¿Ritmo sostenido o crisis?

Miradas dispares sobre los alquileres y la demanda por parte de estudiantes

Diciembre es el mes en que los estudiantes definen su vivienda para el año próximo. Una de las cámaras de inmobiliarias asegura que el ritmo de consultas es igual al de 2007. La otra considera que la crisis es para todos.

Miradas dispares sobre los alquileres y la demanda por parte de estudiantes

Los departamentos más buscados son los que no superan los $ 1.200, coinciden los entrevistados por El Litoral.

Foto: Alejandro Villar.

De la redacción de El Litoral

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“A partir de mediados de noviembre hasta la fecha hay más consultas por parte de estudiantes universitarios, porque la mayoría quiere dejar resuelta su situación para el próximo año. También en la segunda quincena de enero y febrero vemos un incremento de las consultas, producto de los nuevos ingresantes a la universidad: todos esperan ver cómo les fue en los exámenes de ingreso para concretar un alquiler”. Así describe Marcelo Tomas, presidente de la Cámara de Empresarios y Corredores Inmobiliarios (Ceci) la situación del mercado inmobiliario en relación con la demanda de estudiantes provenientes del interior y de otras provincias.

En este sentido, Eduardo Brigada, de la inmobiliaria Guastavino e Imbert, señala: “El movimiento por consultas de estudiantes arrancó en noviembre, como todos los años, y se prolonga hasta marzo. El auge más grande se da en diciembre, enero y febrero. Hay que tener en cuenta que por año ingresan cerca de 9.000 estudiantes a la universidad, de los cuales gran parte es del interior. El ritmo de consultas se mantiene igual al de diciembre del año pasado”.

Sin embargo, Ricardo Veglia, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Santa Fe (Cisfe), asegura que este mes no se ha notado tanto el movimiento propio de esta época y ofrece una posible explicación: “La migración estudiantil está movilizada principalmente por el campo. Con todo lo que ha pasado este año, se ha frenado en cierta medida la cantidad de chicos que vienen a estudiar. Algunos directamente no lo pueden hacer; otros buscan otras alternativas de vivienda”.

Qué se busca

En el alquiler de viviendas particulares se dan dos situaciones: las casas y departamentos más económicos (entre los 500 y los 1.000 pesos) se alquilan en muy poco tiempo; en tanto aquellas propiedades que superan los 1.500 pesos pueden permanecer varias semanas, e incluso meses, desocupadas.

“El ritmo sigue siendo sostenido en el alquiler de casas y departamentos, pero hubo una disminución importante en la locación de locales comerciales y en viviendas que superen los 1.500, 1.800 pesos. Seguimos manejando los alquileres entre 900 y 1.200 pesos que siguen a buen ritmo, a diferencia del tema de ventas que está mucho más frenado”, señala Marcelo Tomas.

Por su parte, Ricardo Veglia se muestra un poco menos optimista y asegura que “la crisis llega para todos”, y le adjudica el hecho de que no se note tanto el movimiento propio del mes de diciembre.

“Los estudiantes buscan departamentos”, asegura Brigada y agrega que “algunos resignan alguna comodidad por una mejor ubicación”. En tanto, Tomas destaca que “muchos padres buscan una vivienda cercana a la facultad para evitar los gastos de transporte”.

Aumentos

A lo largo de 2008, el alquiler de viviendas ha ido acumulando incrementos de manera constante, que oscilan entre un 20 y un 30%. Contrariamente a lo que sucedía años anteriores, cuando la mayor demanda se concentraba en los departamentos de uno y dos dormitorios, hoy los inquilinos se ajustan el cinturón y buscan, principalmente, monoambientes o departamentos de un solo dormitorio.

El precio promedio de un monoambiente, ubicado en zona céntrica o universitaria, es de 600 ó 650 pesos; los de un dormitorio rondan los 800 pesos y los de dos dormitorios se aproximan a los 1.200 pesos de alquiler.

Por otra parte, una situación que se da en los nuevos contratos es el aumento escalonado. “Se estipula un precio para el primer año de alquiler y otro para el segundo. Pero siempre se trata de un precio preestablecido, es decir que el inquilino sabe cuánto va a pagar el segundo año; no puede ser un precio ajustable al nivel de salario, valor del dólar, inflación, etc.”, explica Veglia.

Según Tomas, “los propietarios están más tranquilos y no hay aumentos considerables. La oferta sigue siendo la misma, pero se trata de hacer un reajuste para el segundo año de alquiler, que se pacta con el inquilino”. En tanto, Brigada asegura que a lo largo del año el aumento fue cercano al 20%, pero los precios se mantuvieron estables durante los últimos tres meses.

 

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EL DATO

Requisitos

Aquellos que vienen de otras ciudades tienen que saber que no todas las inmobiliarias aceptan garantías del interior. “En el caso de Ervic, sí aceptamos, con excepción de garantías de Capital Federal”, detalla Veglia y explica que “los requisitos se mantienen: se exige un ingreso y dos garantes propietarios”. También se contemplan otras alternativas, como un garante y dos recibos de sueldos o tres ingresos importantes sin ninguna propiedad como garantía.