Tiene alrededor de 100 habitantes
El Laurel revive a la vera de la Ruta 1
Este paraje del distrito Saladero Cabal atraviesa en los últimos tiempos una significativa experiencia. La recuperación de los lazos de amistad y la vuelta al pago motorizaron encuentros fraternos. Beneficios para obras y una esperanza centralizada en la reapertura de una escuela.
El edificio de la escuela Nº 563, situado en el paraje El Laurel, se presenta como un emblema de los vecinos de este lugar.
Foto: Exequiel Kay
Exequiel Kay
A la vera de la Ruta Provincial Nº 1, a poco más de 10 kilómetros del casco urbano de Saladero Cabal, se erige tímidamente El Laurel. Con unos cien habitantes, entre arboledas atravesadas por un camino serpenteante con destino a la costa, este paraje disfruta de una experiencia enriquecedora.
Una suerte de gesta por la identidad es la de Rubén Valdez, nacido en El Laurel, quien, tras partir hace 35 años, volvió hace tres a su pago chico. El punto de partida de este renacer fue un homenaje en vida a la docente Sonia Blanca Vigo de Dovis, directora de la entonces escuela Nº 563.
“Trabajamos en ese momento con ex alumnos, con personas que, como en mi caso, habían emigrado y ahora volvieron. Para ese homenaje reunimos 400 personas, que disfrutaron una fiesta muy hermosa”, comentó Valdez, quien precisó que desde entonces trabaja una comisión promotora de estas actividades. Es la denominada Agrupación Conciencia, la que, además de acompañar la futura reapertura de una escuela en El Laurel, promueve particularmente la realización anual de “La laureleada”, un espacio para el reencuentro entre ex docentes, ex alumnos, vecinos de esa localidad y ex residentes diseminados en diversas geografías.
“En estos reencuentros, era emocionante ver cómo la gente se abrazaba después de 20 ó 30 años de ausencias”, destacó. A modo de adelanto, el próximo 28 de febrero se prevé una nueva reunión. El motivo será celebrar la posible reapertura del edificio escolar y volver a sentir esa experiencia del reencuentro. A su vez, el beneficio que se logre en ese momento se destinará a dar continuidad a la obra de construcción de la capilla de El Laurel.
Antecedentes
A comienzos del año pasado, un significativo encuentro infantil había tenido lugar en este paraje del departamento Garay. Tal como había ocurrido el 14 de octubre de 2007, unas 500 personas se daban cita en el local de la escuela Nº 563 para agasajar a más de 150 niños, esta vez, con motivo del Día de Reyes.
Ex docentes, ex alumnos, ex cooperadores de la escuela, provenientes de distintas localidades de nuestra provincia y otros puntos del país, junto a familias de la zona, volvían a reunirse y fortalecer esta valiosa experiencia.
La vuelta al pago había sido en aquel mes de octubre, cuando unas 400 personas degustaban un asado con cuero, en medio de una fiesta que comenzaba con una cabalgata desde la Ruta Nº 1 hasta la escuela, portando banderas argentinas y de la provincia.
En la oportunidad, se había homenajeado también a Blanca Ocampo de Vigo, de 93 años, hija de Gabriel Ocampo, que en 1927 donó el terreno para que se construyera el edificio escolar. Además del reconocimiento a la ex directora Sonia Vigo de Dovis, recibían presentes quienes habían ocupado la Dirección, Elma Bertoria y Olga Farioli, así como ex docentes y no docentes del establecimiento.
