Operaron en Rosario a un santafesino obeso mórbido

Primera cirugía de reducción gástrica que se realiza en un hospital provincial

El hospital Centenario de Rosario operó a un paciente que, originariamente, tenía 160 kilos. Un equipo interdisciplinario de profesionales realiza el seguimiento de este primer caso en la provincia.

Primera cirugía de reducción gástrica que se realiza en un hospital provincial

Las personas con obesidad mórbida están entre un 50 y un 100% por encima de su peso corporal ideal.

Foto: Archivo El Litoral

Mariana Rivera

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El 17 de diciembre pasado, un hombre de 50 años oriundo de nuestra ciudad -que prefirió preservar su identidad- fue sometido a una cirugía de reducción gástrica para poder bajar de peso y recuperar su calidad de vida.

Se trató de la primera intervención quirúrgica de este tipo realizada por el sector público en nuestra provincia, en el hospital Centenario de Rosario, tras la reciente aprobación a nivel nacional de la ley de obesidad, que prevé el tratamiento integral de esta patología.

El paciente pesaba 160 kilos y en agosto de este año dio el primer paso para recuperar su salud: decidió concurrir a una clínica privada para bajar 25 kilos. El exceso de peso no era, sólo, lo que le preocupaba: también es diabético, hipertenso, padece una insuficiencia cardíaca y es gran fumador. Por eso, posteriormente, se puso en contacto con el equipo de profesionales del equipo de obesidad mórbida del hospital Centenario, de Rosario -formado para tratar este tipo de patología- y, tras ser evaluado, fue sometido con éxito a esta cirugía.

La Dra. Liliana Gastaldi, subdirectora del hospital Centenario de Rosario, dialogó telefónicamente con El Litoral, acerca de esta cirugía, denominada Manga gástrica, “la primera que se hace en un medio público y eso fue un orgullo para nosotros, porque pudimos darle solución a un grupo de gente que ha estado totalmente relegado hasta que salió la ley (de obesidad), que contempla el tratamiento integral del obeso mórbido, que incluye la cirugía”, aseguró.

Por este motivo -recordó- se formó este grupo de profesionales preparados para esta patología, porque aun los clínicos tienen que capacitarse para tratar a este tipo de pacientes”. También destacó que “los profesionales tienen una dedicación realmente increíble e hicieron un gran esfuerzo en todos estos años de capacitación que realizaron. Desde todos los aspectos, estamos satisfechos por haber iniciado esto”.

Asimismo, informó que “el paciente inicialmente pesaba 160 kilos pero hizo un tratamiento en la clínica del Dr. Cormillot, donde bajó 25 kilos aproximadamente. A posteriori, por la respuesta que tuvo al tratamiento médico, se le indicó la cirugía de corrección para el mantenimiento del peso. Como el hospital Centenario es el único lugar adecuado ediliciamente y que cuenta con el grupo de profesionales para hacer estas operaciones quirúrgicas, fue derivado a Rosario”.

Riesgo moderado

La profesional relató que el santafesino fue dado de alta en la clínica de Cormillot a fines de agosto y la cirugía en el hospital Centenario debió ser dilatada “porque el paciente presentaba comorbilidades, sobre todo patología cardíaca previa, motivo por el cual había que evaluar bien el riesgo quirúrgico. Si bien ya no tenía la obesidad mórbida inicial, un paciente obeso ya presenta un riesgo mayor para cualquier tipo de cirugía. Esto, sumado a cualquier enfermedad coronaria previa, hace el riesgo mucho mayor”.

Asimismo, planteó que “además, el paciente era un fumador de jerarquía de años, hecho que también le daba mayor riesgo en la cirugía y el posoperatorio inmediato. Además, es diabético, es decir, tiene todas las enfermedades que aumentan el trance intra y posoperatorio. Una vez que se tuvo en claro en qué condiciones estaba el paciente, que tenía un riesgo moderado, se le realizó la cirugía el miércoles 17 de diciembre, y a la semana se le dio el alta, sin haber tenido ningún tipo de complicación. Fue un éxito”.

Consultada en relación a la cirugía de reducción gástrica, la Dra. Gastaldi explicó que “hablando vulgarmente, se le sacó un pedazo de estómago al paciente para disminuir su tamaño. De esa manera, siente saciedad precoz y así empieza a comer menos y se va reeducando en el hábito de las provisiones”. Sin embargo, aclaró que “el paciente cuenta con un apoyo psicoterapéutico, que es importantísimo para que la cirugía tenga sentido. Si no tiene esta educación, por más cirugía que se le haga, vuelve a adquirir el peso previo en poco tiempo”.

En esta dirección, agregó que “los operadores controlan al paciente y el equipo clínico de profesionales que trabajan en obesidad mórbida y el psicoterapéutico le dan un apoyo, durante un año, como mínimo. Son los propios pacientes los que van marcando los tiempos de seguimiento”.

Por último, Gastaldi adelantó que “hay otros pacientes que están terminando de hacer la evaluación preliminar para realizarse esta misma cirugía en el hospital, más que esperando definir el día quirúrgico, que lleva su tiempo. Necesitan estudios complementarios y la actividad hospitalaria es más lenta que un medio privado.

Equipo interdisciplinario

Por su parte, uno de los coordinadores del Nodo Regional Rosario, Lelio Mangiaterra, comentó que la cirugía estuvo a cargo de los Dres. Juan Pablo Haurie y Alejandro Nasurdi, y que “forma parte del tratamiento integral de la obesidad que se lleva adelante a nivel público provincial, con una estrategia interdisciplinaria desarrollada en red, de la cual participan los hospitales Centenario y Provincial de Rosario y el geriátrico Ayolas”.

El funcionario explicó que en estos centros, los pacientes son atendidos por médicos, nutricionistas, profesionales de salud mental, kinesiólogos, profesores de educación física, asistentes sociales y cirujanos, y que el equipo está coordinado por los Dres. María Alejandra Argüello y Gustavo Matellicani.

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El exceso de peso produce numerosos trastornos en el organismo y repercute en la calidad de vida del individuo.

Foto: Archivo El Litoral

EL DATO

 

Manga gástrica

El procedimiento quirúrgico bariátrico para pérdida de peso, conocido como sleeve o manga gástrica, consiste en la colocación de un tubo o manga que reduce en un 75 % la capacidad del estómago.

ADEMÁS

 

Qué dice la ley

El 13 de agosto de este año, el Senado de la Nación aprobó por unanimidad y convirtió en ley un proyecto que obliga a las obras sociales y empresas de medicina prepaga a dar cobertura a enfermedades originadas en trastornos alimentarios como la obesidad, la bulimia y la anorexia, aunque también establece algunas disposiciones en materia de rótulos en los alimentos, publicidad y campañas orientadas a la población.

El proyecto declara de “interés nacional” la prevención y el control de los trastornos alimentarios, y contempla una asistencia integral y una rehabilitación de los pacientes, que incluye, además, sus enfermedades derivadas y las medidas que eviten su propagación.

La norma regula la comercialización, publicidad y promoción de alimentos de bajo aporte nutricional cuando éstos sean acompañados con juguetes, premios y demás incentivos que promuevan su consumo por parte de los niños.

La legislación fija condiciones para la calidad de los productos promocionados como de bajas calorías y establece que los alimentos con alto valor calórico deberán llevar la leyenda: “El consumo excesivo es perjudicial para la salud”.

Por otra parte, prohíbe que los medios publiquen dietas o métodos para adelgazar sin respaldo de un profesional, contiene medidas consideradas antidiscriminatorias por los que sufren trastornos alimentarios y establece los lineamientos para la realización, desde el Estado, de campañas de difusión dirigidas a la población, hacia grupos de riesgo en particular.

Primera cirugía de reducción gástrica que se realiza en un hospital provincial

Alimentarnos equilibradamente y hacer actividad física con frecuencia ayudan a mantenernos saludables.

Foto: Archivo El Litoral

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ADEMÁS

Conductas humanas inapropiadas

La obesidad y el sobrepeso son temas que preocupan a los organismos de salud internacional como la Organización Panamericana de la Salud y sus delegaciones regionales.

Durante el Seminario Regional de Periodismo en Salud, realizado del 18 al 21 de noviembre pasado en Puerto Vallarta, México, se hizo mucho hincapié en la necesidad de informar a la población sobre los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, de manera que puedan ser prevenidas.

“La prevención en salud consiste en aumentar el tiempo de calidad de vida de las personas asintomáticas”, planteaba el Dr. Luis Alcocer, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital General de la ciudad de México, uno de los participantes de la mesa redonda organizada sobre Prevalencia de las enfermedades cardiovasculares: estadísticas, riesgos y manejo de la enfermedad.

En este sentido, el profesional advertía que “en Latinoamérica aumenta la esperanza de vida al nacer, se gasta muy poco en salud, aumenta la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo y la dieta inadecuada, sobre todo en los niños”, motivo por el cual sugería “crear buenos hábitos desde la infancia que cambiar los malos ya instalados”.

Por último y en relación a los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares, mencionó que “el cálculo del riesgo se hace con sólo 9 factores, que son muy fáciles de determinar, que tienen un alto peso específico en el desarrollo de la aterosclerosis, enfermedad que se caracteriza por un proceso inflamatorio en el cual se depositan grasas en las arterias, principal causa de muerte de los adultos en el mundo”.

Planteó que “tres de ellos no pueden modificarse pues son propios de la persona (sexo, edad y herencia) pero los otros seis no sólo pueden ser modificados, sino que además su modificación ha mostrado tener beneficios muy claro en la prevención de la aterosclerosis y de sus complicaciones. Tres factores dependen de conductas humanas inapropiadas (tabaquismo, sedentarismo y sobrepeso) y el resto se refiere a trastornos que claramente están ligados al desarrollo, progresión y peligrosidad de la aterosclerosis (hipertensión arterial, trastornos de la glucosa y de los lípidos circulantes)”.

Desafíos y metas

Otra de las disertaciones se titulaba “Los mayores desafíos en la salud de la Región en la próxima década”, y estuvo a cargo del Dr. Humberto Montiel, representante de la Organización Panamericana de la Salud de México.

El profesional advirtió que estamos viviendo un proceso de “polarización epidemiológico en América Latina y el Caribe, es decir, que la gente se enferma y muere por enfermedades transmisibles, crónicas, problemas ambientales y por problemas que trae el estilo de vida que llevan”, al tiempo que aseguró que lamentablemente “no se tienen todos mecanismos necesarios para intervenir en esta problemática”.

En este sentido, planteó que -entre los 12 principales riesgos que causan muerte en la región- se cuentan los problemas derivados de la presión alta, la obesidad, el alcohol, el tabaco, el colesterol alto, el sexo sin protección, la baja ingesta de frutas y verduras, tomar agua no apta para consumo humano.

Por este motivo, aseguró que los grandes desafíos en las Américas deben apuntar a “mantener los grandes logros (como eliminar la poliomielitis, erradicar el sarampión y disminuir la tasa de mortalidad infantil) pero también trabajar en pos de nuevos desafíos: las enfermedades emergentes y reemergentes, las amenazas de pandemias (como la influenza), los problemas condicionados por los estilos de vida (sexo inseguro, tabaquismo, inactividad física, entre otras), y el crecimiento acelerado de la morbilidad y mortalidad por enfermedades crónicas y la violencia”.