actividad?

—Bueno, mi idea empezó a ser más fuerte después de ese disturbio que viví en San Javier, el día que agredieron al árbitro. Creo que nadie se enteró de que yo recibí un golpe muy fuerte, e incluso mi señora quería que lo denuncie, pero yo me la aguanté. Pero vine mal, porque me quedé pensando que si llegamos a estas cosas, no sé a dónde vamos a ir a parar. Porque acá nadie gana un mango, sino que al contrario, muchas veces terminamos poniendo de nuestros bolsillos. Ahí quise dejar y la verdad es que gracias a mi señora pude seguir hasta fin de año.

—El propio López reconoció que saliste a defenderlo.

—Sí y te digo más, estábamos muy disgustados con su labor, pero a una persona no se le pega de esa manera.

—¿El fútbol te quitó tiempo que hoy querés recuperar?

—No, al contrario, el fútbol a mí me dio muchos amigos y tengo la suerte de que mi señora siempre me acompañó. Así que estoy agradecido al fútbol porque me hizo feliz toda la vida.

—¿Te imaginás la vida sin fútbol?

—Va a ser difícil. Estos días sin ir al club fueron difíciles, y por momentos me moría de ganas de ir. Pero bueno, no tengas dudas de que cuando esté en Santa Fe y haya un partido de liga, voy a ir a verlo. Porque a Colón y Unión hace rato que ya dejé de verlos, y en la liga todavía se encuentra la alegría y la piel de lo que es un jugador de fútbol, porque lo hacen por nada.