El elogio de Nadal para un desconsolado Federer

“El mejor de la historia”

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De lo mejor. “Mi tío me dice que el mejor de todos es Laver, pero yo creo que Roger le aporta muchísimo al tenis”, dijo Rafa, que recibió el trofeo del último jugador que ganó los cuatro grandes en un año, en 1969.

Foto: Agencia AFP.

Luego de la victoria del español en la final del Australian Open, se prodigaron loas mutuas entre la alegría del ibérico y la desazón del helvético. “Seguro igualarás el récord de Sampras”, concluyó.

Redacción El Litoral

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Fue un momento raro. En plena ceremonia de entrega de premios, quien fuera el mejor jugador de tenis del mundo durante cuatro años, y a quien muchos señalan como el mejor de la historia, se largó a llorar desconsoladamente, a tal punto que no podía articular palabras ante el público. Roger Federer había perdido una nueva final en un torneo de Grand Slam, y otra vez ante Rafael Nadal, que esta vez le privó de alzarse con su decimocuarto trofeo “grande”, marca que ostenta el estadounidense Pete Sampras.

En ese extraño instante, el español aprovechó para elogiar al helvético, lo abrazó y le dijo: “Lo siento por hoy. Sé realmente lo que se siente y lo duro que es, pero eres el mejor de la historia y seguro que igualarás los 14 de Sampras. Me encanta jugar contra ti y te deseo lo mejor para el resto de la temporada”. Por su parte, y como pudo, Roger admitió que “mereciste el triunfo, fue una fantástica final y has tenido una enorme temporada el pasado año”.

Inédito

“Recibir el trofeo de manos de Rod Laver es un sueño para mí”, expresó el español, que rompió en Australia un maleficio de décadas para el tenis ibérico en el continente oceánico. Esa barrera que no pudieron franquear Juan Gisbert (en 1968), Andrés Gimeno (1969) ni Carlos Moyá (1997) en el cuadro masculino, o Arantxa Sánchez (1994-95) y Conchita Martínez (1998) en el femenino, la superó ayer Nadal, y toda España lo celebra.

Gimeno fue uno de los primeros en acercarse y felicitar al campeón. “Muchas gracias, me has hecho sentir orgulloso, pero qué mal lo he pasado, hijo”, señaló. Luego, Laver y John Newcombe estrecharon la mano vencedora.

No cambiar

Rafa alcanzó su sexto título de Grand Slam, y tras ello señaló que debe mantenerse prudente y humilde. “Estoy muy contento con estos seis títulos. Por supuesto, intentaré ganar alguno más, pero he aprendido hasta qué punto es difícil ganar un torneo así. Cuando gané el primer Roland Garros, no sabía si habría algún otro. Este título es muy importante, pero no soy mejor jugador que hace cinco horas”, enfatizó el tenista de Manacor.

En cuanto a sus sensaciones, destacó la importancia de haber ganado en una pista que no fuera de polvo de ladrillo, como lo hiciera el año pasado en Wimbledon. “Tengo un sentimiento muy especial. Era mi sueño ganar un Grand Slam sobre pista dura. Toda mi vida he trabajado para jugar mejor en otra superficie distinta a la tierra batida. Estoy muy contento y emocionado”, explicó.

Para el final, explicó sus sentimientos en el aspecto físico. “Todavía no he podido saborear el triunfo. Estaba muy cansado, en el vestuario la cabeza me daba vueltas. Tras la semifinal con Verdasco me quedó el muslo muy duro. Durante el partido no llegué a sentir calambres pero estaba preocupado”, reconoció al tiempo que agradeció a su kinesiólogo, pieza fundamental para que Nadal estuviera en cancha durante 4.23 minutos en la final.

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ADEMÁS

Ganaron lo mismo, ¿es justo?

Desde hace algún tiempo, hombres y mujeres ganan lo mismo en los torneos de Grand Slam. Sin embargo, la diferencia de juego, espectáculo y el tiempo que permanecen en pista no son lo mismo.

Mientras la estadounidense Serena Williams tuvo como partido más largo del certamen el de cuartos de final ante la rusa Svetlana Kuznetsova (que lo resolvió en dos horas y tres minutos), y en la final necesitó 59 minutos para consagrarse por décima vez en un Grand Slam, Rafael Nadal debió luchar durante 5 horas 14 en la semifinal y 4.23 en el duelo decisivo, una bestialidad rayana a lo inhumano, fundamentalmente si se tienen en cuenta las temperaturas en pleno tórrido verano oceánico.

El espectáculo entre Nadal y Federer fue inmejorable, plagado de buen tenis, adrenalina, tensiones y emotividad. El sábado, Serena festejó tras un partido chato, aburrido, sin reales situaciones de competencia y con una Safina perdida en el campo.

Hace tres años, la pujante Maria Sharapova había participado de una campaña por la igualdad de condiciones entre hombres y mujeres en el tenis. “Estamos presionando para lograr que se solucione el problema de las diferencias económicas. Las mujeres somos fuertes, atrevidas y estamos a la misma altura de los hombres”, comentó; pero en pista no lo pueden corroborar.

Un poco más acá en el tiempo, Nadal se mostró de acuerdo en que debían ser iguales en todos los aspectos de la vida, aunque aclaró con mucho criterio. “Si somos iguales, ellas deberían jugar también al mejor de cinco sets como nosotros, si quieren ganar lo mismo”.

Mientras los caballeros juegan a cinco sets todos los partidos de los Grand Slams en la actualidad, las chicas disputaban un único partido de esa extensión en el choque decisivo del Masters de fin de año; sin embargo, la norma se suprimió a partir de 1998. Williams y Nadal cobraron el mismo cheque de 1.200.000 euros, pero, mientras el español terminó exhausto por la dura contienda, Serena apenas si transpiró.


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EL DATO

Nadal se aleja.

Con el triunfo en Australia, Rafa Nadal se alejó en el liderazgo del ranking, y Fernando Verdasco se metió por primera vez en el top ten, en la novena posición. En tanto, Juan Martín del Potro bajó al séptimo escalón y David Nalbandian volvió al segmento de privilegio, con su décima colocación. Otros argentinos en el top 100: Acasuso (46), Schwank (52), Cañas (68), Mónaco (69), Vassallo (70), Calleri (71), Junqueira (76) y Dabul (86).