Policías complicados

Resuelven procesamientos por el secuestro de Bergara

Télam

La Justicia Federal de Quilmes resolverá si procesa con prisión preventiva a un ex policía bonaerense detenido por el secuestro de Leonardo Bergara y al efectivo en actividad dueño de la casa donde la víctima apareció tras 33 días de cautiverio.

Fuentes de la investigación informaron a Télam que tanto la fiscal Silvia Cavallo como el juez Luis Armella analizaban hoy los elementos reunidos en la pesquisa para resolver la situación procesal de Daniel Pardini y Jorge López.

Entre las pruebas recolectadas y analizadas están los libros de la subcomisaría del El Pato, donde López prestaba servicio externo, que fueron secuestrados el viernes pasado en un procedimiento judicial.

Según las fuentes, en esos libros buscan evacuar las citas de López, quien en su indagatoria aseguró que el día que apareció Bergara en su casa estuvo de servicio hasta las 3 y que luego fue despertado a las 9.50 por su jefe que le comunicaba que la víctima había aparecido en su vivienda en construcción.

Otros elementos que buscan acreditar los investigadores en esos libros es la recepción de un llamado al 911 que alrededor de las 0.15 del día que apareció Bergara alertaba sobre un supuesto tiroteo a unos dos kilómetros de la casa de López.

A raíz de ese llamado, dos móviles de El Pato fueron hasta el lugar y también concurrió el propio López como apoyo, dijo a Télam Andrés Vitali, abogado del policía detenido.

“Mi defendido no tiene nada que ver con ese llamado”, aseguró el letrado.

Es que los investigadores procuran determinar si esa comunicación fue realizada por los secuestradores -al igual que la que luego alertó donde estaba Bergara- para liberar la zona cercana a la casa de López y así trasladar a la víctima hasta allí, dijeron los informantes.

Respecto de López, los pesquisas inspeccionaron el viernes pasado esa vivienda junto con un cerrajero para determinar cómo pudieron haber ingresado los secuestradores ya que el sospechoso asegura que le “plantaron” a Bergara.

López aseguró que sólo él y un albañil tenían las llaves de la casa y que los secuestradores le cambiaron el candado de la puerta principal.

“Con el cerrajero, quisieron ver si cambiando el candado pero sin tener las llaves de la puerta ésta se podía abrir igual y se puede”, indicó Vitali, quien adelantó que si López es procesado apelará esa decisión, que se conocerá mañana.

En tanto, sobre la situación de Pardini, el juez y la fiscal analizan los datos que el propio sospechoso aportó en su indagatoria en la que se declaró inocente y sugirió que investigaran a otros dos hombres que podrían haberlo involucrado intencionalmente en el caso.

Los funcionarios judiciales, que tienen plazo hasta el miércoles para resolver la situación de Pardini, procuran determinar si el teléfono celular que los secuestradores le dieron a Gustavo Bergara, hermano de la víctima, al momento del pago del rescate, fue adquirido a nombre del ex policía.

También quieren acreditar si un Renault 9 gris secuestrado en la remisería de Pardini en Florencio Varela fue utilizado para la captura de Bergara.

Sin embargo, tanto el auto como el propio Pardini, no fueron reconocidos por Bergara, su esposa, el hombre que vendió el chip del celular y otro testigo presencial del secuestro.

Lo mismo sucedió con López, a quien ni la víctima, ni su mujer ni otros testigos lo reconocieron en rueda de presos.

Este policía está detenido desde el sábado 24 de enero pasado cuando Bergara fue encontrado por la policía, mientras que Pardini, exonerado de la fuerza en 1990, se entregó tres días después.

Por el caso, hay otros dos policías procesados con prisión preventiva, Maximiliano Costa, de la comisaría 1ra. de Quilmes y Daniel Vega, de la Jefatura Distrital Berazategui. Costa y Vega, al igual que López y Pardini, se declararon inocentes y no fueron reconocidos en rueda de presos.

Bergara fue secuestrado el 22 de diciembre cuando salía de su casa de la localidad de Ranelagh, partido de Berazategui y fue liberado 33 días después, luego de que su hermano pagara 230.000 dólares de rescate en Pinamar.