Seleccionada por Miguel Grattier

Primera muestra patrimonial de la Fotogalería Municipal

“El legado estético de los ‘80” es el título que lleva la primera muestra patrimonial de fotografías del Centro Cultural Municipal. Organiza la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Santa Fe.

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“Valeria”, 1980, obra de Juan Travnik.

Foto: Gentileza Prensa Municipalidad de Santa Fe

De la redacción de El Litoral

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La exposición “El legado estético de los ‘80”, que se puede visitar en la Fotogalería Municipal ubicada en Cortada Falucho 2450, rescata un momento de quiebre en la fotografía nacional. Miguel Grattier, que tuvo a su cargo la selección de las imágenes que la componen, señala que, “mirada con la distancia que permite el paso de dos décadas, y desde el aceleramiento producido en la vida cotidiana por el desarrollo tecnológico, el ingreso a la cultura del fetiche técnico, y de la sobrevaloración del simulacro virtual, la obra que construyeron los fotógrafos más representativos de los ‘80 afirma desde sus imágenes la convicción, el rigor intelectual y formal con que abordaron y afrontaron su pasión por el arte de mirar”.

De esta manera, la muestra está compuesta por obras de los siguientes autores: Dani Yako, Cayetano Arcidiácono, Diego Sandstede, Juan Travnik, Alejandra Niedermaier, Gabriel Díaz, Julio Grinblat, Bécquer Casaballe, Marcos López, Eduardo Comesaña, Adriana Lestido, Mario Lauss, Bibi Calderaro y Horacio Devitt.

Giros fotográficos

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“Grecia”, 1986, obra de Marcos López.

Foto: Gentileza Prensa Municipalidad de Santa Fe

Consultado por el trasfondo de la temática escogida, Grattier explicó que “la década del ‘80 significó en la fotografía argentina un quiebre, un cambio de dirección que, sin temor a exagerar, trastrocó en casi su totalidad las prácticas y los supuestos del hacer y del pensar el hecho fotográfico. Uno de los giros más significativos se dio en el plano teórico y en la actitud intelectual: los autores de los ‘80 -incluso, muchos de quienes se formaron en fotoclubes- cuestionaron todos los supuestos fotográficos”.

Esto implicó que “toda certeza proveniente de una imagen fotográfica, o que indicara una forma preestablecida de realizarla, fuera socavada en sus cimientos, y el emergente más expuesto y vulnerable a esta marea que buscó un centro de gravedad, un punto de referencia sólido en medio de la vaguedad de las abstracciones generalizantes, desmontando cada una de las piezas de la anquilosada estructura de prejuicios y preconceptos, fue el autor”.

“El legado estético de los ‘80” es una muestra que reúne las producciones de artistas del mundo de la fotografía que permiten constatar lo que afirma Grattier, “sobre todo, sus proyecciones, dado que la sensibilidad que da tono a la producción fotográfica de los ‘90 dialoga abierta y francamente con algunas obras y autores emblemáticos de los ‘80: Juan Travnik, Dani Yako, Cayetano Arcidiácono, Marcos López, Eduardo Comesaña son emergentes de este período.

“La obra constante de Travnik es la que, acaso con mayor rigor, represente ese estatuto de los ‘80; la de Marcos López es la que se vislumbra como la que despliega el paradigma y lo reenvía permanentemente hacia nuevas rutas, sin abandonar el rigor metodológico en cada una de las instancias del proceso, hasta el arribo a la imagen definitiva. En las obras de Julio Grinblat, por ejemplo en el retrato de su madre, y en los paisajes paralelos, ya se prefigura la mirada ácida, crítica, oscilante entre la ironía y la desolación cosmopolita que sobrevendrá en los ‘90. La indagación en el color, y la búsqueda de la posibilidad fotográfica donde no hay nada, ya pertenecen a los ‘90”.

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ANÁLISIS

Asedio a la temporalidad

Miguel Grattier

Ya sea un paisaje (urbano definitivamente, ya que la naturaleza se ha tornado ficción), un retrato o un hecho de reporte, la temporalidad es asediada, merodeada, calculada y pre-vista en su mismo devenir. En este punto, el espíritu clásico de la fotografía retornó con renovada fuerza. Un fugaz renacimiento, y el autor, con su cámara, reapareció jugando su partida entre la velocidad de la cultura tecnológica y el fluir en el que la provocación del evento se resiste a cualquier intento de control cronométrico, o cronológico.

(...) La mayoría de estos autores visitó nuestra ciudad en los ‘90, personalmente o en sus obras, a partir de la creación de la Fotogalería Municipal y muchos cedieron uno o más trabajos a nuestro patrimonio.