PERFILES

PABLO GIGLIOTTI

En el 2006 editó “Nostalgias de un hombre común” , con textos publicados en El Litoral y en Nosotros.

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HOMBRE DE BARRIO

DE PUÑO Y LETRA. “El libro es una recopilación de textos escritos por mí, a partir de 1994, que fueron publicados por el diario El Litoral y la revista Nosotros en diferentes oportunidades. Cada publicación la guardaba adentro de una carpeta que, a su vez, formaba parte de mi biblioteca. Hasta que un día apareció en mi casa Miguel Ángel Dalla Fontana, una persona que indaga y escribe sobre los barrios de Santa Fe, y me dijo por qué no hacía un libro con todo el material que tenía -sobre todo- del barrio Roma, donde viví la mayor parte de mi vida. Le contesté que por mi situación económica no podía solventar un gasto así, y me sugirió que hablara con concejales y con otras personas públicas. Fue entonces que me contacté con Jorge Henn -que en aquel momento era concejal-, y me pidió que fotocopiara todo el material porque le había gustado la idea. Con el tiempo logré una ayuda económica y conocí a José “Pepe” Volpogni, director del Centro de Publicaciones de la Universidad Nacional del Litoral”.

UN SUEÑO HECHO LIBRO. “Hubo que perseverar mucho tiempo hasta que finalmente y felizmente la UNL me lo editó en noviembre de 2006. El libro, que es el único de mi autoría, se llama “Nostalgias de un hombre común”. Lo titulé así porque así me considero, aunque nunca me voy a olvidar las palabras del ingeniero Mario Barletta, por entonces rector de la Universidad, que cuando lo presenté me dio un abrazo y me dijo que era un hombre no tan común. La verdad es que nunca se me cruzó por la cabeza ser el autor de una publicación, lo veía como algo inalcanzable y sólo posible para algunas personas. El libro no tuvo fines comerciales. Me dieron 500 ejemplares y me encargué de distribuir cada uno entre mis allegados y familiares. Hay algunos que están en Mar del Plata, Buenos Aires... y otras provincias”.

EL CONTENIDO “El libro cuenta gran parte de la historia del barrio Roma, uno de los que fuera el lugar de asentamiento de quienes llegaron a estas tierras en busca de trabajo. Todas las historias, personas y vivencias son verídicas y en base a situaciones que viví en mi niñez, adolescencia y adultez. Fui integrante de distintas comisiones directivas, de cooperadoras de escuelas, clubes, parroquias e instituciones de bien público del barrio, así que imagínese los recuerdos que tengo. Muchos de ellos son los que plasmé en el libro”.

ESCRIBIR PARA TRANSMITIR “Mi vida está llena de lindos momentos y también feos. Y a todos los recuerdo. Un día, en un centro de jubilados que está situado sobre calle Catamarca al 4000, también me preguntaron por qué el título era “Nostalgias de un hombre común’ y les dije que era porque los textos que lo conforman fueron escritos en medio de todos ellos. No siento tener oculta la vocación de periodista, sino que escribo para expresar lo que siento y transmitirlo de esa forma”.

DE ACTIVIDAD, COMERCIANTE. “Siempre estuve muy vinculado con la actividad comercial. De chico no quería estudiar, y mi padre me dijo que entonces debía trabajar. Hasta la década del “70 tuve una zapatería sobre calle 25 de mayo, casi bulevar. Pero éramos una sociedad de tres y terminó mal. Fueron tiempos muy difíciles aquellos, con muchos sobresaltos. Pero el pan no podía faltar en mi casa y en una época hasta tuve que pelar pollos para poder subsistir y criar a mis hijos. Varios años después, más precisamente en 1977, conseguí ingresar a la Empresa Provincial de la Energía. Sacar fotos y escribir siempre fue algo que me gustó, pero que debía encontrar el momento para hacerlo”.

AGRADECIMIENTOS “No puedo dejar de mencionar y de agradecerles públicamente a los periodistas Enrique Cruz padre y Enrique Cruz hijo porque cada vez que escribía algo eran ellos, primero el padre y después de que se jubiló su hijo, quienes me recibían los textos cuando iba al diario a llevarlos. También al diario El Litoral, a Miguel Ángel Dalla Fontana, a Jorge Henn y a Pepe Volpogni. En estos momentos no estoy escribiendo nada, digamos que me estoy dedicando a disfrutar de la vida. Hay veces que tengo ganas de releer el libro y lo hago, y eso me llena de satisfacción”.

TEXTOS. MÓNICA RITACCA. FOTO. NÉSTOR GALLEGOS.

ASÍ SOY YO

EL HOMBRE COMÚN

Pablo Gigliotti nació el 1º de octubre de 1928 en Monte Vera. Pocos años después se mudó a Santa Fe, más precisamente al barrio Roma de nuestra ciudad. Allí residió la mayor parte de su vida y fue miembro de diferentes comisiones directivas de clubes, cooperadoras escolares e instituciones del barrio.

VIDA Y OBRA

Tiene 4 hijos y 8 nietos. En el año 2000, tras 50 años de matrimonio, quedó viudo. Pero “el destino” no quiso que esté en soledad y puso a Lilia, una mujer a quien él ya conocía, en su camino. Aunque ya no vive más en barrio Roma, dice que es donde transcurren los mejores recuerdos de su vida.

REGISTROS

Fue quien registró en una fotografía familiar la bajante del río Paraná de 1959. Jamás imaginó que 50 años después esa fotografía reflejaría un hecho histórico, como tampoco que una serie de textos escritos por él formarían parte de un libro.