Un avión cayó al río Hudson y tras un espectacular acuatizaje se salvaron todos

La pericia del piloto de US Airways evitó nueva tragedia en Nueva York

El capitán CB “Sully” Sullenburger se convirtió hoy en un héroe.

La pericia del piloto de US Airways evitó nueva tragedia en Nueva York

Numerosos barcos de rescate atendieron de inmediato a los pasajeros del Airbus A320 de US Airways que se estrelló en las aguas del río Hudson ayer en Nueva York (EE.UU.). Las 155 personas a bordo fueron rescatadas.

Foto: AGENCIA EFE

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EFE-AFP-Télam

La pericia del piloto del vuelo 1549 de la aerolínea US Airways evitó ayer una catástrofe aérea en Nueva York, ya que logró que su avión planeara sobre el río Hudson y salvó la vida de las 155 personas a bordo, después de que unos pájaros tomaran contacto con los motores de la nave y los paralizaran.

“Ha sido un milagro. Se ha evitado un accidente que potencialmente podría haber sido muy trágico”, indicó el gobernador de Nueva York, David Paterson, durante una conferencia de prensa junto al alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, en un muelle del río cercano al lugar del incidente.

El piloto, capitán CB “Sully” Sullenburger, se convirtió hoy en un héroe aclamado, primero, por todos los pasajeros, y después, por todos los que analizaron el accidente.

Un Airbus 320 de US Airways, que había despegado del aeropuerto neoyorquino de La Guardia y se dirigía a Charlotte (Carolina del Norte), con 155 personas a bordo, se estrelló ayer en aguas del río Hudson, en el oeste de Manhattan, al parecer debido al ingreso de varios pájaros en sus motores.

Una portavoz de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por su sigla en inglés) confirmó haber sido informada de que las causas podrían estar relacionadas con una gran bandada de pájaros, pero rehusó “especular” al respecto.

Todos a salvo

El presidente de US Airways, Doug Parker, aseguró en una conferencia de prensa que todos los pasajeros y miembros de la tripulación que iban en el A-320 estaban salvo.

“En el avión iban 150 pasajeros, dos miembros de la tripulación y tres asistentes de vuelo, y han salido del avión y de la cabina. Todos están a salvo”, indicó Parker, que pidió que no se especulara con las causas del accidente y que “no se colapsen los teléfonos habilitados para atender a los familiares de los afectados”.

Por su parte, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, felicitó al piloto por su “maravilloso” trabajo y señaló que “lo más importante es que todos están a salvo”.

Añadió que había tenido ocasión de hablar “largamente” con el piloto del avión y que éste le había confirmado que “antes de salir del aparato lo recorrió entero dos veces para comprobar que no quedaba nadie dentro”.

Las diferentes fuentes consultadas, incluida la aerolínea, difieren sobre la hora de salida del avión y sobre la del impacto, aunque todas sitúan ambos datos entre las 15 y las 16 locales (20 y 21 GMT).

Personal del cuerpo de bomberos que atendió a los pasajeros confirmó que algunos de ellos, con problemas menores, fueron enviados a la orilla neoyorquina del Hudson, y que hubo algunos afectados por hipotermia debido a las bajas temperaturas de las aguas del río.

Otros heridos fueron enviados a la costa de Nueva Jersey, el Estado vecino de Nueva York, y todos están en buenas condiciones.

Lenta y suavemente

Testigos presenciales y pasajeros coincidieron en indicar en declaraciones a la prensa que el avión perdió altura con lentitud y que se posó con relativa suavidad sobre las aguas del río Hudson.

Jeff Kolodjay, uno de los pasajeros del A-320, indicó en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense CNN que el avión “apenas había despegado, volaba bajo (y el piloto) planeó muy suavemente”.

Otro superviviente, Alberto Panero, entrevistado en esa misma cadena, indicó que “el avión se agitó” y que en la cabina se pudo oler el humo; poco después, el “capitán dijo: “Preparados para aterrizar’”, y luego empezaron a bajar.

Indicó, además, que “la prioridad era que los niños y las mujeres salieran primero. La situación al principio era de mucho miedo, había mujeres que pasaban por encima de las butacas y había olor a gasolina por todas partes”.

Dijo que, al abrirse la compuerta del avión, “ya había una embarcación, la gente salió y aguardó sobre las alas, pero algunos, con chalecos salvavidas, estaban sobre el agua”.

Flotó

Otros testimonios aseguran que cuando el avión impactó sobre el agua se hundió y luego comenzó a flotar, y que “fue una suerte que el fuselaje no se haya quebrado”.

Según varias cadenas locales, el piloto habría notado el impacto de los pájaros en el avión tan sólo unos minutos después de haber despegado y, tras informar a los pasajeros, trató de aterrizar en un área de Brooklyn, pero, al ver que no llegaba, optó por acuatizar sobre el río.

En Washington, una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Laura Keehner, indicó que “en este momento no existe ninguna información que indique que sea un incidente vinculado con la seguridad”, al tiempo que agregó que las autoridades investigarán a fondo la situación.

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ADEMÁS

Gran capacidad de respuesta

El acuatizaje de emergencia de un Airbus 320 sobre el río Hudson ha puesto a prueba, una vez más, la enorme experiencia y capacidad de respuesta de Nueva York ante emergencias en las que está en juego un gran número de vidas.

Las imágenes de una treintena de pasajeros dándose la mano y en pie en una de las alas del avión de US Airways que en la tarde del jueves cayó a las frías aguas del Hudson han vuelto a estremecer a muchos neoyorquinos, que han revivido otras escenas de pasadas tragedias que afectaron a la ciudad.

“Milagro” fue la palabra que más veces se ha repetido tras ese accidente.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, alabó la dedicación de los equipos de emergencia y los departamentos de Policía y Bomberos, los cuales desplegaron en unos minutos todo un operativo de salvamento que también contribuyó a evitar la desgracia.

“Fue un gran trabajo, que se suma a la gran labor realizada por los equipos de emergencia y otros departamentos, trabajando juntos y haciéndolo lo mejor posible. Ha sido una gran labor”, afirmó Bloomberg.

“Estoy impresionado por el despliegue. Es increíble. La ciudad de Nueva York está preparada para cualquier adversidad y tiene entrenado a todo el personal, ya sea de paramédicos, bomberos o rescate en cualquier catástrofe”, dijo el médico de emergencias argentino Gastón Costa, de vacaciones en la Gran Manzana, quien tuvo la ocasión de presenciar el operativo de salvamento.

El cónsul argentino en Nueva York, Alejandro Bertolo, dijo a la prensa argentina que el rescate “se realizó en mucho orden en medio de bajas temperaturas, por lo que había peligro de que los pasajeros sufrieran hipotermia.

“Los ferries que hacen el recorrido en torno a la isla de Manhattan rodearon completamente la máquina y también acudieron al lugar helicópteros del servicio de guardacostas y remolcadores”, precisó el cónsul al canal de noticias C5N.

 
 

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en cifras

668

Accidentes con aves

Según datos de la Administración Federal de Aviación (FAA), en las últimas tres décadas, las aves han causado 668 incidentes aéreos en Estados Unidos.

Los registros de este organismo, que se iniciaron en 1978, indican que no todos los accidentes tuvieron la misma envergadura. En 131 casos, el avión no sufrió ningún daño; en 494, las reparaciones fueron menores, y nueve ni siquiera fueron registrados.

Sólo en 34 ocasiones los aparatos sufrieron daños sustanciales. Entre los más de 600 accidentes registrados hubo 54 heridos y un muerto.

El año pasado, según los datos de la FAA, una veintena de aviones se vio afectada por palomas, búhos, gaviotas y gansos.

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la clave

El héroe

El héroe de esta evitada tragedia ha sido Sullenberger, un aviador que, según su perfil en la red social para profesionales LinkedIn, lleva 29 años trabajando para la aerolínea US Airways, ha sido piloto de combate de un F-4 en las fuerzas aéreas estadounidenses y desde hace dos años es el presidente de la organización Safety Reliability Methods, que proporciona asesoría técnica a diferentes industrias para evitar riesgos.

El acuatizaje de emergencia que hizo Sullenburger de un avión comercial del tamaño de un Airbus 320 ha sido alabado por los expertos de aviación, ya que logró que la aeronave no sufriera daños, siendo potencialmente una operación de más riesgo que una similar en tierra.