Apuntes de política provincial

Otra vuelta de Reutemann

Teresa Pandolfo

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Se la atribuye a Néstor Kirchner, cuando era presidente de la Nación, haber dicho que si había una persona que le resultaba inescrutable, ésa era Carlos Reutemann, y que por lo tanto nunca sabía qué pasos iba a dar.

El senador nacional, cuando dejó su segunda gobernación en la provincia, se sintió desobligado a hablar con el periodismo en forma orgánica. A pesar de ello, siguió siendo una presencia latente en la política, con facilidad para entrar y salir de escena y sin dar motivos entendibles ni completos.

Quizás ese comportamiento, que siempre encierra un enigma, haya hecho que, cuando expresa una opinión o responde a una pregunta, sus dichos tengan repercusión inmediata tanto en la prensa como en los círculos de poder.

Sabe manejar los tiempos y cuando Eduardo Duhalde lo buscó para que aceptara la precandidatura presidencial supo que aquél no era su momento para ese cargo. Mantuvo perfil bajo durante todo un período de gobierno kichnerista. Escasamente se lo vio en la última campaña electoral de la provincia, pero sí consideró que debía salir a defender sus creencias cuando se produjo el conflicto del campo con el gobierno nacional.

“Va a ser un conflicto largo, aun cuando los productores dejen las rutas, porque están involucrados los jóvenes que ven que en esto se les va el futuro”, dijo a esta periodista con motivo de la aplicación de las retenciones móviles. Y fue así. La reacción del campo impactó en el centro del poder nacional y lo siguió esmerilando hasta llegar a profundizar la falta de confianza. Nada fue igual para la Casa Rosada ni para el país. Tampoco hubo salida para las producciones básicas y el conflicto con el ruralismo se mantiene y subyace.

Si aquella huelga lo exhibió a Reutemann como una figura con protagonismo propio que se enfrentaba al matrimonio presidencial cuando estaba en la cúspide del poder, ahora, otra expresión -“quizás, esta vez vale la pena”- dicha ante un canal de cable del sur de la provincia, lo volvió a colocar en primer plano al finalizar el difícil 2008.

Fue la apertura de una ventana dentro del justicialismo, y en algunos círculos lo comenzaron a mostrar como el candidato del poskirchnerismo. En tanto, se convierte en “una piedra en el zapato” para quienes se encuentran en la formación de un polo de oposición con aspiraciones de llegada a la primera magistratura.

Pocas palabras

En esta nueva entrada, dijo sólo lo suficiente para medir la temperatura alcanzada en el avispero político.

En distintos reportajes, incluso con este diario, reiteró dos o tres conceptos que consideró suficientes para su termómetro: en primero lugar, marcó la importancia de las elecciones legislativas de octubre como espacio de proyección para los comicios presidenciales de 2011. “Se verá quién tiene los votos. Hay que ver quién queda parado; creo que no van a ser más de cuatro o seis personas, como máximo”, arriesgó. En segundo término, fijó el foco en la producción. En ese plano, breves descripciones dibujaron la poca actividad económica que se observa en los territorios del interior.

Reutemann no dijo que hubiera decidido una candidatura para el 2011. Por el contrario señaló que era muy prematuro hablar de una postulación incluso a senador. “Octubre es como demasiado lejano en un país como éste”, reiteró. Pero ya había salido al ruedo a esperar reacciones y comentarios que le servirán para saber cómo está posicionado.

El caso es que tampoco un moderado solo, como es el senador dentro del justicialismo, puede devolverle a la Argentina la confianza interna y una posición de respeto internacional.

Sin desmedro de lo que Reutemann pueda significar para lo que actualmente le acontece al PJ, se requieren partidos orgánicos que hagan autocrítica y elaboren propuesta superadoras de personalismos y comportamientos erráticos.

Alguna vez los argentinos deberemos pensar en un nuevo contrato social (entre comillas): un conjunto de valores sobre los cuales haya coincidencias, en el sentido que deben sostenerse y asumirse, y de cursos de acción proyectados en el tiempo para que la Nación recupere previsibilidad y confianza interna.

Los ATN

En la semana, se conoció el decreto del gobernador Hermes Binner, que dispone la intervención de la provincia en la distribución de los ATN y otro mecanismo de reparto.

Era lógico que el PE santafesino asumiera este comportamiento luego de que la Nación girara mayoritariamente los fondos a los gobiernos pertenecientes al Frente para la Victoria, dejando de lado quienes tenían otro origen partidario o a presidentes comunales que se hubieran opuesto a las políticas kirchneristas.

La decisión de buscar una distribución más equitativas de los ATN ha sido la lógica consecuencia de cuando se producen excesos en un sentido contrario. Los pueblos del interior han sufrido mucho las consecuencias de una menor actividad económica y los efectos de la sequía. Lo que se impone es la solidaridad y la transparencia y esto cuenta tanto para el gobierno nacional como para la Casa Gris.

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El senador nacional es para muchos un enigma. Una foto, lo refleja.

Foto: DyN