La Provincia entregó 500 mil pesos
Otro paso para la recuperación de la Basílica de Guadalupe
El aporte es para la recuperación edilicia y puesta en valor del centenario edificio, uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura del siglo XX que ostenta nuestra ciudad. Se avanzará en la reparación de revoques y cielorrasos.
De la redacción de El Litoral
La feligresía devota de la Virgen de Guadalupe tiene un motivo trascendente para celebrar y agradecer en sus oraciones. Es que la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe ha recibido del gobierno provincial la primera cuota de un aporte de un millón de pesos destinado a la recuperación edilicia y puesta en valor del edificio, que en los últimos años viene luchando a duras penas contra el inevitable castigo del paso del tiempo: cimientos endebles, filtraciones en el techo, humedad en las paredes.
La entrega del aporte se realizó en un sencillo acto en la sede de la basílica, del que participaron los ministros de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti, y de Obras Públicas y Vivienda, Hugo Storero; el arzobispo de Santa Fe, Mons. José María Arancedo, y el delegado episcopal de la basílica, presbítero Olidio José Panigo. Según lo establecido en el decreto N º 3297 firmado días atrás por el gobernador Binner, el monto será otorgado en dos cuotas iguales de 500 mil pesos cada una, supeditando la segunda de ellas a la debida rendición de la primera, con las certificaciones de avance de obra pertinentes.
La partida presupuestaria había sido solicitada oportunamente por el padre Panigo, con el fin de dar continuidad a los trabajos de albañilería generales, lo que respecta a tratamiento e impermeabilización de azoteas, relocalización de núcleo sanitario anexo a la sacristía y refacción de la misma, solados perimetrales, reparación de revoques y cielorrasos, entre otras tareas.
Valor patrimonial
“Sabemos que ésta es una obra que la comunidad santafesina deberá conservar y preservar, de cara a los 100 años de vida de la basílica. La puesta en valor de este magnífico ejemplo de la arquitectura del siglo XX es para todos nosotros una obra de trascendencia, pues se está ponderando no sólo su incalculable valor histórico y patrimonial, sino también simbólico y social”, declaró el ministro Storero.
Sobre el estado de avance de los trabajos que se vienen realizando en la basílica, Storero evaluó: “Van bien, si tenemos en cuenta que se pudo resolver el problema que más comprometía a la integridad del edificio, que era la fragilidad de los cimientos. Éstos fueron consolidados, y además se sumó un sistema de micropiletines que ayudaron a estabilizar la estructura, evitando que las bases sufran hundimientos o que cedan”, dijo. Ahora comenzarán las tareas de completamiento en lo que refiere al embellecimiento y la restauración de mampostería y cielorrasos, “habida cuenta del riesgo que había por el problema de las filtraciones de los techos”, añadió el funcionario provincial.
A modo de homenaje, Storero hizo una breve alusión a los pioneros del centenario edificio. “En nuestro aporte a la recuperación definitiva de la basílica, de algún modo estamos rindiendo tributo a quienes la fundaron, a sus pioneros. Y aquí hay una línea histórica que va desde las incipientes construcciones de Francisco Javier de la Rosa hasta la toma de decisión del obispo Boneo de contratar a Juan Bautista Arnaldi, uno de los más grandes arquitectos de fines del siglo XIX. Santa Fe atesora varios ejemplos de su obra, y éste (la basílica) es uno de ellos: su belleza arquitectónica es asombrosa. Edificios religiosos como éste son obras muy prolíficas que deben ser preservadas”.
Agradecimiento
Mons. Arancedo declaró a los medios de prensa que “el deseo de la comunidad cristiana santafesina es ver a la basílica plenamente remodelada para su centenario, en 2010. No sé cuántos fondos más harán falta para completar su restauración: aunque ya se ha trabajado mucho, falta mucho todavía para concluir las obras”, refirió.
En su cierre, la máxima autoridad religiosa dirigió un sincero agradecimiento: “De mi parte debo expresar mi gratitud a la ciudad de Santa Fe, tanto al gobierno actual como al anterior, que han tenido la disponibilidad suficiente para ayudar a nuestra basílica. Pero, muy especialmente, debo agradecer al feligrés, a ese devoto de la virgen de Guadalupe que tanto nos acompaña desde la fe y el compromiso, con su presencia y su oración. Es ese feligrés cristiano y comprometido quien verdaderamente sostiene la obra“, enfatizó Arancedo.
