Anualmente, en el país hay entre 300 y 350 denuncias

En la ciudad hubo dos casos de síndrome urémico hemolítico

Argentina es el país que mayor incidencia de casos de esta enfermedad tiene en Sudamérica. Recuerdan las recomendaciones para evitar la infección.

De la redacción de El Litoral

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El año pasado, en nuestra provincia se reportaron 40 casos de niños menores de 5 años con Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una enfermedad -producida generalmente por comer carne insuficientemente cocida- que motiva la internación del paciente por las complicaciones renales que trae aparejadas.

En lo que va de 2009, ya se registraron dos casos en nuestra ciudad. Se trata de dos chicos que debieron ser internados en el hospital de Niños Dr. Orlando Alassia, uno de los cuales todavía permanece allí pero evoluciona favorablemente. Por este motivo, las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de tomar las medidas de prevención (tanto de higiene de manos como a la hora de cocinar y lavar los alimentos) para evitar infectar por esta causa.

La Dra. Andrea Uboldi, directora de Promoción y Protección de la Salud, explicó las características de la enfermedad y su tratamiento, además de recomendar las medidas que se deben poner en práctica para evitar esta infección.

La profesional mencionó que “en general, esta patología afecta a chicos pequeños, de entre 5 meses hasta 2 ó 3 años, sobre todo los menores de 2 años. Pero en el país y en Santa Fe hay casos registrados de chicos más grandes, hasta 6 años”.

El motivo más común de esta patología que está reportado -precisó- es el consumo de carne (generalmente carne picada en tipo hamburguesa) insuficientemente cocida, pero también frutas o verduras contaminadas (lavadas con aguas servidas o mal lavadas) o consumo de leche o jugos no pasteurizados. Sin embargo, el inicio de algunos brotes también está relacionado con agua contaminada, sobre todo en lugares recreativos, motivo por el cual insistimos en el tema del cuidado de las fuentes de agua de piletas de los jardines maternales o de familia. Por eso también existe la transmisión persona a persona por la contaminación de manos (ésta también es una enfermedad por transmisión enteral).

Diarrea y palidez

Consultada en relación a los síntomas del SUH, Uboldi mencionó que “comienza con una diarrea común, con dolor abdominal, a pocas horas de haber tenido la ingesta (a las 36 horas, aproximadamente). A los siete días aparecen algunos síntomas característicos: la diarrea se tiñe con sangre, el niño está pálido, irritable y quejoso, con dolor abdominal y orina poco. Frente a los casos de diarrea con sangre, que no son todas las diarreas, la presencia de palidez, dolor abdominal y poca producción de orina hay que consultar inmediatamente porque estos chicos requieren de internación”.

En este sentido, recordó que “el agente comúnmente involucrado es una bacteria, la Escherichia coli. No provoca una lastimadura en sí sino una toxina, pero también hay otras formas atípicas, con otras bacterias que tienen un comportamiento parecido a ésta. Además de la diarrea produce una alteración de los glóbulos rojos, motivo por el cual provoca anemia y daño o lesión renal, llevando al paciente a una insuficiencia renal aguda inicialmente, pero un porcentaje quedan con patología renal crónica”.

Otras aclaraciones

Por último, la funcionaria realizó algunas aclaraciones sobre esta enfermedad: “No es característica de los chicos desnutridos sino que afecta a chicos eutróficos; y la mayor concentración de casos está en el verano, entre enero y marzo, pero no quita que tengamos que pensar esta patología durante todo el año”.

Asimismo, planteó que “la práctica en pediatría en los últimos años ha cambiado y se indica que, para este tipo de diarrea, a pesar de que es causada por una bacteria, está recomendado el no uso antibióticos. Se utilizan medidas de sostén para ver cómo está funcionando el riñón, cómo está su anemia, si necesita una transfusión, entre otras cuestiones”.

Y agregó: “Estos chicos requieren un seguimiento porque su riñón queda lastimado, motivo por el cual son derivados a los servicios de nefrología para evaluar cómo está mejorando el funcionamiento del riñón, adonde realizan con controles periódicos”.

Uboldi concluyó remarcando que “hay medidas de prevención para evitar este cuadro y la consulta precoz, es decir, sospechar este cuadro y hacer la consulta y la internación oportunamente, permiten que el paciente evolucione favorablemente. Hay complicaciones y existe la posibilidad de mortalidad, aunque es menos del 3% de los chicos que presentan este cuadro”.

En la ciudad hubo dos casos de síndrome urémico hemolítico

Hay que tener cuidado con el agua de los piletines porque la infección también se transmite de persona a persona.

Foto: Archivo El Litoral

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Medidas de prevención

Las siguientes recomendaciones fueron proporcionadas por la funcionaria del Ministerio de Salud de la provincia para evitar el contagio del síndrome urémico hemolítico y otras enfermedades:

- Lavado de manos: como se trata de una enfermedad que se puede transmitir de persona a persona y puede haber una contaminación cruzada, las personas que preparan alimentos o que están en guarderías y jardines de infantes cambiando pañales y preparando alimentos deben lavarse las manos intensamente antes de comer, antes de preparar alimentos, después de ir al baño, al tocar pañales o al estar preparando carne.

- Cocer la carne: garantizar la adecuada cocción de la carne, es decir, que no quede roja o rosada (jugosa), ya que la cocción a más de 70º inactiva la toxina. No dejar que fuera de la casa se coma carne que no está bien cocida o donde no se puedan garantizar las medidas de higiene.

- Higiene al cocinar: cuando se preparan los alimentos, en particular cuando se corta carne cruda, hay que lavar bien los utensilios antes de usarlos para procesar otros alimentos, además de cambiar o lavar bien la tabla que se usa. El jugo de la carne cruda puede contaminar a los otros alimentos.

- Consumir jugos y leche que estén pasteurizados o hervir la leche antes de tomarla.

- Lavar las verduras adecuadamente cuando una las consume crudas.

- Guardar en la heladera en diferentes envases la carne cruda y la cocida.

- Consumir agua potable y, si uno tiene dudas de su calidad, hervirla y dejarla reposar 30 minutos o agregarle dos gotas de lavandina por cada litro de agua. De esta manera se evitan también otras infecciones enterales.

- No bañarse en lugares de agua contaminada, como arroyos o ríos que están prohibidos, o en piletas que no estén lo suficientemente cloradas para que no haya ningún tipo de infecciones.