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EDUCACIÓN

Encuentro con el libro

El cuarto Festival de Lectura organizado por Sadop reunió a chicos y chicas de 29 escuelas para celebrar un gusto compartido. Además, fue la excusa ideal para mostrar en público el trabajo de los docentes. A pocos días del comienzo de un nuevo ciclo lectivo, vale recoger las experiencias de esta iniciativa.TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. N. GALLEGOS Y A. ALEM.

Las butacas colmadas, algunas por cuerpos tan pequeños que parecen salirse del asiento; un bullicio que se apagará apenas se abra el telón; ropas coloridas; por encima de los demás sobresalen dos estrellas brillantes que multiplican por dos los movimientos de la cabeza que las transporta; pasos apresurados por los pasillos -preparativos de último momento-; y finalmente Don Ciriaco y la Nemesia caminan decididos hacia el escenario, listos para encarnar a los personajes de “Los tres deseos”, uno de los 29 cuentos que dramatizaron chicos y chicas de veinte escuelas, durante las cuatro jornadas en las que se celebró el Festival de Lectura organizado por la seccional santafesina del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop).

Para decirlo en términos simples, fue una verdadera panzada de literatura y teatro la que se dieron los alumnos, padres y docentes que participaron de esta edición, la cuarta que organiza la institución gremial y que esta vez tuvo como sede el centro cultural ATE-Casa España.

Con todos los ingredientes de una puesta en escena: escenografía, vestuario, música, luces, actuaciones, títeres o el recurso que resultara adecuado según la propuesta, y hasta la figura del relator como nexo entre el público y el texto, las escuelas mostraron durante cuatro jornadas -cuando se acercaba el final del ciclo lectivo 2008- el resultado de una propuesta que les demandó varios meses de trabajo, desde que llegó la invitación a participar, hasta que seleccionaron las historias que querían contar, distribuyeron los roles y las tareas y, con varios ensayos previos, llegaron por fin al escenario.

UN TRABAJO INTEGRADO

En palabras de Susana Bravo, pro secretaria gremial de Sadop, el proyecto que se viene materializando desde 2005 consiste en invitar a las escuelas privadas a que participen a través de dramatizaciones realizadas por los niños y practicadas en las escuelas.

En esta oportunidad el lema fue “el libro como protagonista” y en torno a él se reunieron cientos de niños y niñas desde el nivel inicial hasta 7º grado para presentar sus dramatizaciones que fueron, en realidad, el resultado de varios meses de ardua elaboración. “Los docentes se dedican a trabajar durante todo el año una lectura en la que aplican todas las áreas; el proyecto termina en la puesta en escena”. Es decir que a esa instancia se llega después de un recorrido que involucra a Lengua, Plástica, Música, Ciencias y todas las disciplinas que participan en la preparación del trabajo. A tal punto es necesaria esa integración que “la escuela Bialik presentó la historia de su pueblo y de la esclavitud hasta que llegaron a ser libres”.

El otro objetivo que busca cumplirse es que se logre trabajar en equipo, organizarse y ser solidarios. Tan necesaria es esa premisa que una de las obras presentadas, “Las palabras bailan” demandó la presencia y coordinación de 75 chicos sobre las tablas.

“Queremos valorizar la tarea del docente, que hace cosas en el aula que a veces los padres no ven”. Esta vez tuvieron la oportunidad de verlo: las dimensiones de la última sede del encuentro permitieron que los familiares acompañen a los niños en la experiencia.

El encuentro fue declarado de interés municipal y provincial.

QUE SE REPITA

Claudia Gudiño es docente de la Escuela Monseñor Alfonso Durán y, finalizada la presentación, contó que en 2007 se contagió de la idea y se propuso participar al año siguiente. A cargo del área de Lengua en 4º y 5º año, se empezaron a preparar en agosto. “Fue un trabajo a conciencia” - relata- que involucró distribuir los papeles, estudiarlos y trabajar en la expresión, sólo por mencionar algunas de las tareas. “Para la escenografía pedí ayuda a los profesores de Tecnología, la profesora de Música ayudó a elegir los temas más adecuados y los propios padres colaboraron con los trajes de sus hijos”. La experiencia fue buena y no duda en ponerla una vez más en práctica en el próximo ciclo lectivo, ya con 6º y 7º grado: “los mismos chicos lo piden”, asegura.

¿Que los chicos no se interesan por los libros? La docente no duda en afirmar que “alguna forma hay para incentivarlos en la lectura y esta actividad los apasiona”.

Analía Velázquez acababa de dejar a los chicos de la escuela Nº 1414 Beato Arnoldo Janssen en las butacas. El grupo vino de barrio Pompeya y representó uno de los cuentos que se trabajaron en la hora de lectura, que forma parte de un proyecto institucional y de la que participa toda la comunidad educativa, incluso docentes y directivos.

“Este año encontré mucho apoyo del lado de los papás, porque no es fácil: desde el ensayo, los trajes, elegir música -contaba-. La escenografía era de otra obra que ya se había presentado y la confeccionó Andrea, docente de Plástica”. Una vez que llegó la invitación del gremio a participar, todo el engranaje se puso en marcha: al término del receso escolar ya tenían elegida la obra, la música, el recurso de la teatralización, se armaron los guiones, se tuvieron en cuenta los espacios y los tiempos. “Demandó trabajo áulico, pero también fuera de la escuela”.

Pero el balance es positivo, tanto por la participación del grupo como por la posibilidad de que los chicos conozcan el teatro: “hay muchos espacios a los que no tienen acceso porque, si se tiene el dinero, se hacen otras salidas. Entonces, el teatro es un buen recurso para conocer otras virtudes en ellos. Muchos chicos terminan orientándose hacia una actividad similar”. Hace varios años que participa de la experiencia y no duda en volver a hacerlo en el futuro.

HERMANADOS POR LA LECTURA

El encuentro estuvo dirigido a los niños, “que con la magia de su inocencia descubren un mundo lleno de fantasías, de ilusiones, de sueños compartidos”; a los adolescentes, “que necesitan entender, conocer, cuestionar y por qué no reinventar un mundo nuevo”; a los adultos, “que a través de la lectura aceptan nuevos desafíos para entender mejor a la niñez”, y a los maestros “que tienen la responsabilidad de incentivar el gusto por la lectura, de desarrollar la fantasía en sus alumnos, de hacerles descubrir un mundo mágico”.

Así fue presentado el encuentro que se desarrolló durante algunos días de noviembre en la ciudad y que cerró la escuela especial para sordos e hipoacúsicos Nils Eber, cuyo mensaje quedó flotando en la sala de ATE-Casa España, aún después de la despedida: “cambiar el mundo depende de vos”

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“Queremos valorizar la tarea del docente, que hace cosas en el aula que a veces los padres no ven”, explican desde Sadop.

Encuentro con el libro

Los docentes se dedican a trabajar durante todo el año una lectura en la que aplican todas las áreas; el proyecto termina en la puesta en escena.

CON VALOR AGREGADO

La representación de los cuentos es, en realidad, la conclusión de un trabajo que se inicia varios meses antes. En marzo, los docentes presentan su proyecto educativo donde incluyen actividades de lecturas de distintas temáticas. Junto con sus alumnos eligen una de esas lecturas, realizan distintas actividades de lecto-escritura y luego lo dramatizan.

“En la dramatización -explican desde Sadop- que es como un juego, se desarrollan otras competencias que no sólo tienen que ver con la lectura, sino con actitudes tales como compañerismo, solidaridad (todos nos respetamos y respetamos el tiempo de los compañeros), además de la responsabilidad en el trabajo en grupo o en equipo que muchas veces nos cuesta asumir, ya que vivimos en una sociedad individualista”.

El objetivo de toda esta tarea es “valorar el trabajo del docente y sacarlo a la luz, y reconocer en nuestros compañeros el esfuerzo, la dedicación y el compromiso con la educación”.

“El encuentro estuvo dirigido a los niños, que con su inocencia descubren un mundo lleno de fantasías; a los adolescentes, que necesitan entender, conocer, cuestionar; y a los adultos, que a través de la lectura aceptan nuevos desafíos para entender mejor a la niñez”.