“EN LA MIRA” BUSCA SU FRECUENCIA

Radio, desde el aire del psiquiátrico

Desde 2006 trabajan en el espacio radial y desde mayo de 2008 en los estudios del Mira y López, siempre desde la frecuencia 100.9 de Chalet. El espacio les quedó chico, van por una frecuencia propia.

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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Arrancaron en 2006 con cuatro programas, cada uno con su temática y estilo. Un año después seguían trabajando intensamente, con la coordinación de la psicóloga Florencia Ferrero y la terapista ocupacional Cecilia Testoni. En la FM Chalet iniciaron micros todos los miércoles al mediodía. Se trata de “En la Mira” de la comunidad del hospital psiquiátrico Mira y López.

El año pasado se agrandaron: se inauguró el estudio en el mismo nosocomio y, a través del enlace con la FM 100.9 estuvieron en el aire todos los días, tres horas diarias, de 10 a 13. Llegaron a 12 programas con el trabajo de 14 personas que producen y también conducen.

La psicóloga Marisa Mántaras y el trabajador social Daniel Carrizo hablaron del trabajo, las expectativas y objetivos de un trabajo que irradia salud.

_¿Por qué se llega a esta experiencia radial?

_ Hay muchas experiencias pioneras de ejercer la locución en el universo de un hospital psiquiátrico. A nosotros nos parece mucho más habilitante para las personas que sufren trastornos mentales, por lo que se han tenido que internar alguna vez en el psiquiátrico, la experiencia de adherirse a las normas de una radio comunitaria. No emitimos el delirio al aire. La persona puede expresarse y en la enunciación se respetan los códigos comunes. Todos los que participamos hoy en radio “En la mira” estamos de acuerdo con la posibilidad de transformar las instituciones de alojamiento del sufrimiento mental que rige por ley desde 1991, que exige la transformación de estos lugares. No ya depósito, encierro, verdaderas oportunidades de reencuentro con lo social que es lo primero que la locura desata, y lo que nos hace ser comunidad, tiene mucho que ver con el diálogo y el mensaje común. La experiencia de que ellos se comuniquen con un oyente semejante es fundamental.

EJES

Los programas que salen al aire son variados: hay información general, musicales -Tangos en la Mira, de música contemporánea, cumbia, la Cajita de los Recuerdos (música romántica), Chamameceando- y Derribando muros, el programa editorial.

“Si bien hay un grupo de locutores que se atendieron en el hospital, hay otra gente que viene de otros lugares, lo que permite un intercambio diferente, que se hace desde la gestión misma del programa”, cuentan los profesionales.

“Se produce el programa, se trabaja, lo vamos viendo y a partir de eso se estructura el espacio. La premisa es que salga siempre en vivo, nada grabado, con otro tipo de adrenalina, de pactos y compromisos para que todos estemos de acuerdo. La radio tiene tres ejes: política, ética y estética y hay que respetarlos. La radio es una posibilidad dentro de este marco, intentamos un aporte”.

Los horarios que les brinda la FM Chalet están cubiertos, por eso comenzaron los trámites para solicitar la frecuencia propia. “Realmente la demanda que vamos teniendo es constante, para alegría nuestra. Va creciendo en forma continua. Podríamos expandirnos muchísimo, invitar a más gente a hacer cosas, más posibilidades en cuanto a gestión...”, sueñan.

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A partir de mayo de 2008 emiten el programa desde el hospital.

Foto: FLAVIO RAINA

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OPINIÓN

La gravedad del encierro

Marisa Mántaras

Hace 16 años que los que trabajamos en salud mental aguardamos el cumplimiento de la ley Nº 10.722 que preconizaba la transformación de la internación psiquiátrica. No deberían existir lugares donde la gente se aloje por una causa aguda y termine viviendo años. Esto agrega una enfermedad a la patología de base que se conoce como cronificación, que supone la deshabilitación de todas las funciones psíquicas que uno necesita para convivir en sociedad. Cuando uno quiere devolver estas personas a su medio habitual de vida halla problemas realmente insalvables, por eso la experiencia de tender lazos con la comunidad en personas que lo han perdido hace tiempo. Pelear contra la cronificación supone, básicamente, no crearla. Los lugares donde se atiende el sufrimiento mental deberían cambiar totalmente de óptica o de perspectiva en cómo se lo aborda, esto traería modificaciones en varios criterios.

Más el sesgo socio-político: psquiátrico no llega todo el mundo, preferencialmente está destinado a una franja de la población. Dar una respuesta distinta implica atender el sufrimiento mental sin perder estas funciones que el encierro cronificaría, y ésta es una de las apuestas fuertes de la radio. Que alguien a pesar de su sufrimiento pueda seguir sosteniendo el diálogo con el otro. También para ir modificando el imaginario colectivo que demanda y sostiene el encierro.