Comienza juicio

A sangre y fuego

Cuatro hombres que el mes pasado echaron mano a armas pesadas para enfrentar a la policía tras un asalto en Casilda fueron procesados por resistencia a la autoridad y la portación de armas de guerra, entre ellas un fusil chino AK-47 de inédita presencia en la calle. La banda circulaba en una camioneta robada que en medio de la persecución chocó contra un acoplado, lo que le causó la muerte a uno de los ladrones.

El juez de Instrucción Luis María Caterina procesó a los cuatro integrantes de la banda detenida el 21 de noviembre pasado tras el asalto a la mueblería Andreose de Casilda. Caterina los investigó por la intensa balacera contra un patrullero que los seguía, que culminó cerca del acceso a General Lagos.

Allí, en un camino de tierra, finalizó el veloz escape de la Toyota Hilux robada en agosto en Pavón Arriba en la que viajaban los acusados.

La banda irrumpió a las 8.15 de ese día en la mueblería de Mitre y Fray Luis Beltrán de Casilda. Tres de los cinco hombres que iban en la Hilux negra entraron al negocio y en pocos minutos ataron a siete personas, entre empleados, proveedores y clientes. Se llevaron 30 mil pesos, un televisor de pantalla plana, cuatro reproductores de DVD y 50 relojes.