ELECCIONES PROVINCIALES

Los iraquíes votan y ponen a prueba

la estabilidad en ese golpeado país

Alrededor de 15 millones de ciudadanos estaban llamados a votar. El gobierno esperaba una presencia importante en las urnas. El resultado será clave para el futuro de Irak.

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Gran cantidad de mujeres se habían acercado a las urnas durante las primeras horas de votación.

Foto: AFP

 

De la Redacción de El Litoral

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AFP/EFE

Millones de iraquíes votaban hoy entre altas medidas de seguridad, para elegir a sus consejeros provinciales en unos comicios que ponen a prueba la relativa estabilidad que vive el país después de años de violencia.

Sin embargo los ataques no se hicieron esperar. En la región de Tikrit, 180 km al norte de Bagdad, durante la madrugada estallaron cuatro granadas ensordecedoras cerca de colegios electorales, sin provocar víctimas, según la policía.

A las 07H00 (04H00 GMT) de la mañana abrieron los 6.500 colegios electorales desde Mosul, el “último bastión urbano de Al Qaeda”, en el norte del país, hasta Fao, en el extremo sur, pasando por la ciudad sunita de Ramadi, al lado del desierto y Bagdad. Cerrarán a las 17H00 (14H00 GMT).

Cerca de 15 millones de iraquíes estaban llamados a las urnas en estas elecciones provinciales, por sistema proporcional a una sola vuelta, que se celebran en 14 de las 18 provincias del país. Los resultados se conocerán a partir del 3 de febrero, según la Comisión Electoral.

Estos comicios provinciales sirven de prueba para la estabilidad del país y la popularidad del primer ministro Nuri al Maliki que a mitad de la jornada anunció una “importante participación” y pidió a los electores que votaran masivamente.

Maliki votó por la mañana en un colegio cercano a la “zona verde”, el sector ultraprotegido de Bagdad.

Casi un millón de soldados y policías iraquíes se habían desplegado para evitar atentados suicidas u otros ataques por parte de los insurgentes extremistas.

“No he dormido en toda la noche porque quería votar primero”, asegura Anane al Janabi, un jubilado de 55 años, que vota en el barrio de Salhiyah, en el centro de la capital. “Antes de salir, he llamado a las puertas de mis vecinos y he despertado a mis hijos porque quiero que participen en este proceso democrático. Espero que no haya fraudes”, añadió este sunita iraquí.

En las elecciones de hace tres años, los sunitas perdieron mucho poder y hoy se esperaba que aumentaran su representación.

“En 2005 voté con criterios confesionales, pero esta vez, he elegido a los más competentes”, asegura Raad Kazem, un chiíta de 65 años, vestido con el traje tradicional.

En el barrio mayoritariamente sunita de Azmiyah, durante mucho tiempo un bastión de Al Qaeda y de los insurgentes, Rajaa Alaa, una madre de familia de 40 años, dice haber votado por la paz.

“La primera vez no voté porque era muy peligroso. Ahora es diferente. Hemos votado toda la familia porque creemos que las elecciones pueden traer la paz”, dijo.

En la turbulenta provincia de Diyala, al norte de Bagdad, Muchtar Jabaar está orgulloso de haber cumplido con su deber. “Las personas tienen miedo de venir a votar por los terroristas. Pero yo lo he hecho para enseñarles que no hay que tener miedo”, asegura este taxista de 32 años.

En Mosul, Erchad Ibrahim, un ingeniero sunita de 52 años, fue uno de los primeros en votar. “Los habitantes (de la provincia de Nínive) deben estar bien representados, así que eligen su candidato”, dijo haciendo alusión al boicot sunita en 2005 que permitió a los kurdos, minoritarios, ganar el consejo provincial.

 

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Se trata de elecciones indirectas. Los que resulten elegidos en estos comicios serán los encargados de conformar consejos provinciales que, posteriormente, designarán a los gobernadores de cada una de las regiones del país.