Hubo dos trabajadores baleados en pocas horas

Taxistas y remiseros trabajan con el miedo de no volver vivos al hogar

Quienes recorren la ciudad en taxis y remises aseguran que en las condiciones actuales no pueden seguir trabajando. Se sienten inseguros y temen por sus vidas, lo que los obliga a ser selectivos con los pasajeros que suben.

Mónica Ritacca

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“Por un 2009 donde podamos trabajar en condiciones seguras”, “donde no haya robos ni asaltos”, “donde no tengamos que lamentar muertes”, “donde circular por las calles deje de ser una fea sensación a la hora de levantar un pasajero”... Frases como éstas fueron parte del brindis de fin de año en muchas familias de la ciudad donde hay un taxista o un remisero. Es que el 2008 no tuvo un buen final para quienes realizan la actividad si tienen en cuenta a los dos heridos de bala que hubo en menos de 48 horas.

Quienes brindan el servicio de taxis y remises coinciden en que su actividad es actualmente “riesgosa”. “Todos los días uno se levanta para ir a trabajar pero al cerrar la puerta de su casa lo hace pensando que puede ser la última vez que lo haga. Es muy feo, pero a la vez inevitable”, refirió Roberto a El Litoral. Y agregó: “Calculá que uno sube al vehículo a una persona que no conoce, que no sabe quién es, dónde vive, qué hace”.

Los taxistas y remiseros describen a la calle como muy peligrosa. Aseguran que hay lugares donde no entran y que son selectivos a la hora de levantar pasajeros. “Si tiene gorrita, tatuajes, zapatillas de marca y camperita con capucha yo no paro. Puede sonar discriminatorio, pero la cantidad de asaltos que tuve me obliga a actuar así”, señaló Hugo.

Los vecinos de los barrios del cordón oeste de la ciudad son los más perjudicados a la hora de subir a un taxi o remís para llegar a su casa. Es que, como consecuencia de la inseguridad, son pocos los que entran en horario diurno y casi ninguno en horario nocturno.

Más controles

Consultado por El Litoral, el presidente de la Asociación de Taximetristas de Santa Fe, Alberto Scarpa, manifestó que “lamentablemente hay lugares donde no se puede entrar más y el pasajero debe descender en las avenidas”. Asimismo, refirió que el problema de la inseguridad es a nivel general y “no escapa de las zonas residenciales ni céntricas”. “La inseguridad está presente en los locales comerciales y hasta en la casa de uno. Hasta no hace mucho, nosotros éramos los más vulnerables pero actualmente toda la gente vive con los nervios al límite e intranquila permanentemente”, fueron sus palabras.

Desde la Asociación de Taximetristas insisten en que “los controles son la única forma de disuadir el accionar delictivo”. “Hace tiempo que venimos pidiendo controles, pero controles que se efectúen con el pasajero adentro del auto. Los conductores permanentemente nos reclaman esto, y nosotros lo hacemos cuando estamos con las autoridades”, señaló Alberto Scarpa.

Alejandro Haedo, del Sindicato de Remises, refirió por su parte que “la calle está muy peligrosa y hay barrios donde no se puede entrar ni siquiera por la mañana”. Al igual que Scarpa considera que “no hay controles de nada” y ello contribuye al accionar delictivo. “Seguimos sin encontrar las soluciones que taxistas, remiseros y repartidores necesitamos en la calle. La inseguridad se vive en toda la ciudadanía y no vemos medidas de prevención. Este año vamos a enarbolar con más fuerza nuestro reclamo a las autoridades del gobierno porque en estas condiciones no se puede seguir más”, enfatizó Haedo.

Taxistas y remiseros trabajan con  el miedo de no volver vivos al hogar

Los taxistas y remiseros califican a su actividad de “riesgosa”.

Foto: Amancio Alem