Tiene 32 años

Identificaron a la 97º hija de desaparecidos

Abuelas de Plaza de Mayo celebró ayer el encuentro de la mujer con su hermana mayor, Juliana, que la buscaba desde hace años.

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Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas, anunció el hallazgo este viernes, en conferencia de prensa.

Foto: Télam

DyN

Una chica se convirtió este viernes en la nieta recuperada número 97, luego de que la Justicia confirmara a través de las pruebas genéticas que es la hija de una desaparecida durante la última dictadura, apropiada por un militar que se desempeñó en el sector de Inteligencia del Batallón 601 del Ejército.

Según revelaron a DyN fuentes judiciales, la chica recuperada es la hija de Beatriz Recchia, que estaba embarazada de cinco meses cuando fue secuestrada en enero 1977. “Soy la persona más feliz del mundo -dijo Juliana García, la hermana de la joven que la buscó durante todo este tiempo-. Los mejores momentos de mi vida tienen que ver con los nacimientos, los de mis hijas y el de mi hermana. Mi hermana nació hoy porque hoy supo que era hija de Beatriz Recchia y Antonio Gómez. Mi vieja tuvo un embarazo de 32 años, pero hoy nació”.

Juliana, de 35 años, aseguró que toda su vida la buscó porque “yo ya la tocaba a través de la panza de mi mamá” y hoy que pudo reencontrar ese contacto dijo: “no puedo creer que nos hayan robado 32 años”.

Los padres

Antonio y Beatriz se habían conocido en grupos católicos y militaban juntos en la agrupación Montoneros; el 12 de enero de 1977, efectivos del Ejército vestidos de civil irrumpieron en la casa que compartían en Villa Adelina.

Los restos de García fueron enterrados como NN al día siguiente en un cementerio, y la Justicia recién supo de su deceso en 1984. A Beatriz Recchia, embarazada de cinco meses, la secuestraron y fue llevada a Campo de Mayo, junto a la hija mayor, Juliana, de tres años; al día siguiente, la nena fue dejada con sus abuelos. Desde el comienzo, los familiares de Recchia buscaron a la joven y se enteraron por dichos de otras sobrevivientes que había sido llevada a Campo de Mayo, donde funcionaba una sala de partos clandestina, donde dio a luz en mayo de 1977. Nunca más se supo de ella. Si bien no se quiso precisar cómo fue el hallazgo, denuncias que llegaron a Abuelas de Plaza de Mayo permitieron establecer sospechas en torno de la posibilidad de que un ex militar se hubiera apropiado de la criatura.

Las sospechas recayeron sobre un militar que trabajó en el sector inteligencia del Batallón 601 del Ejército, inscribió a la menor como propia en mayo de 1977 y en el 85 fue enviado como agregado militar a Roma.

Mientras tanto, el Banco de Datos Genético del Hospital Durand confirmó en las últimas horas, luego de más de un año de peritajes, que la joven era -en un 99 por ciento de probabilidades- hija de Beatriz Recchia.

 

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ADEMÁS

El encuentro de dos hermanas

El viernes tanto la joven como su hermana Juliana fueron convocadas al juzgado de San Isidro para recibir la noticia por separado y momentos después se encontraron en un café para verse la cara. En la sede de Abuelas, durante una conferencia de prensa, Juliana no quiso contar detalles ni de ese encuentro, ni de la identidad que tuvo su hermana hasta ahora, ni de sus apropiadores, ni de cómo llegaron a ella.

“Es todo muy privado y hay cosas que quedan en nosotras. Algunos medios publicaron de manera canallesca el nombre y me parece una falta de respeto hacia ella. Hoy, soy una leona defendiendo a mi hermana”, dijo. Pero además, aclaró que nunca se difunde el nombre del chico apropiado ni del apropiador. “Mi hermana no es responsable de nada de esta situación. Hubo otras personas que tomaron decisiones por ella. Adultos que se harán cargo, cada uno desde el lugar que le corresponde”.