Boca fue mucho para un River que no reacciona
Noche de fiesta en Mendoza
El equipo de Ischia venció a River por 2 a 0. Los goles fueron anotados por Mouche y Roncaglia, uno en cada tiempo. Con esta derrota, los de Gorosito no ganaron en todo el verano.
Mouche, una de las figuras del ganador, festeja el primer gol. Boca complicó el difícil panorama de River que juega con Colón en el inicio del torneo.
Foto: Télam
Redacción de El Litoral
Télam
Boca Juniors volvió a vencer a River, esta vez fue 2 a 0, en la ciudad de Mendoza, y se quedó con la Copa Revancha, dejando a su rival de toda la vida invicto en este verano, porque no pudo cantar ni una vez victoria.
Los goles del equipo de la ribera fueron convertidos por Pablo Mouche y Facundo Roncaglia, uno en cada tiempo, respectivamente. El árbitro del partido, jugado en el estadio Islas Malvinas, de Mendoza, Sergio Pezzotta expulsó a Nicolás Domingo.
Boca cerró su participación en el verano cantando victoria por segundo vez en el año ante River, que desde que asumió Néstor Gorosito no pudo ganar un solo partido. Boca salió a jugar con muchos juveniles, con la novedad de Roberto Abbondanzieri en el arco, mientras que Gorosito decidió incluir a todos los titulares.
Pero pese a esa situación, los chicos de Boca en el comienzo del encuentro y durante gran parte del primer tiempo, fueron muy superiores a River, mostrándose más veloces y precisos.
Así, en la primera media hora de juego, el equipo de Carlos Ischia contó con las mejores chances para abrir el marcador, pero Pablo Mouche, el jugador más peligroso de la cancha, no acertó y cuando lo hizo apareció el arquero Marcelo Ojeda.
Uno de los hechos relevantes del primer tiempo no pasó por el juego o las situaciones de gol, sino por los accidentes que hubo durante los 45 minutos iniciales.
En el arranque, fue amonestado Martín Galmarini por una fuerte infracción. Minutos después Lucas Viatri, sin intención, le pegó un codazo a Facundo Quiroga, a quien le rompió la nariz, y lo mismo le pasó a Cristian Chávez, con menos suerte del zaguero de River porque tuvo que ser reemplazado (entró Carlos Fondacaro) y luego fue llevado a una clínica para realizarse estudios.
Cuando el primer tiempo se iba sin pena ni gloria, apareció Mouche para acertar en el mano a mano con Ojeda, luego de una asistencia perfecta de Leandro Gracián, quien hasta ese momento no había tocado la pelota.
El gol pegó duro en los jugadores de River, porque irse al descanso en desventaja no estaba en los planes, como tampoco lo estaba ser superado otra vez por un grupo de chicos, reforzados con Abbondanzieri y Gracián.
Para el segundo tiempo, Gorosito mandó a la cancha a Diego Buonanotte -también entró Nicolás Sánchez por el lesionado Quiroga-, pero nada cambió, porque River siguió siendo muy previsible en ataque y muy endeble en el fondo.
Con un movedizo Nicolás Gaitán, bien acompañado ahora por Gracián, más la movilidad de los puntas, sobre todo mientras estuvo en cancha Mouche, quien luego fue reemplazado por Rodrigo Palacio, Boca fue muy superior un River muy parecido al que salió último en el torneo Apertura.
Para colmo, Pezzotta expulsó bien a Nicolás Domingo y lo dejó con un hombre menos, complicándole aún más la noche. Y como para que el lamento sea mayor, cuando tuvo alguna chance apareció Abbondanzieri.
Y si la noche venía mal barajada para River apareció Palacio para desbordar por derecha y enviar un centro-pase para Roncaglia, quien de media vuelta superó a Ojeda para liquidar la historia.
A partir de ese momento, fue un verdadero “baile” de los chicos de Ischia, quienes superaron en todos los sectores a River, brindándole a sus hinchas otra noche inolvidable.
