FLAMENCO EN EL PARADOR

Por bulerías en la playa

Tuvo lugar la tercera jornada de “Flamenco en la playa y canto popular”. Cerca de 600 personas se dieron cita en el Parador Guadalupe. El ciclo es organizado por la Municipalidad de Santa Fe.

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Juan Pablo Ramírez dio el taconazo inicial a la velada flamenca.

Foto: Pablo Aguirre

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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La tercera luna de “Flamenco en la playa y canto popular” convocó nuevamente a una nutrida platea. El jueves por la noche, en el Parador Guadalupe de la Costanera Oeste, casi seiscientos espectadores protagonizaron una nueva velada de tablao santafesino frente a la costa de la laguna Setúbal.

Actuaron Juan Pablo Ramírez, Marta Bernazano, Ramiro Porto García, María Eugenia Irigoyen, Calleabajo, Marianne y, como artistas invitados, subieron al tablao los músicos de La Traya.

El arte del lamento por la suerte que tocó en vida a sus creadores; el de la voz quebrada llegando casi al llanto; el de la pasión de las nostalgias, no deja de impresionar por su cautivante estética. Fue la tercera velada de “Flamenco en la playa y canto popular”, exitoso ciclo organizado por la Secretaría de Cultura y que cuenta con la dirección artística de Bernazano.

BULERÍAS Y ALEGRÍAS

La arena aún conservaba el calor de la tarde veraniega cuando el Parador Guadalupe comenzó a recibir a los espectadores. Ávidos de arte andaluz, una vez más el público se dio cita en la costa santafesina.

Pasadas las 22.30, Juan Pablo Ramírez dio el taconazo inicial a la velada flamenca. Este bailaor santafesino, que enamora a los porteños, trabajó su número en tres fases: en primer lugar actuó junto a su maestra Marta Bernazano; luego sus botas de gitanillo zapatearon al ritmo de la guitarra de Ramiro Porto García; y, finalmente, cautivó como solista con la interpretación de dos piezas más.

Luego subió a escena el grupo rosarino Calleabajo. El cante de Rocío Freijanes, la guitarra de Pablo Cándido y el baile de Marcela Manzano canalizaron la esencia flamenca con sus fandangos, rumbitas, tangos adaptados, alegrías y sevillanas. La actuación de Calleabajo, al igual que la de Ramírez, desató la ovación de la platea.

Para el último número de flamenco, se armó el tradicional tablao. De la misma forma que los jueves anteriores, todos los artistas que actuaron durante la velada subieron a las tablas y se acoplaron con músicos invitados.

De esta manera, los bailaores del tablao playero fueron Juan Pablo Ramírez, Marta Bernazano, María Eugenia Irigoyen, Marcela Manzano. El ritmo lo pusieron las guitarras de Ramiro Porto García, Ángel de Almería y Pablo Cándido; en el cante, Avel Córdoba y Rocío Freijanes; la percusión Rodrigo García Arancibia; y las palmas de Clara Montenegro y María Eugenia Irigoyen.

LA MAGIA DE MARIANNE

La voz de Marianne cerró la velada pisando las 2 de la mañana. El repertorio, de antología popular, abarcó boleros, rumbas, tangos y clásicos latinoamericanos. La experimentada cantante deleitó a la audiencia con su mágica manera de decir cada canción, sintiendo la letra como si se tratase de una historia vivida en carne propia.

En este marco, mientras Marianne cantaba su sección de tangos, Ramírez subió a escena para interpretarlo en su baile. Momento impactante de la noche, tanto por la contundencia y la comunión de ambos artistas como por la imprevisibilidad del acontecimiento.