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Final cantado

Teresa Pandolfo

Si hubo sorpresa en la Casa Rosada por la ruptura de Carlos Reutemann y Roxana Latorre con el kirchnerismo, se debe a causas relacionadas con dos escenarios: por un lado, la falta de conciencia del matrimonio formado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández, respecto de la reducción de su espacio político y, en segundo lugar, porque no se tomó en cuenta la fortaleza de las convicciones de Reutemann respecto de algunos compromisos de vida.

A fines de enero, le decía a El Litoral refiriéndose a las elecciones legislativas nacionales, que “Santa Fe será un distrito muy difícil. Hoy no se puede salir a hablar de Frente para la Victoria en el interior santafesino. Ahora, si hablamos del Partido Justicialista, éste preserva un piso histórico del 28 al 30% del electorado. La cuestión es quién suma el otro 15% que se necesita para ganar con comodidad”.

“Hoy -refería- el justicialismo no tiene mensaje” y lo relacionaba a que las políticas nacionales habían pegado “en el corazón productivo de Santa Fe (..)”. Nada ha cambiado desde ese momento en el plano de la economía provincial: Santa Fe sigue cosechando negativas de parte de la Nación

Pero sería muy difícil que Reutemann decidiera el armado de una estrategia electoral por fuera del justicialismo. Los tiempos también se adelantaron para él.

El lunes por la noche, el gobernador Hermes Binner decidió convocar a elecciones municipales separadas de los comicios para diputados y senadores nacionales. Esto significa que en junio y en agosto habrá elecciones en todos los distritos de la provincia antes de ir a las nacionales de octubre. Reutemann deberá decidir si organiza o no un entramado de candidatos para esas fechas y que después, le aporten movilización partidaria para los comicios de octubre.

El otro hecho a considerar es que los partidos y sectores opositores al kirchnerismo, han ido componiendo sus espacios. Elisa Carrió dijo ayer que acompañará en la campaña al socialista Rubén Giustiniani, quien buscará su reelección como senador nacional. En otro plano, la alianza Mauricio Macri, Francisco De Narváez y Felipe Solá, que en origen se armó para la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, seguramente buscará extender sus límites y capitalizar a sectores independientes y del justicialismo disidente.

Reutemann debió, entonces, cristalizar sin más demora su ruptura con el kirchnerismo, una relación que si bien nunca fue tal, tuvo su punto de inflexión con el conflicto del gobierno nacional con el campo. Más aún cuando, cuando Agustín Rossi y congresales que le son afines, el fin de semana se habían manifestado a favor de ir a elecciones bajo el paraguas del Frente para la Victoria y le proponían a Reutemann una interna.

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