Ya suman 14 los homicidios en lo que va del año
Murió acribillado a balazos en sangrienta emboscada
Ocurrió ayer en barrio Cabal, en inmediaciones de la zona conocida como Curva de Roces. La víctima recibió no menos de cinco impactos. Barrabravas del Club Unión estarían en la mira de los investigadores.
Varios testigos dijeron que los disparos partieron de un Peugeot 206, color gris. Esta mañana, en Larrea al 1700, la policía halló abandonado un vehículo de similares características al buscado. No obstante los peritajes dirán si tiene algo que ver con el delicado asunto.
Foto: Danilo Chiapello
Redacción de El Litoral
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Un hombre perdió su vida tras ser acribillado a balazos, en un sangriento hecho ocurrido ayer en la zona norte de la ciudad.
La víctima fue identificada como Walter Rodolfo Ramírez, de 39 años, el que dejó de existir en el hospital Cullen, lugar donde había ingresado en estado desesperante con numerosos impactos de bala.
Mentes asesinas
Todo parece indicar que la muerte del nombrado fue producto de mentes asesinas que en la tarde de ayer le tendieron una emboscada letal, en la zona norte.
Ramírez se ganaba la vida trabajando como remisero al servicio de la empresa Unicar. Estaba al mando de un Fiat Duna, interno 1316.
Minutos antes de las 18 el nombrado recibió el encargo de ir a buscar a un cliente en la intersección de los pasajes, Boedo y Santa Fe. Esto es, en el acceso a barrio Cabal, en las inmediaciones de la zona conocida como Curva de Roces.
Ramírez ingresó al lugar circulando por el pasaje Santa Fe hacia el sur. Pero al llegar al cruce con Boedo fue interceptado por un Peugeot 206. Sin vacilar el conductor del Peugeot le efectuó varios disparos con un arma de fuego.
Alcanzado por los proyectiles el remisero perdió el control del vehículo, el que subió a la vereda y terminó estrellándose contra el frente de un garaje.
Respecto a las características del automóvil en el que se conducía el agresor, varios testigos lo sindicaron como un Peugeot 206, de color gris. No obstante existen otras voces que dicen que era de color blanco.
De sicarios y 9 mm.
El avance de la investigación permitió establecer que los disparos que terminaron con la vida de Ramírez no partieron sólo desde el interior del Peugeot. En los momentos que se consumaba la criminal faena, se sumó otro individuo que estaba parado en el lugar.
Este sujeto, que en una mano portaba un teléfono celular, se sumó a la balacera y también vació el cargador de su arma contra el remisero.
Consumado el ataque sus autores se dieron a la fuga y desaparecieron de la escena con la misma rapidez con que hicieron su “trabajo”.
La víctima quedó agonizando en medio de un charco de sangre. A partir de entonces se sucedieron los desesperados pedidos de auxilio. Poco después una ambulancia del Dipaes cargó con el herido y lo trasladó hasta el hospital público donde ingresó en condición crítica.
Examinado por el doctor Vera, se le diagnosticó: heridas de arma de fuego en brazo derecho, nuca y rostro, con muerte cerebral. Tras el esfuerzo de los profesionales, ya siendo la 1 de la madrugada se informó el deceso del infortunado.
En tanto en el lugar del crimen estuvieron trabajando los peritos de la Unidad Regional I, los que secuestraron numerosos plomos encamisados, calibre 9 mm. De todo lo actuado se dio conocimiento al juez de instrucción en turno.
¿Guerra de barras?
Por último, se supo que varios integrantes de la barrabrava del Club Unión estarían siendo seguidos de cerca por los investigadores de este caso. Esto se debe a que Ramírez era un conocido hincha “tatengue” y asiduo concurrente a la cancha.
En su rutina de trabajo los pesquisas habrían trazado una línea imaginaria estableciendo una posible vinculación entre este homicidio, y otro acontecido el 12 de diciembre en Villa del Parque, cercanías del parque Juan de Garay.
Aquella noche dos puñaladas en el tórax y la espalda acabaron con la vida de Miguel Ángel Romero, 32 años, informaron fuentes policiales de la Unidad Regional Uno.
Un móvil del Comando Radioléctrico partió rumbo a Villa del Parque, a raíz de un llamado en el que informaban de una persona herida de arma blanca. La patrulla arribó a la esquina de Vera y Pintado y José Díaz y se encontró con un hombre de mediana edad, ya sin signos vitales.
La comisión policial puso en conocimiento de lo ocurrido a la Comisaría 6ta. y desde allí notificaron a la sección Homicidios y al juez de Instrucción de turno.
Romero era de Las Flores I y se desconoce qué hacía esa noche en Villa del Parque. Junto al cuerpo la policía secuestró una moto Suzuky de 125cc. que podría ser de la víctima. En el lugar el médico policial constató las heridas que le provocaron la muerte y dejó paso a los peritos para que tomaran nota de la escena del crimen.
No obstante esta es sólo una línea de trabajo. “Todas las hipótesis están abiertas”, opinó un investigador.
