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La belleza natural de la región queda al descubierto en cada parada de la travesía.

Por los caminos de la Yerba Mate

El proyecto turístico intenta mostrar otra cara de la enorme belleza que tiene la provincia de Misiones. Acompáñenos a recorrer una de las regiones en que se divide la Ruta de la Yerba... mate en mano. TEXTOS. JOSÉ ZENCLUSSEN. FOTOS. NÉSTOR CARVALLO.

La propuesta turística de la Ruta de la Yerba Mate está dividida en siete regiones que abarcan distintas localidades misioneras y correntinas. Este viaje recorre la huella dejada por las misiones jesuíticas, los paisajes de ensueño y las estancias que alguna vez albergaron a los pioneros del oro verde.

Dentro de la ruta se encuentra la región número siete, que integra las ciudades de Posadas con San Ignacio, donde mate en mano, uno puede disfrutar de cuatro estancias que reflejan aquellos años de gloria de la yerba mate, donde alrededor del casco se formaban los verdaderos pueblos, que el tiempo -lamentablemente- se encargó de dejar en el olvido.

SANTA INÉS Y SU HISTORIA

El primer establecimiento que uno recorre -en esta región- es la estancia Santa Inés, ubicada a 20 kilómetros de la ciudad de Posadas, en el kilómetro 8,5 de la Ruta Provincial Nº 105. Fue fundado por Pedro Núñez, un inmigrante español que llegó a tierras guaraníes a fines del siglo XIX y se convirtió en poco tiempo en un pionero en el cultivo de la yerba mate, en tierras misioneras. En el año 1903, comienza la construcción de la casa de estilo colonial inglés, enclavada en medio de un parque bordeado por hectáreas de selva misionera. Ese mismo año, don Pedro Núñez arranca con la plantación de yerba en las 16.000 hectáreas que tenía el establecimiento a principios de siglo.

Para mantener viva la historia de la estancia, sus dueños decidieron en el año 1997 dedicarse al turismo rural y conservar las costumbres típicas de la estancia, en su época de gloria. Cuando uno llega al establecimiento -cansado por el largo viaje- lo espera un desayuno campestre, que incluye mermeladas caseras, tortas, masitas de yerba mate y hasta mate de coco. Tras disfrutar del inigualable banquete, uno se introduce dentro de la selva donde se pueden avistar aves y animales silvestres, sigue con un recorrido por las plantaciones de yerba y culmina con la visita a la capilla.

SANTA CECILIA

Llegado el mediodía, caluroso por estas tierras, se puede disfrutar de un buen asado en la estancia Santa Cecilia. Este establecimiento ganadero -ubicado en la localidad de Candelaria en el kilómetro 1365 de la Ruta Nº 12- combina el pasado y el presente, acompañado por la tranquilidad que ofrece la vida de campo. Santa Cecilia cuenta con un casco histórico -construido en el año 1908-, bordeado por un marco natural que sólo la provincia de Misiones puede ofrecer, rodeado de lomadas, espejos de agua, acompañado por aves silvestres y una arboleda que invita al descanso por la tarde.

Si nos sumergimos en la historia del establecimiento, encontramos que esta estancia nace hace más de cincuenta años, cuando Cesáreo Navajas Centeno decide crear una empresa ganadera importando al país las primeras Razas Índicas y creando así la primera empresa Ganadera y Cabaña de Nelore de la Provincia de Misiones. Años más tarde, su hijo Carlos Navajas, desarrolla la idea de generar un planteo de Forestaciones de tal manera que no le quiten espacio verde al sistema ganadero de la empresa.

Por si fuera poco, durante la estadía el turista puede disfrutar días de campo, realizando largas caminatas en compañía de la naturaleza,;por la tarde puede maravillarse al contemplar el atardecer sobre el Paraná, aquí mucho más angosto y encajonado que en nuestro litoral, acompañado todo ésto con exquisitas comidas criollas, además de conocer las destrezas de los gauchos, los verdaderos hombres de campo.

ESTABLECIMIENTO FELICITAS

También dentro de la región número siete, se puede recorrer la estancia Roa Pipó, ubicada en la localidad de Santo Pipó (Santo de pies y manos), sobre la Ruta Nacional Nº 12, a 84 kilómetros de la ciudad de Posadas. Dentro de las 100 hectáreas que comprende la estancia, se ubica el Establecimiento yerbatero Felicitas, a cargo de Roger Netter (bisnieto de Alberto Roth, fundador del establecimiento), el cual produce entre 250 a 300 mil toneladas de yerba orgánica por año.

Algunos de los yerbatales de la Estancia tienen cerca de 70 años y se encuentran ya muy debilitados. La producción de yerba orgánica, elaborada en el establecimiento se vende mayormente en locales de la zona y dietéticas de la provincia de Buenos Aires. Además de ventas en el mercado interno, Felicitas exporta cerca de 80 mil kilos a Alemania, en tres o cuatro etapas de 20 mil kilos cada una. En este caso, se trata de una yerba verde (con poco estacionamiento) y sin palo.

Para garantizar que no se utilicen productos químicos en los yerbales, el establecimiento recibe dos veces por año a la certificadora OIA (Organización Internacional Agrícola), con sede en Capital Federal y con validez en Estados Unidos y Europa. Durante las inspecciones se realizan estudios de la tierra, y los productores lindantes con el establecimiento deben firmar un escrito en el cual se comprometen a no utilizar pesticidas a 30 metros de los yerbales de Roa Pipó.

“LA MARÍA ANTONIA”

El recorrido por la Ruta de la Yerba Mate culmina, como no podía ser de otra manera, en la estancia “La María Antonia”. La historia de este establecimiento, junto a su casco de estancia -réplica de la casa de Simón Bolívar- arranca a principios de siglo -entre 1900 y 1905-, cuando la familia Herrera Vega compra estas tierras. En ese momento encargan a sus primos, la familia Palacios llegada desde Venezuela, la construcción de la casa de la estancia, que se termina en el año 1925. En estas tierras, que reciben las caricias del Río Paraná, se comenzó con las primeras plantaciones de yerba mate que se hicieron en la provincia, después de que se perdiera el conocimiento del cultivo, cuando fueron expulsados los jesuitas.

Durante los primeros años de 1910 arranca el boom del cultivo de la yerba, en ese entonces conocido por el oro verde; en esa época se cultivaron las primeras 500 hectáreas y se obtuvieron 2 millones de kilos secos de yerba. Este verdadero emporio llegó a contar con una escuela, pulpería, un club, hospital, alojamiento para los empleados golondrinas que llegaban desde el Paraguay, y hasta un tren que servía para llevar y traer la producción de todo el establecimiento.

En el año “54 la estancia pasa a manos de la familia Hadad, que pagó alrededor de un millón y medio de pesos. La feroz crisis que se desató en el sector a fines del año “95, con la caída en los precios de la yerba (0.83 centavos por kilo) fue haciendo insostenible el mantenimiento de la estructura, que llevó a un desplome en la producción y luego al cierre del establecimiento yerbatero.

El turismo, encarado por sus dueños, intenta mostrar y dar a conocer la rica historia de este establecimiento, uno de los más importantes de toda la provincia de Misiones.

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Casco de estancia del establecimiento Roa Pipó.

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establecimiento La María Antonia.

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cómodos ambientes dan la bienvenida al viajero y hacen confortable su estadía.

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REGIONES

La Ruta de la Yerba Mate está integrada por siete regiones turísticas que no sólo unen localidades de la provincia de Misiones sino que también integra ciudades correntinas:

- Región 1: Localidades Leandro N Alem, Concepción de la Sierra, Apóstoles: responsable Victoria Szychowski (Grupo Amanda).

- Región 2: Caraguatay, Montecarlo; responsable Alfonso Kraus (Coop Agrícola de Montecarlo).

- Región 3: Eldorado, Victoria, Andresito; responsable Abel Gauto, Haras Ranch Eco Lodge.

- Región 4: Oberá, Aristóbulo del Valle, responsable Daniela Olivera, Cuña Pirú Lodge.

- Región 5: San Ignacio; Capioví, responsable Jorge Haddad estancia “La María Antonia”.

- Región 6: Colonia Unión, Colonia Liebig, Gob. Virasoro, Corrientes; responsable Diego Quiroga, Establecimiento Las Marías.

- Región 7: Posadas, San Ignacio; responsable Alejandro Gruber, Kraus yerba mate orgánica.